Dinero, Política, Pasaportes y Padrón Electoral

Dinero y Política
La política se puede ver de varias formas, pero hay dos visiones predominantes. La primera es que existen algunas personas a las que les interesa el bien de la comunidad tanto o más que el propio, y están dispuestos a hacer esfuerzos y hasta sacrificios para ayudar a los demás, en particular a los que tienen más necesidades, a esta actitud le llaman tener "vocación de servicio".

La otra visión dice que al vivir en comunidad la gente necesariamente tiene que renunciar a algunas cosas como por ejemplo hacer lo que se le da la gana y buscar su propia conveniencia por sobre la de los demás. Según esta visión, los que tienen intereses más o menos afines se agrupan, ya sea en clases, asociaciones, grupos de interés, etc. para conseguir que los intereses de su grupo se impongan por sobre los intereses de otros grupos. Los políticos serían los dirigentes de estas clase o grupos de interés, es decir sus representantes.

La primera visión es una estupidez porque va contra la naturaleza humana y uno de los principales rasgos del comportamiento de las personas, J.K. Galbraith lo describió en su libro El Dinero, de esta manera:

"Esta es quizá, la única ley económica que nunca ha sido discutida, y ello por la razón que nunca ha tenido una excepción importante: La naturaleza humana puede ser una cosa infinitamente variable. Pero tiene constantes. Una de ellas es que, ante una alternativa, cada cual guarda lo mejor para si mismo, y también para aquellos a quienes quiere más".

Es obvio, todos los seres humanos buscamos primero que nada nuestro propio bienestar y el de nuestros seres queridos. Hay rarísimos casos, como Bill y Melinda Gates por ejemplo, en que personas piensan que tienen su bienestar asegurado y que pueden regalar buena parte de su fortuna en beneficio de la humanidad. Estos casos no solo son raros sino que son muy poco apreciados por el populacho. La gente alucina cuando Farkas, el payaso, regala billetes de 20 lucas a la gente que lo rodea o le pasa un par de miles de dólares a un deportista pobre, pero no les impresiona en lo más mínimo cuando Gates dona algunos cientos de millones de dólares a gente que realmente lo necesita en África. Vivimos en un mundo bien extraño.

Muchos tontos entran a la política deslumbrados con esa "vocación de servicio" pero bien pronto se curan de su tontera, se ponen hipócritas y comienzan a sacar provecho, como corresponde. La segunda visión, que supone una lucha permanente de grupos de interés en conflicto, porque muchos de sus intereses son opuestos y de suma cero, es mucho más realista, aunque pocas veces se entiende correctamente.

Malthus debe haber tenido algunas de las ideas estúpidas más populares de la historia. Incluso hasta los años 70, cuando yo era un jovenzuelo, muchísima gente creía que la sobre población iba a traer una hecatombe mundial, porque la producción de alimentos crecía en proporción aritmética mientras que la población humana crecía en proporción geométrica. Era un completo bruto, pero tan persuasivo que hasta convenció a los grandes economistas clásicos, como Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx, de otra de sus tonteras: que los poderosos se harían cada vez menos y con más poder, al punto que prácticamente toda la humanidad quedaría reducida a la esclavitud de una oligarquía muy pequeña.Prácticamente todas las ideas de Malthus han sisdo desacreditadas por la experiencia histórica, aunque todavía quedan grupos de brutos que las creen.

Una variable de esa falacia malthusiana es la falacia política que dice que los ricos se tomarán el poder político del mundo para si mismos, rduciendo a los pobres a un estado de esclavitud. De ser cierta tal estupidez, Creso habría esclavizado a toda Grecia Antigua y sus descendientes nos tendrían reducidos a la esclavitud. O los Borgia, o los Rotshild, para no retroceder tan lejos. La cosa real es mucho más sofisticada que eso.

Porque el poder de los más hábiles tiene un techo, siempre está limitado por el poder de la envidia de las muchedumbres. Por eso en la República Romana existían dos partidos: el de los Patricios y el de la Plebe, que se alternaban de manera regular entre golpes de estado y revueltas populares, algo que sigue ocurriendo hasta el día de hoy.

Esto está relacionado con el dinero y la política. Los tontos malthusianos, hasta los años setenta y después, pensaban que el poder del dinero le aseguraba a los ricos que podrían comprar votos y ganar elecciones sin inconvenientes, en su análisis mononeuronal creían que era casi imposible competirle a los ricos y esa era la justificación de los políticos de izquierda para robar al estado. Esa manera de pensar tomó fuerza a partir de la vuelta del socialismo al poder, con Lagos, sin embargo era extremadamente hipócrita porque los ricos a esas alturas ya eran socialistas y los que no lo eran les pasaban plata a los socialistas por la suerte de chantaje que les permitía al estar en el poder.

 Luksic, Angelini, Said, ya eran socialistas, las mayores fortunas nacionales y todos los ejecutivos de las multinacionales españolas, capturadas por el PSOE tenían un poder económico mucho mayor que los millonarios derechistas históricos, como la familia Matte. Otros financiaban generosamente a los socialistas por la suerte de chantaje que estos ejercían solapadamente desde el poder, Ponce Lerou por ejemplo, que pagaba cupo a todos los partidos y candidatos dependiendo de la capacidad de los políticos para proteger el negocio. Al más puro estilo Chicago.

La pobreza intelectual de la gente que llegó con Bachelet no se dio cuenta de esto, además eran tan deshonestos y se sentían tan blindados por el poder que creyeron que podrían destruir a sus enemigos por lo mismo que ellos hacían, sin que los salpicara una mota de barro. Que estúpidos más grandes. Idearon la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos, creyendo que además de sus coimas podrían sacarle plata al fisco -nuestros impuestos- con total impunidad. Ahora están pagando las consecuencias, y están recién empezando a pagar.

Pasaportes y Padrón Electoral
Creo que nadie todavía ha hecho la pregunta del millón ¿que clase de "error" puede haber ocurrido en el Servicio de Registro Civil para que casi medio millón de personas les hayan cambiado su domicilio, incluso a lugares donde jamás han vivido? Creo que los computadores no cometen esa clase de errores, pienso que necesariamente alguien metió la mano en un intento burdo de hacer fraude en las elecciones de este domingo.

El Servicio de Registro Civil es otra caja de Pandora a la que le queda mucho por explotar. Todo comenzó con la licitación de los nuevos pasaportes, donde hubo un multimillonario fraude (cientos de millones de dólares) y se interceptaron conversaciones que incriminaban directamente a la presidente Bachelet, como beneficiaria de las coimas para su campaña presiidencial. La versión oficial dice que solo una intercepción sobrevivió porque las demás las destruyó el detective que estaba a cargo. Eso es mentira, si se guardaron en medios magnéticos los audios son perfectamente recuperables, y si los discos duros desaparecieron físicamente se debería hacer la misma presunción que se hace automáticamente al que se niega a una alcoholemia: culpable.

Ahora salió la adulteración de las direcciones para el padrón electoral que gatilló -por fin- la renuncia de la ministra Blanco, una de las antipáticas señoras del centro de madres, notable por su incapacidad y desfachatez. Pero lo peor ocurre ahora, cuando se descubre que el ministro reemplazante, recién nombrado y que llegó para "cortar cabezas" de los responsables, es el mismo abogado que defiende a la empresa Francesa Morpho a la que hacen responsable del cambio.

Como en los tiempos de Caligula, los locos se tomaron el palacio. Solo faltaría que la presidente se case con su hermano (si lo tuviera) y nombre de consul a un caballo. El mundo está patas para arriba por estos días.

P.D. Aunque la propuesta de Miguel Paz respecto al financiamiento político me parece muy ingenua, creo que hace un análisis inteligente en Mitos, Leyendas y Verdades sobre el vínculo del Dinero y la Política en Chile. Mucho mejor que las estupideces que predica Matamala, el "rostro" de CNN, rey del cliché, la pluma pagada y la desinformación.

P.D.2 Me aclara María Eugenia Ávalos Díaz que  Adam Smith era mucho más viejo que el reverendo Malthus, pues murió en 1790, mientras que Malthus pulicó en 1798, es una buena observación y probablemente no ejerció la influencia en Smith como yo puse. Pero lo que si se nota muy claro en La Riqueza de Las Naciones es que Smith estaba muy influenciado por la idea de los rendimientos decrecientes, la acumulación de capital al infinito, etc. ideas que fueron muy populares en esos años y dieron pie a El Capital de Marx, así como a la famosa predicción marxista que el capitalismo se iba a derrumbar "fruto de sus contradicciones internas". Ese fue un error de todos los economistas clásicos y en cierto modo persiste hasta hoy en los políticos.