Ahora quemaron a Kast

Gran revuelo provocó la quema de un mono con la imagen de José Antonio Kast hecha por el "Centro Cultural Playa Ancha" de Valparaíso en el evento que hacen todos los años llamado "Gran quema de Judas". Quemar un mono es una tradición de los barrios que a mi siempre me ha gustado, de hecho antes, para los años nuevos siempre quemábamos uno con gran algarabía detrás de mi casa, ahora con las nuevas construcciones ya no puedo por el riesgo de armar un incendio, pero siempre me ha parecido una tradición divertida e inofensiva. Para recibir el año 2006 por ejemplo, quemé a Bachelet y Piñera (hicimos un mono con dos caras) y nos divertimos bastante. sobre la quema de Kast, los del centro cultural dijeron "se eligió por su intolerancia, la xenofobia, su discurso violento y agresivo con minorías", ellos los tolerantes.

Es una tradición en muchos barrios, tal vez en todo el mundo, las más elaboradas son tal vez los enormes ninots que se queman en la fiesta anual de Las Fallas, en Valencia, donde es normal prender fuego a muñecos que representan a políticos y gente de la farándula. Como los centros culturales son un nido de flaites y de izquierdistas duros, no es raro que hayan elegido a Kast para quemar este año, sin embargo existe cierta connotación especial porque nuestro candidato a presidente para el 2022 tiene vueltos locos a la izquierda más dura.

Ya hablamos de la encerrona con golpiza que le dieron unos cobardes en la Universidad Arturo Prat y de los múltiples mensajes donde llaman a matarlo o golpearlo, que han inquietado mucho a sus simpatizantes, cosas como estas de las que esté lleno Twitter

O sea que hay un hilo conductor clarito, la izquierda está enloquecida tratando de parar a Kast porque le tienen terror. Y ese miedo proviene de las palizas dialécticas que les ha dado, uno por uno, a las "figuras" de la izquierda con las que ha debatido, lo he visto humillar sucesivamente a Beatriz Sanches, Nicolás Grau, Javiera Parada, dejar mudos a periodistas de izquierda acostumbrados a acorralar a sus entrevistados como Matamala, Paulsen, Neme y muchos más

Es algo nuevo para la izquierda, estaban acostumbrados a dirigentes de derecha tontos, limitados, fáciles de hostigar y de dejar callados. Piñera le tiene miedo a la izquierda y siempre les busca por la buena, con los periodistas de izquierda parece un gatito regalón, lleno de sonrisas y palabras melosas, eso se da con prácticamente todos los demás políticos de derecha. Pero ahora Kast, muy calmado, sin levantar jamás la voz pero muy agudo y firme, se las arregla para dejar callado a cualquiera. Eso los humilla y los asusta. En un país muy mediatizado Kast puede sepultar las ambiciones izquierdistas para siempre.

Como no encuentran por donde agarrarlo, a los creadores de relatos o sea los cuenteros o asesores comunicacionales como les llaman ahora, se les ocurrió inventar a un José Antonio Kast extremista, una especie de nuevo Hitler, negacionista del holocausto, predicador del odio. Esa es una necesidad vital para la izquierda, crear un personaje y para eso tienen primero que creerlo y convencerse ellos mismos.

Por eso la agresividad y la rabia, por eso hablan de "su intolerancia, la xenofobia, su discurso violento y agresivo con minorías", necesitan un personaje de esas características que justifique que lo funen, lo ataquen en grupo y lo censuren. Cada vez que Kast aparece en un medio o en las redes sociales es una puñanada en el estómago para ellos, para que hablar cuando humilla a sus figuras y los deja como tontos.

El problema amiguitos, es que Kast jamás en toda su carrera política, ha dicho una frase de violenta intolerancia, mucho menos de xenofobia o discurso violento contra alguna minoría, cuando alguien pide una cita de Kast hablando de odio o violencia contra alguna minoría se escucha "cri-cri-cri", nada, niente, nul, no tienen nada para citar porque ese odio no existe, se encuentra solo en la mente de los asesores comunicacionales y en la imaginación de los jovencitos bestias de izquierda, llenos de odio ellos mismos, que lo proyectan en Kast por razones tan estúpidas -y medio homosexuales diría yo- como ser rubio y tener ojos azules.

El cuento de Kast xenofobo o Kast negacionista solo prende en la mente de los resentidos más básicos, que necesitan creer cualquier cosa para odiarlo, pero la gente común y corriente se da cuenta que Kast es un tipo de derecha, pechoño, tal como cientos de miles de chilenos y que aprecia muchas de las cosas que hizo el Gobierno Militar, tal como el 46% de los chilenos que votaron por el "Si" en 1998 y buena parte del 54% que votó por Piñera en las últimas elecciones. Eso enfurece a los simios pero es la triste realidad a la que tendrán que acostumbrarse, se les terminaron los buenos tiempos.

La pregunta importante en todo esto es ¿correrá peligro real la vida de Kast en manos de alguno de estos macacos resentidos? El riesgo siempre existe que un loquito sin vida y con una pistola se decida a hacer un magnicidio, como lo hicieron con Jaime Guzmán, pero creo que el crimen de Guzmán fue muy diferente, hubo una organización terrorista (el FPMR) y un gobierno extranjero (Cuba) detrás del atentado, financiando planificando y haciéndose cargo de la logística.

Hoy no existe nada de eso, los "extremistas" de la CAM son una pequeña banda de ladrones, con objetivos oportunistas, principalmente económicos, cobardes y pencas, los anarquistas son mocosos también cobardes, incapaces de enfrentarse a nadie. No digo que sea imposible, pero la posibilidad la veo muy remota, afortunadamente.

La izquierda hoy es retórica, bocones que ladran como perros chicos detrás de la reja, siempre que saben que están protegidos y no les va a pasar nada, ya nada es como antes, ni siquiera los terroristas.