La Republica Socialista de Chile 4: Carlos Ibañez, el caballo

Alessandri era el cuco
Antes de entrar a lo nuestro, algo que se me olvidó en la entrada anterior. Cuando Arturo Alessandri fue candidato, los oligarcas que gobernaban -especialmente conservadores y ultramontanos- se asustaron mucho de su discurso populista, centrado en conseguir votos de los obreros y la clase media baja, que eran los más golpeados por el tsunami económico que estaba empezando. Esa elección fue en cierto modo "la madre de todas las batallas" porque se estaba jugando el fin de los 30 años de gobierno de la oligarquía.

Entonces ingeniaron un curioso plan para tratar de parar a Alessandri, don Ladislao Errazuriz que era ministro de guerra echo a correr el rumor que el Perú y Bolivia se aprestaban para atacarnos y el gobierno movió tropas para el norte, reclutaron jóvenes llenos de fervor patriótico, en fin, todo era solo un cambullón para tratar de distraer a la gente de los hechizantes discursos del León de Tarapacá. La farsa se descubrió casi enseguida y sirvió para ridiculizar al gobierno de Juan Luis Sanfuentes con la llamada "guerra de don Ladislao".

Y en realidad ni ganó con votos
Algo que ya casi nadie recuerda es que en la elección de 1920 Alessandri y su rival Barros Borgoño prácticamente empataron en los votos, la diferencia era pequeñísima y muchos votos eran disputados por ambos así es que se formó un "tribunal de honor" que decidió dar la presidencia a Alessandri. Como veremos más adelante los que tenían miedo de la llegada de Alessandri al poder no estaban tan perdidos porque los cincuenta años siguientes fueron uno de los períodos  más chuscos, ridículos y con gobiernos más dañinos de nuestra historia.

Ibañez, el conspirador eterno
El "ruido de sables" del que hablamos en la entrada anterior no se organizó solo, el que movía a las masas era un joven mayor de caballería -ya saben- don Carlos Ibañez quien estuvo siempre detrás de cada conspiración, candidatura o movimiento que hubo en el país. Tito Mundt, su amigo, describe así:

Hubo cola de gente en el San Vicente, y en primera fila llegó el general don Carlos Ibáñez del Campo que me dio por lo menos un litro del rojo líquido, en el cuál flotaban algunos corpúsculos de revoluciones y golpes de Estado que después me han servido mucho.

Vuelve Alessandri, traído por Ibañez
Luego de la renuncia de Alessandri y su asilo (el congreso la rechazó y cambió por un permiso de vacancia por un año) la junta militar nombró a Ibañez como ministro de guerra, el era en realidad el poder detrás de la junta y el ideólogo del movimiento, la junta militar duró poco, en 1925 Ibañez da un golpe de estado que la derroca y trae a Alessandri de vuelta al poder.

La Constitución del 25
A su vuelta Alessandri promulgó la Constitución de 1925 que volvía a dar poder al presidente y alargaba su período de 5 a 6 años, esta constitución duró más de 50 años, hasta 1980. Ibañez seguía siendo ministro de guerra y -seguramente inspirado en Portales- trataba de conducir desde allí al gobierno, así empezó la enamistad entre estos dos caudillos que duraría por varias décadas. Alessandri vuelve a renunciar y viene el primer gobierno de Ibañez, como presidente.

Empieza el carrusel
Para que se hagan una idea de lo turbulento de este período, entre 1920 y 1925 hubo ¡20 ministros del interior! incluido el futuro presidente Pedro Aguirre Cerda que se repitió el plato. Aquí empieza la anarquía y el carrusel de gobiernos . Si creen que esto fue mucho, esperen ver los años que vienen.

Enlace Ibáñez del Campo - Constitución del Estado. El sábado 21 del presente; en el templo de las Leyes, se efectuó, con gran solemnidad, este esperado matrimonio. Concurrió a la celebrada ceremonia todo nuestro mundo social. (29 de mayo de 1927.)

P.D. 1 Estoy haciendo solo un resumen, si quieren leer la historia completa de la manera más entretenida, escrita por dos testigos privilegiados pueden ver estos dos libros Las Banderas Olvidadas de Tito Mundt y Yo Soy Tu de Jorge Délano Coke

P.D. 2 Historia de una caricatura: "Don Arturo y el médico chino. 

Estaba yo una tarde pensando cómo tomarle "la onda" a don Arturo, cuando recibí un llamado telefónico. Era un amigo que me informaba que S. E. estaba siguiendo un tratamiento con el médico chino, exótico personaje muy popular en esos tiempos. Inmediatamente eché a funcionar "el mate" hasta plasmar la idea del mono adjunto. 

No se crea que las caricaturas le caen a uno listas, con lectura y todo: cada una representa un largo proceso de asociaciones de ideas. Para concebir esta de don Arturo empecé por recordar cuentos chinos y me vino a la cabeza uno en que un cliente atacado de una enfermedad sumamente social iba a consultar al doctor Chu, quien, después de hacerle un minucioso examen en el órgano afectado, le decía a su cliente: "No tiene lemedio, décalo pa meal". 

Basado en este cuento, llegué a concebir la caricatura que tanto éxito tuvo, que hasta el propio don Arturo me mandó sus felicitaciones por intermedio de un edecán militar. Por supuesto que nunca se supo el origen de la caricatura, pues ésta es la primera vez que lo revelo. Amigos de don Arturo me contaban después que cuando el León reconocía alguna de sus equivocaciones, repetía la frase que yo le había colgado al chino después de examinarlo: "Cabecha mala no tiene lemedio" (Coke)