La presidente irresponsable

Si bien la popularidad de la presidente Bachelet está por el suelo -más del 70% de rechazo- creo que los problemas más graves los está esquivando bastante bien hasta el momento. Básicamente son tres las situaciones  que deberían tener complicadísima a la presidente y hasta ahora se las ha arreglado para mantenerlas lejos del foco de atención de la prensa y del público. Tan graves son estos problemas que perfectamente pueden justificar un juicio político seguido de un juicio penal y finalmente una condena de cárcel.

Lo primero es el financiamiento ilegal de su campaña. Si Jovino Novoa fue juzgado y condenado, no existe ninguna justificación para que la presidente, habiendo cometido idénticos delitos con montos y perjuicio fiscal mucho mayores, esté libre y ejerciendo. Es una contradicción brutal que muestra como se usa la autoridad y el aparato judicial para (i) atacar selectivamente a los enemigos políticos (ii) blindar, proteger y dar impunidad a las más altas autoridades que cometieron idéntico delito. En otras palabras, los encargados de hacer cumplir la ley están actuando abiertamente como delincuentes, no recuerdo haber visto antes algo así en democracia.

El segundo problema es mucho más turbio y grave. Existe una conversación telefónica grabada, donde el principal imputado del juicio por una millonaria coima en el Registro Civil, menciona a la presidente Bachelet como destinataria final del dinero. No solo eso, el ex jefe de la brigada de intercepciones telefónicas de la Policía de Investigaciones, está actualmente preso por haber destruído las grabaciones originales de todas las demás grabaciones relacionadas con el caso. No resultaría difícil levantar el secreto bancario de los funcionarios que recibieron la millonaria coima y determinar a quien le transpasaron el dinero, a estas alturas todos los dedos apuntan a nuestra presidente porque la grabación conocida y la destrucción de las demás es un smoking gun en sus manos. Pero no hay investigación ni querella que logren tocarla. Este es un delito que -de ser acreditado- podría costarle prisión efectiva por su naturaleza, montos y agravantes.

Un tercer asunto de menor importancia pero que muestra el mismo patrón de conducta del aparato judicial -específicamente de la fiscalía- es que existe una querella en contra de la presidente por ejercicio ilegal de la profesión puesto que hasta el momento no ha podido acreditar que posee el título de médico cirujano, profesión de la que ella ha ostentado desde hace años. No costaría absolutamente nada que muestre su diploma de título y su concentración de notas, sin embargo ni ella ni la Universidad de Chile -cuyas autoridades confusamente aseguran que "si es médico"- han sido capaces de probarlo papeles en mano. Peor todavía, una de las últimas acciones de su defensa fue pedir la "prescripción del delito", lo que reconoce implícitamente que el delito fue cometido. ¿Y que pasa? Nada.

Mientras tanto, cada día aparece una nueva cortina de humo armada por periodistas y medios de prensa afines que mantienen a la opinión pública distraída de los verdaderos delitos. La colusión de las farmacias, de los pollos, del papel confort, de los supermercados, etc. La Fiscalía Nacional Económica se ha convertido en un brazo del aparato de propaganda del gobierno para copar la agenda pública, ayudada con entusiasmo por el ministerio público, esta vez si que son muy minuciosos y decicados con el máximo celo a "cortar pelos en cuatro". Con eso explotan la opinión de los simplones -de derecha e izquierda, la estupidez está democráticamente repartida en chilito- y ponen a viejas indignadas en la tele a despotricar sobre asuntos que jamás llegaran a entender, repiten como loros las frases que ya les pasaron mascadas y deglutidas.

Probablemente el "caso Caval" ya es otro de estos distractores, si no en su destape, al menos en la forma que se está desarrollando. Es un asunto de insignificnte importancia, que los simplones lo ven como el colmo de la inmoralidad. Pobres tontos, son incapaces de separar el perejil del pavo. Se tragantan con el perejil y se tragan el pavo como si nada.

Pese a la extrema impopularidad de Bachelet, todavía nadie se atreve a tocarla ni con el pétalo de una rosa. Todavía todo es culpa de "los otros" ella no tiene responsabilidad por nada, aparte de ser tan buena persona, tal vez medio limitada y buena para mentir, pero buena persona. Nadie se atreve a decir en voz alta alguno de los problemas más graves en que está metida. Porque los chilenos somos así: cobardes, oblicuos, atacamos por el lado o por la espalda. Todos los ataques furiosos contra el hijo, que hizo lo mismo que han hecho los hijos de autoridades desde hace décadas, son una expresión de ese modo de ser tangencial que tenemos. Nadie se treve a levantar la voz contra la presidente para acusarla de delitos, pero se desquitan oblicuamente pegándole al hijo que no tiene mucho como defenderse.

Bachelet ha descompuesto la política en dos años, salpicándola de más y peores escádalos que todos los que la precedieron, con un equipo de orejeros -decir consejeros sería demasiado generosos- torpes, impreparados, con más ganas que cerebro de los que nunca ha sido capaz de desprenderse. En su primera presidencia le impusieron un equipo y su mandato fue decoratrivo, por eso salió con tanta popularidad, nada la tocaba. Pero ahora ella escogió al equipo y lo hizo entre los más mediocres, tontos, incluso desaquilibrados. Es cosa de ver a la ex jefa de Gabinete de Dávalos. Parvularias y sociólogos de cuarta categoría en cargos clave, ahí está la explicación de fiasco tras fiasco, el gobierno está manejado por niños y viejas limitadas.

Pero esta descomposición de la política se traspasó a la oposición, que ya venía en una larga decadencia y se ha acelerado porque responde de la peor manera posible a la estupidez que representa Bachelet: por cada tontera que presenta su gobierno, ellos doblan la apuesta, la elevan al cuadrado y reclaman porque "no cumple sus promesas". Eso puede tener sentido en el muy corto plazo para ganar votos y cierta popularidad, pero es un cáncer que tiene a la oposición podrida moral y políticamente. Hoy son igual de brutos e incapaces como el equipo de Bachelet, especialmente los más jóvenes.

Hay muchos pescadores de río revuelto en esto, que se han subido al carro de los discursos contra "los poderosos de siempre", Sebastian Piñera fue uno de los primeros y resulta que hoy su segundo gobierno -muy probable- puede ser incluso peor que el actual de Bachelet, porque las ideas malas es mejor que tengan una mala implementación a que sean implementadas eficientemente.

Hasta ahora Sebastián Piñera y su sector no ha mostrado ningún escrúpulo y solo prometen hacer lo mismo que Bachelet pero mejor. Tiene grandes posibilidades de ser elegido y si no despierta de su sueño ególatra, reconociendo que su primer gobierno fue un fracaso y que el segundo puede ser mucho peor, será un verdadero peligro para el país. Algunos presidentes han aprendido de los errores de su primer períodos, pienso por ejemplo en Alan García, y han hecho un buen papel, espero que pase lo mismo con Piñera, aunque no tengo muchas esperanzas.

Lo más curioso que he leído en el último tiempo fue una columna de Hermógenes Pérez de Arce donde escribe que Ricardo Lagos, por lo menos tiene pantalones de estadista y podría cortar esta espiral de delirios de infantilismo político, en los que Piñera representa más de lo mismo. Algo de razón tiene, porque Lagos se ha atrevido a sostener opiniones contra corriente, por ejemplo en temas como las drogas y la persecución rabiosa de ex militares. En ese sentido es el único que hasta ahora se ha atrevido a hablar claro y a sostener opiniones propias, todos los demás parecen atrapdos en una histeria de puritanismo políticamente correcto. Pero no hay que olvidar que Lagos ha sido el presidente más corrupto que hemos tenido  desde 1990, le gana lejos a Bachelet.

Estamos entonces ante un dilema de elegir -como dijo Vargas Llosa- entre el cáncer o SIDA. La opinión de la gente es muy manipulable, no vale nada y se volcará hacia el mejor postor como lo ha hecho siempre, lo malo es que todas las ofertas en estos días son pésimas.

Me da cierta lástima la presidenta, no mucha porque es la responsable directa y única de toda la descomposición que está ocurriendo y no creo que esté libre de maldad e hipocresía, tal como muchas personas ya se han dado cuenta. Ella es la responsable y nadie se atreve a mostrarla con el dedo y pedirle cuentas, todos se van por los lados y critican cuestiones secundarias, siguen entusiasmados cada una de las cortinas de humo que arma su equipo, que eo es lo único que les está funcionando bien hasta ahora.

Es increíble, los cuentos se los tragan no solo en la izquierda sino que en toda la derecha política. No solo los viejos tercios sino especialmente los jóvenes, que compran consignas, piden perdón y repiten como loros sobre cuestiones que ni siquiera entienden.

Creo que lo peor del gobierno de Bachelet no ha sido la incompetencia, los errores o la corrupción, han sido tontos hasta para ser corruptos y los descubren una y otra vez. Entonces la gente se enfurece contra ellos y eso es bueno, no ha sido tan mal gobierno después de todo, mucho peor si hubiesen sido competentes en eso como fué Lagos. Pero han hecho un daño muy grande al traspasar su estupidez a la oposición, la derecha política está hoy mental y moralmente brutalizada y repite las mismas tonteras que este gobierno de asistentes sociales y sociólogos, se han descompuesto. Hoy son prácticamente la misma basura. Bueno, tal vez siempre lo fueron y les faltaba el catalizador,