Y se me van juntando todas las cosas que he ido dejando para mañana desde hace dos meses, nunca dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana, es algo que vengo aplicando desde hace tiempo y ahora los plazos me están pillando. Me recuerda a los mecánicos de Arica, uno les deja el auto, parten con todo el entusiasmo desarmando y al primer problema lo dejan, después siguen atendiendo a los nuevos que van llegando con el mismo sistema y no terminan ninguno hasta que un cliente furioso llega a pegarles. Como los mecánicos por lo general tienen sitios enormes en el barrio industrial, van acumulando autos medio desarmados, recibiendo anticipos. Yo como buen ariqueño, estoy haciendo exactamente lo mismo.
Ayer la casa parecía un sanatorio, el Tomás Jr. llegó de Valparaíso con un resfriado especialmente maligno y contagió a la Pilar, en su caso fue tan fuerte que el viernes no fue a trabajar, algo insólito que no había visto en años, ahora mismo escucho al Tomás chico tosiendo aunque ya se les ha pasado un poco: fiebre, dolores de huesos y todo lo demás. Pero yo señores, el Torito de Arica, strongman, ni siquiera he empezado a estornudar. Supongo que gracias a las milagrosas cápsulas de uña de gato que tomo cuando me acuerdo, estoy fuera del alcance de los malditos virus.
Que porquería más grande eso de estar enfermo, yo todavía no me he enfermado nunca, excepto una vez cuando chico que tuve escarlatina. Bueno y resfriado como todos, pero desde que descubrí la uña de gato me resfrío mucho menos que antes. Parece que la gente se enferma mucho más cuando puede costearse un doctor, hay una sospechosa correlación entre las veces que alguien va al médico y las veces que se enferma.
Hace tiempo que estaba por mencionar eso de las comidas que dan asco, el asco es una de las cosas más raras del mundo y tiene mucho de cultural. Una vez me tocó ir en un largo viaje en avión con un filipino en el asiento del lado, nos pusimos a conversar de cualquier cosa para pasar las horas y nos hicimos bastante amigos.
Cuando ya estábamos en confianza se me ocurrió decirle en broma "oye, ¿es cierto que ustedes se comen a los perros?", se rió y me contestó "claro, son exquisitos, incluso hay criaderos de perros especialmente para alimento, son muy sabrosos". Al ver mi cara de asco me dijo "¿sabes? cuando yo pienso que ustedes se comen a los chanchos me pregunto como pueden ser tan asquerosos, ¡eso es peor que comer ratones!". Después de eso cambié rápidamente el tema de conversación.
Existen muchos ascos absurdos, por ejemplo alguna gente tiene asco del uso de mondadientes, mientras que en Asia se colocan en todas partes, incluso en los restaurantes más lujosos y nadie se extraña o se reprime de usarlos. Por el contrario, consideran más sucio dejar restos de alimentos entre los dientes antes que escarbárselos apenas terminan de comer. Yo soy un fanático del uso de mondadientes.
Recuerdo un trozo de la novela de espías "El factor humano" de Graham Greene, donde uno de los agentes de contrainteligencia se lava los dientes con un sofisticado cepillo que lleva un chorro de agua en su interior. Su jefe al verlo le pregunta por que lo usa y el le dice que por razones de higiene, lo considera un sistema más limpio. "lo dudo" le responde su jefe, un aristócrata que vivió muchos años en Africa, sacando un mondadientes de oro y marfil le dijo "yo uso este que ha pasado por tres generaciones: era de mi abuelo, luego de mi padre y ahora es mío".
El asco es un asunto extraño. Para que hablar de las comidas, yo recuerdo como una de mis peores pesadillas la sopa de navajuelas que tenía que tragar al menos una vez por semana en la querida pensión de los Norambuena-Jipolou en Ancud, de no haber sido por esa sopa solo tendría recuerdos maravillosos de esa casa. Las navajuelas son unos marisco iguales que un feto humano, con pequeños brazos, piernas, ojos, con la consistencia de un neumático, cada vez que mordía una esperaba escuchar el llanto de un bebé.
Otra cosa que me provocaba nauseas, solo al sentir su olor, eran las guatitas (callos). Pasaron los años, llegué al norte y me convertí en un fanático del picante de guatas, patas y charqui. Quien se lo iba a imaginar. Cuando chico las salchichas me daban ganas de vomitar y en algún momento se me pasó. Aunque ahora no soy un fanático, puedo comer salchichas sin ningún problema.
Siempre pensé que me daría asco comer un cuy (guinea pig) que, mal que mal, es pariente cercano de los ratones de cola larga (guarenes de campo), sin embargo cuando en Tacna mis compañeros de trabajo de la municipalidad me invitaron a comer un cuy chajtado -se sirve entero como muestra la foto- me lo comí sin ningún problema, excepto el cerebro (zorrita) que es muy apreciado. Estaba rico.
Hoy creo que casi no hay comida a la que le tenga asco, tantos años de pasar hambre me han quitado la mayoría de esos escrúpulos pero el guiso de verduras y las lentejas todavía me evocan a un buen vómito y evito comerlas siempre que puedo, o al menos como poquito. El asco es irracional y uno no debería tener escrúpulos en comer ratones o baratas, siempre que estén bien cocinados. Asi como van las cosas es probable que dentro de algún tiempo estaremos comiendo filete de rata. Hasta mañana.
Yo he abominado de ciertos vegetales hervidos, de la espinaca, de la berenjena, especialmente del chucrut, engendro con repollo que se suponía mi madre debía consevar en su acervo cultural de ancestros helvéticos. Afortunadamente la cristianizamos con el tiempo. El "cuy" andino debe ser pariente del "cuis" pampeano, un roedor que no pocos aquí echan a la parrilla.
ResponderBorrarEnsalada de pepinos; esa es la única cosa que me asquea.
ResponderBorrarPepino impertinente, todo lo "tiñe" de pepino; la ensalada de tomate con pepino es ensalada de pepinos a secas, y así...
Ah, lo olvidaba; los caramelos de anís son otra cosa que me disgusta.
Ambos sabores son de una especie de dulzor agudo; no se me ocurre como establecer otro modo de describirlo. Malos ambos.
Cuando niño no me gustaban las acelgas, las espinacas, la coliflor, el pepino, el sabor del caramelo de anís, y el disgusto disgustorum de mi niñez; el cochayuyo.
Hoy solo le hago el quite a esas dos cosas.
SmcArq
¿Te acuerdas del chancho chino de la UP?; era rico, como también de esa época me acuerdo de los "niños envueltos" que llegaban en conservas soviéticas (a propósito de tus navajuelas); "niños envueltos", Jajajajajaja...
ResponderBorrarSmcArq
"Bistec" de pana; dejaba esa mugre en el olvido
ResponderBorrarSiga comiendo así Don Tomás, más que seguro ya alguien lo esta viendo con manzana en boca en un cocimiento para el 2012.
ResponderBorrar¡Empezó el concurso de ascos, apuesten señores!
ResponderBorrarUlschmidt, justamente los vegetales hervidos también me dan asco, en especial el asqueroso "guiso de repollo" que debo sufrir a lo menos una vez por semana en los últimos 20 años. Claro que igual lo como "peor es mascar lauchas". EL cuy es el ratón blanco (a veces pardo) de laboratorio, también se conoce como "guinea pig".
Sergio, bueno, concuerdo que los pepinos tienen bastante parecido a un romadizo, no lo había visto de esa manera, pero igual los como. EL cochayuyo, a menos que esté muy bien preparado lo encuentro una porquería, igual que el guiso de mote (trigo).
¿El chancho chino? rico, pura grasa, mi mamá decía que lo sacaban del lunar que tenía Mao en la cara, que era la pus que le ordeñaban todo el día ¡que asco!
EL bistec de pana me encanta, frito con dos torrejas de manzana uhhh.
Heitai, yo como cualquier cosa que crezca o se mueva, pasé suficiente hambre cuando chico así es que ahora trago cualquier comida que me pongan por delante y no engordo. Fijo en 81 Kg.
Estimado Tomás:
ResponderBorrarPara tu información Copio y Pego la siguiente noticia:
"Con profunda pena, pero con enorme alivio, comunico la partida de mi padre, a las 18:00 del viernes 23 de setiembre. Sus funerales serán el lunes 26 en el Crematorio del Parque del Recuerdo, en Santiago, en horario por avisar. Cicerone no logró resistir un nuevo paro, ni aun en la UCI. Sin embargo, fue maravilloso poder despedirnos sus cuatro hijos de él en estos últimos días. Ese fue el milagro: que nos esperara que viajáramos desde distintas ciudades para recibir todo nuestro amor en sus últimos momentos. Esperó a sus hijos y a sus hermanos. Y fue emocionante recibir tantas muestras de apoyo y de cariño de tantos amigos de todas partes del mundo. ¡Gracias a todos! Sin duda, creo en los milagros, porque este fue un milagro precioso: mi padre iba a morir solo, pero Dios quiso que se fuera lleno de amor. De ahora en adelante, recordaré, al inicio de cada primavera, con especial orgullo, ser hijo de Iván Alberto Seisdedos, que vivirá por siempre dentro de mí y de mi descendencia. Como decía él tras escuchárselo a su madre, "la vida eterna existe en los genes". ¡Grande, viejo! ¡Grande, Papo querido!" (Daniel Seisdedos Reyes).
Saludos Cordiales
Tu Primo Santiaguino
Un amigo menos, diablos.
ResponderBorrarIvan dejó mucha gente que lo quizo acá, era un tipo fácil de querer y muy entretenido, loco y soñador al extremo. Tenía más historias y anécdotas que Quintín.
Una de las cosas que me comentó la última vez que nos vimos era que estaba asustado porque las cosas le estaban saliendo demasiado bien. Estaba contento porque en Arica había vuelto a sentirse como el sixfinger de antes, la inteigencia y conocimientos que tenía eran enormes y los estaba luciendo de nuevo.
En fin, un paro cardiaco, así me gustaría morirme a mi. Mis cariños para su familia.
Ah, pongamos el himno en homenaje al Gran Tipo que partió:
ResponderBorrarSalud compañeros
de un mismo ideal,
alcemos el rojo
pendón radical.
Unos en la idea,
unos en la acción,
abierta a la izquierda
sobre el corazón.
Cantemos confiados
en el porvenir
del radicalismo
triunfante por fin.
Por el suelo hermano
que nacer nos viera,
por la cordillera,
la pampa y el mar.
Por la sombra augusta
de los grande hombres,
con los dulces nombres
de madre y hogar,
Por la más sagrado,
por lo más querido,
por el no extinguido
fuego de la fe.
Por el gran partido
de los ideales,
de pie radicales,
chilenos de pie.
Mis condolencias en la partida de tu amigo. Un abrazo.
ResponderBorrarGrax Lilian, así es la cosa, ya nos tocará a nosotros, todo a su tiempo
ResponderBorrarHola Tomás,
ResponderBorrarleí a Cicerone desde los inicios de la blogosfera y principalmente del Atina Chile. Que persona más encantadora.
Mis condolencia a todos (muchos) quienes lo querían.
Un tipazo el 6-finger, hoy escribí un poco sobre el, estuvimos conversando no hace mucho.
ResponderBorrarEn estas ocasiones uno escribe cosas como "no somos nada, no somos nada" y el Ivan si lo leyera estoy seguro que se c... de la risa.
La comida coreana, con algunas texturas gelatinosas, es algo que me produce algo parecido al asco. Pero igual me la como.
ResponderBorrary los pulpos y cangrejos que se echan vivos a la boca!
ResponderBorrarNo reconoceré jamas de que, cuando niño, creo haber comido, involuntariamente: Coipo
ResponderBorrarbah, pero si debe ser rico! como corderito quiza! un raton mutante jaja
ResponderBorrarMi Padre nos decía que era "Conejo del Monte" ... vieras la cara que ponía cuando nos usábamos los cubiertos....
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