El ocaso de la tele

Encontré a través de un tweet de @FernandoLederer un interesante artículo sobre la pérdida en eficacia y relevancia de la publicidad en televisión, creo que es una tendencia importante que está pasando más o menos desapercibida. Yo nací casi junto con la tele y creo que estamos asistiendo al ocaso de un medio que fue poderosísimo durante gran parte de nuestra vida.

Recuerdo en los años setenta y ochenta todo Chile se paralizaba para ver, en familia, el programa "Sábados Gigantes", era un fenómeno nacional. Cuando terminó la serie "El fugitivo" en 1966 tuvo un 70% de rating y todo USA se paralizó, algo parecido fue en Santiago que la noche en que la transmitieron las calles quedaron vacías, estaban todos viendo la serie en su casa o en casa de un amigo. La efectividad de la televisión debe haber tenido su peak entre los años 70 y 80, al menos en Chile. Nunca más se volvieron a alcanzar esos rating y figuras públicas de la tele como Don Francisco, con niveles muy altos de influencia ya no volvieron a aparecer.

La televisión hace años que perdió su mojo, a partir de los 90 fue víctima de su propio éxito convertida en una industria gigantesca donde entraron las grandes empresas del entretenimiento: Disney, Sony, Warner, Fox, durante el boom, los estudios de cine mutaron hacia la televisión. Tom McDonnell trabajó por 15 años en los estudios Playboy de Santa Mónica y alcanzó a conocer algo del período de auge de la industria. Playboy también perdió su mojo y terminó en manos de un millonario ruso convertida en una empresa que nadie sabe para que sirve.

John L. Baird implementó el primer sistema de televisión pública y soñaba con una herramienta educativa que permitiría a los profesores de Oxford, el MIT y otras grandes universidades llegar a las masas sin tener que pagar los altísimos costos de esas universidades. Pero la televisión jamás funcionó como herramienta educativa, recuerdo los cursos del Teleduc-Duoc durante muchos años, hechos por actores: eran pésimos y no se aprendía nada.

Como la televisión es unidireccional y solo entrega contenidos, que además no puedes parar y repetir cuando quieras, es extremadamente mala como herramienta de enseñanza, tiene todos los vicios de las clases presenciales porque es aburrida, el receptor es pasivo etc. con la diferencia que la televisión la podemos apagar cuando nos plazca. Yo traté sinceramente de seguir esos cursos pero no hubo caso, eran horribles.

Además desde los años 90 se empezaron a agotar los contenidos, y los pocos inventos nuevos -como los reality show- han tenido un ciclo de vida cada vez más corto, los costos altos de producción han llevado a que las productoras y los canales repitan una y otra vez programas casi idénticos, eso también debe tener que ver con el declive de la televisión abierta. Igual que las Big Band de los años 40 y los estudios de Holywood, la estructura de costos de la televisión comienza a hacerse insoportable.

Y tenemos la tecnología, el cable y satélite pareció al principio la tabla de salvación de la tele, pero ¿a quien no le ha pasado eso de tener 300 canales y no encontrar ni un solo programa que le interese? Recuerdo que en sus comienzos la televisión por cable no tenía publicidad y ese era su plus, hoy está llena de publicidad e infomerciales lo que muestra que el negocio no debe ser tan bueno como parece.

En mi casa cortamos el cable hace casi un año y nadie lo extraña, la televisión abierta solo se prende por costumbre y ya nadie le da la importancia de antes, excepto a las telenovelas, que son lo único que ha logrado mantener el interés de la gente. Creo que las telenovelas y fútbol han sido los géneros que mejor se han desarrollado en la historia de la televisión y los únicos que todavía mantienen el interés de la gente.

Las cámaras de bajo costo e Internet han sido la combinación que está golpeando más duro a la tele, la micro publicidad de Youtube ha creado sus primeros millonarios, algunos de verdad con sus videos virales y otros por medio de fraude y falsas visitas de bots, pero mucha gente está ganando plata y notoriedad con eso a rentabilidades muchos más altas que cualquier productora de televisión convencional.

Yo me alegraré si desaparece la tele, la detesto, tengo una antena satelital instalada pero por no comprar el dongle de US$ 80 llevamos un montón de meses prácticamente sin televisión, porque en la casa ni mi querida suegra ve la televisión abierta, bueno, aparte de las telenovelas, claro.