Así somos

Ayer justo pensaba que me estaba quedando sin celebración por la endémica escasez de lucas y auto, cuando Tom McDonnell me manda un mail diciendo por que no nos juntábamos. Que me han dicho, a las 6 PM nos juntamos en el Scala y apenas supo la buena noticia dijo "¡pero esto hay que celebrarlo!" y así nos tomamos uno y otro y otro y otro shop y despés nos tomamos otro "for the road" hasta que finalmente llegué a la casa más doblado que un churro, derechito a dormir.

Y me quedé dormido como un baby, hasta recuerdo lo que soñé que fue más o menos lo mismo que sueño siempre: un viaje en bus, un lugar desconocido, vestido con ropa inadecuada, empieza a llegar la tarde y me doy cuenta que estoy en un lugar peligroso: entonces siempre me despierto. Eso es lo que sueño casi siempre con distintas variantes de buses, lugares y peligros. La cosa es que me pasó lo que me ocurre siempre que se me pasa la mano con el trago, después de dormir profundamente por un par de horas desperté fresco como lechuga ¡a las 4 AM! Ni pensar en dormir de nuevo, por eso publiqué en Facebook a esa hora y no por otra cosa, malpensados.

Arica es una ciudad segura en muchos aspectos, especialmente en delitos violentos donde probablemente tenemos una de las tasas más bajas de Chile pese a estar rodeada de dos ciudades muy inseguras como son Iquique y Tacna. Pero hay un aspecto en el que Arica es muy insegura: tenemos una alta mortalidad por accidentes del tránsito, principalmente producidos por conductores borrachos. Nuestra tasa de 19 muertes por 100.000 habitantes es bastante superior a la media nacional de 14 muertos por 100.000, algo pasa, especialmente si consideramos que en nuestra ciudad el tránsito no es difícil, congestionado ni tenemos condiciones climáticas adversas.

¿Falta de fiscalización? yo diría que es todo lo contrario, en nuestra ciudad sobra fiscalización y los controles de Carabineros aparecen en cada esquina, muchoa amigos extranjeros se asombran por la alta cantidad de presencia policial y controles que tenemos.

Pero no siempre ha sido así, la tasa era bastante más baja entre 1998 y 2000, era alrededor de 15 por 10.000 y ha ido subiendo desde el año 2001. Entonces, si las autoridades fuesen un poco menos brutas para enfrentar los problemas, no pensarían que han dejado de hacer, sino más bien que han hecho que causó este incremento en la tasa de accidentes.

Yo recuerdo bien que antes de 1998 los accidentes eran más raros y de menores consecuencias y eso está relacionado con una época en que Arica era una ciudad más amable y relajada que ahora. Debe haber sido alrededor de 1990 que una conocida empresaria de la ciudad -muy simpática- puso la disco que es hoy la más importante de Arica. Hasta esa época los jovencitos, que éramos nosotros, no acostumbrábamos ir a discos sino que nos juntábamos cada noche en la Isla del Alacrán a conversar y tomar cerveza.

Desde que empezó a funcionar esa disco los controles de Carabineros, que antes eran muy laxos y solamente reprimían a los que andaban ebrios haciendo escándalo o desorden, se endurecieron. Recuerdo hubo años de estricto acoso para eliminar a la Isla como punto de reunión, lo que fue en beneficio directo de la disco que comentamos. Tal vez sea coincidencia, pero creo que fue extraordinariamente coincidente. Desde entonces Arica cambió, aparecieron los étnicos "rápidos y furiosos", con el jockey puesto al revés que salían borrachos como cuba de alguna de las discos a correr por las calles. Cuando vivía en la casa rodante en la playa vi matarse a varios, una niña murió a dos metros de mi puerta.

Esos son los resultados de las políticas moralistas y de "tolerancia cero" inspiradas en el modelo norteamericano, como nosotros no tenemos el puritanismo de los americanos, lo único que nos preocupa es que no nos pillen los pacos y la gente que antes se iba a la casa tranquila después de tomar dos o tres cervezas, ahora sale de una disco enardecidos con el sonido, borrachos como cuba con destilados y creyéndose los dueños del mundo.

Eso muestra nuestra falta de cultura alcohólica, nuestro ridículo afán de imitar a los norte americanos en todo y sobre todo nuestra característica hipocresía nacional, porque no tengo ni asomo de duda que de todos los congresistas que votarán por la "tolerancia cero" que hoy quieren impelementar, más de un 70% han manejado borrachos alguna vez y confían en que si los pillan en el futuro sus relaciones y poder político probablemente los librarán de cualquier castigo.

Así es como piensan, vamos haciendo leyes imbéciles, promovidas por un ministro que fue Director de la Clínica Las Condes cuando se produjo "un confuso incidente" -como llaman eufemísticamente en Chile- con el hermano del actual presidente. Y mientras tanto, el país que se joda. Así somos, hasta mañana.