La educación y el cambio

Cambia, todo cambia
Varias veces he escrito acá mismo sobre lo rápido que cambian las cosas, es un proceso acelerado como la expansión del universo, parece que a medida que pasa el tiempo las cosas cambian más rápidamente. Hasta que tuve diez años yo no conocía la tele, en 1962 vi por primera vez un partido del Mundial en el Geloso de 23 pulgadas que tenía la Fuente de Soda Wally, luego pasaron varios años antes que los televisores se popularizaran, recién en 1969, cuando viví en casa de mi hermana en Arica podía ver tele en casa todos los días.

Algo parecido pasó con los transistores, cuando yo estudié para técnico electrónico, en 1974-1975, la mayor parte de los circuitos que se enseñaban eran con tubos de vacío y recién en 1975 se empezaban a enseñar como novedad circuitos con transistores, todos conocíamos al dedillo el tubo 6DQ6 y sus características, hoy nadie sabe de que diablos se trata. La irrupción de los transistores fue mucho más rápida y en 4 o 5 años las válvulas ya estaban extintas.

Muy poco tiempo después aparecieron los circuitos integrados y a fines de los setentas ya existían los computadores en un solo chip, los que hicimos laboratorio con el kit SDK-86 recordamos con cariño nuestro querido Intel 8086, el tatarabuelo de los actuales procesadores electrónicos. En 1981 aparece el IBM PC, después de una larga serie de experimentos con computadores personales Radio Shack, Atari, Sinclair, Amiga, el PC marcó la estandarización del computador personal, concepto que sigue reinando sin contrapesos hasta hoy.

Lo que ha cambiado ahora es la densidad de la electrónica, junto con una baja vertiginosa de los costos. En 1982 yo vendía el computador Casio FX-900P en 2.500 dólares, pocos años después vendí un Epson Equity 1, que era el clon del IBM PC en la misma suma, solo que era unas 50 veces superior, tal vez más. El crecimiento del poder y abaratamiento de costos ha seguido a un ritmo vertiginoso. Hoy con 2.500 dólares me podría comprar un computador monstruoso que ni podría aprovechar.

No solo televisión y computadores han seguido este cambio acelerado, en una sola generación, cuando yo era chico existía el telégrafo con operadores de código Morse, mi suegro era telegrafista, profesión que hoy es tan obsoleta como la dactilografía, es decir la habilidad para escribir a máquina. Hoy las máquinas de escribir son piezas de museo, pese a que todavía se usaban cuando empezé a vender mis programas en los tribunales en la década del 90.

Si a mí en los sesentas, alguien me hubiese dicho que podría comprar directamente en China, cosas tan baratas como de uno o tres dólares, desde mi casa, y que el cartero llegaría a mi casita igual que Santa Claus a dejármelas me habría muerto de la impresión, lo mismo si me hubieran dicho que podría comunicarme con cualquier persona en cualquier parte del mundo, en directo y por un costo cercano a cero. Para que hablar de la aparición del casette, los CD y las memorias USB, o las máquinas de foto y video electrónicas. en fin, la lista de cambios es vertiginosa

Pero no todo cambia
Todo esto es asombroso, aunque apenas nos damos cuenta, pero existe otra cosa todavía más asombrosa, aunque aterrorizante. Si entramos a una sala de clases de escuela básica, o a un liceo secundario, o a las aulas de cualquier universidad, no veremos prácticamente ninguna diferencia con lo que se enseñaba hace 50 años atrás. Bueno, hay diferencias menores en la forma y en algunos detalles, pero los métodos, objetivos y visión siguen siendo exactamente las mismas.

Continuamos usando el paradigma de "conocimiento es poder", intentando que los alumnos memoricen conocimientos exclusivos, que les darán ventajas sobre aquellos que no los tienen. Como si no existiese hoy Internet, Google y Wiipedia. La Universidad de Tarapacá ostenta orgullosa un edificio de biblioteca de varios pisos, repleto de textos, hoy el edificio pasa vacío y los libros acumulan polvo en las estanterías ¿que sentido tiene buscar conocimientos en los libros, cuando en Internet, al alcance de un clic tenemos la biblioteca más completa y fabulosa que existe?

En la entrada de la Escuela de Ingeniería Electrónica hay un gran brazo robótico que, hasta donde yo se jamás lo han encendido, lleva años allí en calidad de estatua ¿Y qué con eso? Para programar un brazo robótico no se necesita un ingeniero, tengo un amigo que es industrial que instaló y programó el suyo él mismo con un amigo mecánico, mucho más útil sería que los alumnos experimentaran con Arduinos y Raspberri Pi, pero como el profesor más joven anda por los setenta (si no en edad en mentalidad) todavía tienen la añeja idea que "la robótica es la profesión del futuro".

A medida que los cambios del mundo se aceleran, la educación formal se hace cada día más inútil, son dos procesos que van estrechamente tomados de la mano, llegará un momento en que toda la educación secundaria y universitaria será completamente inútil, no va a valer nada y creo que nos estamos acercando a eso. Antes estudiábamos para adquirir conocimientos únicos y útiles que nos permitieran diferenciarnos, hoy estudiamos para tener una credencial, que como los billetes en tiempos de inflación, pierde una parte de su valor todos los días.

Y todos discuten, hacen leyes y salen a protestar a la calle sin darse cuenta de lo que está pasando frente a sus narices con la inflación de títulos y credenciales académicas. Que cosa más increíble, cuando se den cuenta ya va a ser demasiado tarde y seremos como Cuba donde los ingenieros nucleares se ganan la vida manejando taxi, o como Bolivia donde hay médicos que se dedican a vender ropa usada. Solo que ya no habrán taxis y la ropa usada no la comprará nadie. Nunca la educación había estado tan desfasada de los cambios como ahora