Hoy la mayoría de la gente lo ubica como un viejito divertido y medio tonto, que se rodea de conejitas y transmite un reality desde la Mansión Playboy. Pocos se imaginan lo que Hef -como le decimos de cariño- significó para la cultura entre los años cincuenta y principios de los ochentas. Probablemente el inventó inventó el concepto de los reality show, cuando transmitía en vivo las fiestas en su departamento de Chicago en los sesentas, en fin, Playboy significó tantas cosas.
El aporte intelectual y a la cultura popular de Playboy fue enorme, por sus páginas fueron entrevistados las personas más interesantes de su época como John Lennon, Fidel Castro, Ayn Rand, Malcolm X, Bertrand Russell, Salvador Dalí, Martin Luther King Jr., Jean-Paul Sartre, George Wallace, Cassius Clay, Orson Welles, Ralph Nader, Arthur C. Clarke, Yasser Arafat, Stephen Hawking, Carl Sagan, Don King, por mencionar solo algunos. No solo eran famosos los entrevistados sino que los que hacían las entrevistas eran también intelectuales de primera línea en la época. Con Playboy el género de las entrevistas alcanzó un nivel literario que no había tenido antes.
La filosofía Playboy partió como una broma, eran las opiniones que tenía el propio Hefner respecto de la moral, la política, el sexo, religión, etc. pero no solo eso sino que se extendía a cosas mucho más cotidianas como la ropa, los modales, etiqueta y sobre todo las relaciones personales. La llamada "filosofía Playboy" apareció cuando Hefner empezó a defenderse de las críticas con que trataban de crucificarlo, dedicó un par de años a contestar el mismo las cartas que llegaban a la revista y así armó un corpus de ideas, basadas en el principio hedonista de que lo que daba placer es bueno y lo demás era malo.
En un país tan puritano, tan tremendamente ignorante y prejuicioso como es en promedio los Estados Unidos (mucho más en esa época) Playboy fue una aplanadora contra los mojigatos y los palurdos practicantes de la doble moral pública y privada. Ganó muchas batallas pero al final perdió la guerra, ninguna de las ideas de Hefner se impuso al final, aunque fueron socialmente absorbidas en una forma hipócrita y grosera. Cuando empezaron a aparecer las revistas de sexo duro fue el principio del fin de Playboy.
En 1962, el gran columnista Art Buchwald escribió: “Poca gente es consciente de ello, pero Chicago se ha convertido en la capital sexual de Estados Unidos. El culpable de esta supuesta mala imagen es el editor de Playboy, Hugh Hefner, cuyas fiestas fotografiadas en color y publicadas en Playboy le han valido el título de ‘el soltero más envidiado del mundo’. Nos invitaron a su casa una noche para que echásemos un vistazo, y fue como si nos hubiesen invitado a Buckingham Palace, en Londres”.
Después de un ataque al corazón y graves problemas económicos de la compañía, Hefner la dejó a cargo de su hija Christina y un gran paquete de acciones pasó a manos de inversionistas rusos, Playboy perdió el encanto, Hef se fue a su mansión de California y armó el reality "The girls next door" con el que se forró por algunos años. No hace mucho lo mataron virtualmente y también tuvo que salir en Twitter a desmentirlo, que mala manera de llegar a viejo, desmintiendo que es impotente y que está muerto.
En la cumbre de su popularidad, en los setentas, la filosofía Playboy pudo haberse impuesto, pero los palurdos y los hipócritas fueron más. Para los que dicen que las drogas y el alcohol son malos solo mirenlo a El, que probablemente no se ha acostado sobrio ni una sola noche en los últimos 40 años y que consumió toda clase de drogas durante décadas. Y ahí lo tienen, paradito y lúcido, defendiéndose de las calumnias.
Hugh Hefner es uno de los pocos tipos que realmente admiro. Dedicó su vida a una idea y bien pasados los 80 la sigue sosteniendo. Tuvo como filosofía vivir feliz sin hacerle mal ni molestar a nadie, exprimiendo la vida como un limón minuto a minuto. Fue un intelectual de verdad, no porque escribiese libros complicados o hiciera clases en alguna universidad, sino porque toda su vida tuvo un montón de ideas claras y brillantes. Pero que diablos, ya estoy hablando como si se hubiese muerto, esto parece un obituario. ¡Fuerza Hef! tus admiradores te saludan (y si te sobran pásate una minita). Hasta mañana.
Como tanta decrépita vedette no saben retirarse a tiempo. Como decía el tango de la vieja bataclana, ya en decadencia, que de joven supo despertar grandes pasiones:
ResponderBorrarSola, fané y descangallada,
La vi esta madrugada salir del cabaret.
Flaca, dos cuartas de cogote
Y una percha por escote bajo la nuez.
Chueca, vestida de pebeta,
Teñida y coqueteando su desnudez,
Parecía un gallo desplumao,
Mostrando al compradear, su cuero picoteao,
Yo que sé, cuando no aguanto más,
Al verla así rajé pa no llorar.
Es la decadencia Ulschmidt, nadie se puede arrancar de eso. Ah que porquería. No hay como los tangos para describir eso:
ResponderBorrar¿Te acordás, hermano, la rubia Mireya,
que quité en lo de Hansen al loco Cepeda?
Casi me suicido una noche por ella
y hoy es una pobre mendiga harapienta.
¿Te acordás, hermano, lo linda que era?
Se formaba rueda pa' verla bailar...
Cuando por la calle la veo tan vieja
doy vuelta la cara y me pongo a llorar.
Interrumpo sus tangos, caballeros, para darles mi opinion al respecto del Sr. Heffner: P-a-t-e-t-i-c-o. Deberia vivir su realidad y no la de la imagen que quiere proyectar. Que triste ser prisionero del propio personaje que creo como ilusion. Esta viviendo lo que se merece despues de explotar materialmente a tanta muchacha campecina sin educacion que se queria hacer famosa... Y por supuesto que las drogas y el alcohol le han causado dano, eso es obvio, y tambien es obvio que el negara su falta de capacidad para satisfacer a la que iba a ser su mujer. El solo hecho de que a pesar de todo lo que iba a ganar materialmente casandose con Heffner, su novia se arranco, dice mucho...
ResponderBorrarPS: el trabajo prometido va a la noche o manana temprano, jefe jajaja
oigaaaa! no hables mal de MI IDOLO Lilian, el más grande hombre del siglo XX. Lo estuvimos analizando con McDOnnell y llegamos a la conclusión que el noviazgo fue puro marketing, años que Hef no aparecía en las noticias como ahora. "No importa que hablen mal, lo importante es que hablen" jaja
ResponderBorrarJajaja, Hugh Hefner, los hombres lo encontramos ídolo y las minas patético.
ResponderBorrar¡Hef, Amigo, el pueblo está Contigo! jaja!
ResponderBorrarCon el Internet hoy en dia se desnuda hasta la abuelita thailandesa, poco espacio queda para el sexo... ¿ no?.
ResponderBorrarQueda mucho. Y para el erotismo. Y para la iconografía. Esas maravillosas canijas de pelo amarillo.
Resulta que hay páginas de internet ( nuevo papel para los iconos) en donde se accede a escenas de dramatizaciones inauditas ( otrora llamadas fantasías). Tenemos a chicas que practican la lucha entre ellas ( con final foqui-foqui) como ultimatesurrender. Tenemos mujeres que castigan hombres ( sííí!!!... porfavooorrr!!!...) como meninpain. Tenemos youtube del sexo y una humanidad que sigue pensando que el sexo no es cultura.
Yo apostaría por fotógrafos y pintores que, al modo de aquellos que hacían iconos de adolescentes o de guerreras, desarrollaran su carrera artística con la temática de alguna de éstas " parafilias".
Claro que lo mismo estoy en sifilis terciaria y me patina la neurona con la idea. Incluso consideré que las divas musicales actuales, como la Jénnifer López, son la versión moderna de la virgen maría.
Toda generación necesita de iconografía. Y tengamos en cuenta que sacro viene de sacrum. Que en latín significa " seguro". Mi adolescencia se enardeció con todas aquellas conejitas de pelo amarillo que me llamaban del nor-oeste. No las alcancé, pero las soñé. Lo mismo los hombres somos bastos y burdos. Pero éstamos hechos de la misma naturaleza que el Play Boy ;)
Bueno, Hefner no solo fue asunto de sexo y era un completo mojigato comparado con Larry Flint, ni hablar del divino marqués. Fue el fundador de una especie de escuela de pensamieno, la "filosofía Playboy" que a mi siempre me gustó mucho. Un gran aporte al puritanismo enfermo de los Americanos
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