Un tesoro escondido

Mi querida suegra los tenia fondeados en las profundidades de su baul secreto: una botella de Amarula, una de Glendfish single malt de 12 añitos, una de Sunrise, sauvignon blanc de Concha y Toro, una de Rossard Mitjans (¿que será eso?), un ron Bacardi, un vodka Sky, dos champañas Valdivieso brut, una de Singani San Pedro y un vermouth Mitjans, me imagino el pichuncho que se puede preparar con estos dos últimos. Un verdadero botin de guerra, ahora están bien guardados, junto a los demás item de supervivencia para cuando llegue El Grande, por lo menos sed no vamos a pasar, ya no le tengo miedo a nada, que venga nomás lo que sea.

Los dejé bien guardados en la bodega, en el lugar más seguro de la casa que es a prueba de un bombardeo aéreo y de un terremoto grado 9 -o al menos eso espero- ahora que tengo tanto alcohol no me dan ganas de tomar nada, solo lo escaso tiene valor, metí todo a una caja de cartón, la cerré y la dejé bien guardada. Tal vez para el año nuevo o para mi cumpleaños.

Justo estábamos conversando en twitter con unos amigos sobre los impuestos al pecado, que son los impuestos que se usan para desincentivar ciertas conductas que se considera que producen externalidades negativas para otras personas o para la sociedad en su conjunto.

Escribí sobre el asunto de las externalidades hace tiempo y creo que no tengo mucho más que decir, aparte que dependen completamente del concepto que tenga cada cual de cuan negativo es algo. No tengo dudas que ese es un concepto infinitamente variable, así es que el tema está repleto de grupos de interés que bien por preferencias personales, fanatismo, interés económico o muchos otros motivostratan de que su concepto de externalidad sea aceptado como norma obligatoria para todos.

Así tenemos a los enemigos del cigarrillo, de los automoviles y de muchíssimas cosas más. En base a eso se colocan los famosos "impuestos al pecado" que bajo el pretexto de hacer que los pecadores internalicen el costo de sus malas acciones, los hacen pagar impuestos enormes. Por eso existen los impuestos a la gasolina den vehículos particulares, específicos a los cigarrillos, al alcohol y muchas cosas más. Al final los únicos que ganan con todo esto son los políticos en el gobierno que pueden recaudar más impuestos que les permitirán comprar más votos. Todo al final se reduce a eso.

Hay externalidades que consiguen un amplio concenso, por ejemplo casi todos apoyarán una norma que obligue a bajar el porcentaje de arsénico en el agua potable, porque es un daño más o menos claro y cuantificable. Sin embargo muchas otras externalidades son bastante débiles, como las que atacan el consumo de cigarrillos, alcohol, bebidas azucaradas y muchas otras cosas que -bajo el pretexto de tener externalidades indeseables- se usan para que el fisco recaude más impuestos. Muchas de estas externalidades representan falsos consensos colocados por los políticos solo para sacarle plata a las personas usando el aparato coercitivo del estado. Cualquier excusa es buena y "el bien común" es una de las excusas más socorridas.