La ciudad de los despreocupados

Y no paro de sufrir. Anoche fue el último día de Joseph en Arica y me invitó a comer para la despedida. Fuimos al Terra Amata buscando cordero, pero está cerrado. Por todo Arica buscamos un lugar donde prepararan cordero pero no hubo caso. Al final llegamos a Los Aleros de 21 a comer carne. Joseph pidió un filete y yo una collera huasa (mechada y arrollado) con puré picante. Nada que decir, en Los Aleros sigue estando la mejor carne de Arica.

¿Por que en ninguna parte preparan cordero? es muy raro porque los corderos sobran en el altiplano y en los valles cercanos y es una de las carnes más sabrosas que existen. Además estamos al lado de Perú donde el seco de cordero o de cabrito son platos tan tradicionales que no debería costar nada encontrar a alguien que sepa prepararlo.

Lo que me impresionó el Los Aleros fue ver todas las mesas ocupadas, siendo uno de los restaurantes más caros de la ciudad y donde la carta de platos no varía desde que tengo memoria ¿adonde está la crisis económica de la que todos hablan? Yo no la he visto por ninguna parte, todo lo contrario. El problema es que a Joseph le entendía la mitad de los que hablaba, o menos, con un acento de Nueva York tan cerrado, andaba con stress tratando de imaginar de que diablos me estaba hablando.

Creo que es en el libro El Proceso donde K se tiene que juntar con un cliente para mostrarle una catedral, el cliente habla italiano con dialecto cerrado y K se angustiaba tratando de entenderle, ahora comprendí mejor ese capítulo porque me vi en lo mismo, preocupado de no contestar alguna estupidez y agarrando palabras al vuelo. Igual estuvimos dos días conversando y mi amigo tal vez ni se dio cuenta que no le entendía.

En fin, no más vida social por esta semana, creo que he comido y tomado más que suficiente y es hora de volver a andar todo el día en pijamas a lo Hug Hefner, si solo tuviese las conejitas y la cama redonda, pero no se puede tener todo. Yo solo tengo los pijamas, soy como un Hef de bajo presupuesto.

Me ofrecieron hacer clases de inglés a los profesores en la universidad junto con Tom Wilke, pero no me convence mucho el asunto. Conozco a mi gente como si los hubiese parido y creo que después de un par de clases empezarán a tener problemas, especialmente cuando se den cuenta que hay que esforzarse, y dejarán de ir sin pagarnos un peso. Los conozco mosco, les dije que bueno, pero no les dije cuando, al más puro estilo ariqueño.

En Arica todo anda mal: la universidad, el gobierno regional, la municipalidad, nada funciona pero mientras todos reciban sus sueldos ni les interesa. Si yo no fuese ariqueño andaría furioso pero como ya puedo considerarme criado en la ciudad lo veo como lo más normal: todos nos quejamos pero nadie mueve un dedo, es la ciudad de los despreocupados.

Entonces cuando me topo con las ineficiencias de la inmigración, con los derroches y negociados de la inversión pública o cuando no me pagan en la universidad por trabajos que he entregado hace rato a veces me viene la indignación, pero se me pasa rápido, me acuerdo que estoy en Arica, me voy a la playa, algún amigo me invita unas cervezas y se me olvida todo.

En fin, no somos los únicos. Como escribió mi prima Paola de Argentina "Croacia se sube al Titanic una hora después de que se estrelló contra el iceberg. Felicitaciones". No somos los únicos despreocupados.