La sabiduría de las tonteras

Me cae muy bien Juan Gervas, a pesar de su estrepitoso estilo y muchas tonteras que a veces dice es un médico de muy altas calificaciones, aunque modestamente se pone "médico rural", y lo que dice tiene puntos sumamente importantes que han estado siendo abandonados poco a poco por la mayoría de los médicos bajo la presión y los incentivos perversos que tiene la profesión por estos días.

El paradigma que hoy casi nadie discute es el paciente como una máquina y el médico como un mecánico. Esto no es un modelo malo en la medida que se entiendan y respeten algunas restricciones fundamentales que tiene pensar de esa manera.

La primera restricción es que la muerte es inevitable, igual que los cuernos como ya hemos aprendido de la Ley de Hierro de Bradanovic. Sin embargo aunque es cosa obvia y bien conocida por todos, esta es una realidad que tratamos de desconocer y negar. Si partimos por aceptar que nos tenemos que morir, eliminaremos una buena cantidad de preocupaciones y nos ahorraremos buena cantidad de plata y sufrimiento. No hay cosa más tonta -a mi modo de ver- que "luchar contra la muerte", es absurdo.

Si uno piensa que el cuerpo es como una máquina -digamos como un auto- podríamos concluir que con muchos cuidados, cambios de aceite y todas sus mantenciones hechas puntualmente, combustible y lubricantes de buena calidad, buen cuidado de la carrocería y un manejo cuidadoso, la máquina -nuestro cuerpo en este caso- nos puede durar indefinidamente, o muchísimos años a lo menos.

Pero no es así, nuestro cuerpo es infinitamente más complicado que cualquier máquina y -en lugar de mecánicos- tiene la capacidad de repararse solo, en realidad tenemos la ilusión de ser una misma persona, pero materialmente todas nuestras células son cambiadas completamente muchas veces a lo largo de la vida, somo más como una colonia de hormigas que como una sola persona o unidad, como creemos ser.

Por otra parte tenemos millones de sistemas diminutos que intercambian energía y que pelean entre si internamente, algunas de nuestras células se reproducen y otras se comen a sus vecinas, si la reproducción se desordena, nos aparece lo que conocemos como "cáncer", etc-Conversaba ayer con mi buen amigo Felipe Veloso, que es un gran biologo y me comentaba sobre su investigación de los ratones lampiños, una rara especie que tiene un envejecimiento extremadamente lento y no desarrollan cáncer.

Le preguntaba como regulaban su población entonces, si no envejecían ni les daba cáncer y me dijo algo muy interesante "se mueren de lo que se mueren la mayoría de los animales en la vida salvaje: de hambre, predación, enfermedad… ser animal y morir de viejo es casi un lujo en el planeta". Es cierto y no me había dado cuenta de lo "antinatural" o inusual para ser más preciso, que resulta morirse viejo, por desgaste.

Todos pensamos que una buena salud es lo más importante, es la mayor riqueza que podemos tner en nuestra vida, pero los conceptos de "buena salud" son muy variados y en la mayoría de las personas -yo creo- son conceptos sumamente equivocados.La buena salud no puede ser sinónimo de ausencia de enfermedades, porque estar enfermo es parte de estar vivo, los únicos que no se enferman son los muertos. Sin embargo mucha gente piensa que para estar sano hay que suprimir las enfermedades, que es lo que ofrecen muchos médicos, entoncs basta con gastar suficiente plata en mantención y viviremos 120 años.

Eso funciona en un auto o en cualquier máquina: si suena un rodamiento lo llevamos al mecánico para que lo cambie y ya. Pero las enfermedades son procesos mucho más complejos, verdaderas guerras que se libran dentro del cuerpo y los médicos tratan de ayudar a "los buenos" con drogas y tratamientos, eso a veces funciona y a veces no. Algunas drogas y vacunas han tenido mucho éxito en erradicar enfermedades infecciosas, pero muchas otras no solo no tienen éxito sino que también producen dolor y sufrimiento -hasta muerte- y pueden ser peores que la propia enfermedad.

¿Como saber qué funciona y qué no? En principio ningún tratamiento médico "funciona", en el sentido que no existe manera de evitar la muerte, hasta el doctor más sabio de la historia termina estirando la pata. Lo que a veces pueden hacer drogas y tratamientos es retardar los procesos naturales. Además como se trata de procesos extremadamente dinámicos, de intercambio de energías, los efectos de las drogas no son solo los físicos y obvios que conocen los médicos, hay muchos más asociados a procesos mentales por ejemplo, que son completamente desconocidos e inesperados.

Yo francamente prefiero una enfermedad fulminante y una muerte inesperada, eso es el ideal, lo que podría decirse "el regalo del cielo" pero si me toca una agonía lenta y dolorosa, como la de mi amigo que estuvo agonizando un año, habrá que aguantarla nomas, cuando llegue el momento ya veremos.

Por mentalidad y por actitud frente a la vida yo aborrezco la idea de hacerme chequeos o revisiones médicas, por si me encuentra una enfermedad en sus etapas más tempranas. Eso de hacrse exámenes completos todos los años por si a uno le encuentran algo lo considero la más grande de las estupideces. Si estoy enfermo y tengo -en este momento- un cáncer sin síntomas, que me va a hacer sufrir como el diablo cuando me llegue, mala suerte. Si se está gestando un derrame cerebral que me va a matar de manera fulminante en cualquier momento, buena suerte. Si en lugar de matarme me deja tetrapléjico, mala suerte.

A mi no me preocupa lo que me esté pasando ahora, mientras no me duela ni me moleste nada, estoy sano como un roble porque no hay palabras más sabias que las que escribió Shakespeare en su momento: "El cobarde muere mil veces, el valiente solo una".

Y a propósito, si sueñan con envejecer muy, muy lento y estar seguros que jamás van a tener cáncer, deberían resignarse a tener esta apariencia, miren: