El día de la marmota con el perro alemán

Sábado, el día de la marmota. Terriblemente aburrido, se me ocurrió hacer un pequeño video con la educación de von Beppy, el más alemán de los perros. Es muy entretendido jugar con él y por alguna razón yo me llevo muy bien con los perros. Creo que ya les había contado lo notable que es la genética de los pastores alemanes. Ahora en la casa tenemos dos perros, uno es un yorkshire terrier, muy nervioso, desconcentrado  incapaz de aprender la cuestión más sencilla, parece que tiene el cerebro de una mosca. Pero toda moneda tiene dos caras porque es un excelente perro guardián, no por lo valiente sino por lo histérico, cuando alguien se acerca a la casa a cualquier hora se pone a ladrar como loco. Una verdadera campanilla con un oído hiper desarrollado, también hace un buen trabajo en casa.

Von Beppy por el contrario es flemático, muy tranquilo y seguro de si mismo pese a su corta edad, aunque se enloquece jugando puede parar su agitación con solo una orden, porque tiene claro que ser obediente le traerá un premio, el perro chico -Simón- no es capaz de entender esas cosas. Como conocí a los dos perros desde chicos he podido ver la gran diferencia de temperamentos, nunca he creído que la genética tenga algo que ver con el carácter de las personas (mucho menos con las habilidades) pero en los perros tengo muy pocas dudas que es así.

La asociación entre.perros y hombres debe ser de las más antiguas que existen,  se han encontrado muestras de esta sociedad desde hace unos 16.000 años, cuando los homo sapiens todavía no empezaban con la agriculura. La historia de la civilización es también de las domesticaciones, y la del perro debe ser de las primeras. Incluso algunos creen que el sapiens extinguió a los neardentales, más fuertes y poderosos, con la ayuda de los perros.

Los perros de guerra fueron el arma más aterrorizante que trajeron los españoles, los indios les temían mucho más a ellos que a las armas de fuego y los caballos, aunque en América existían los perros antes de los españoles, estos eran chicos y mudos, los indios solo los usaban como mascota o para comerlos, el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo .relata

Eran todos estos perros, aquí en esta e las otras islas, mudos, e aunque los apaleasen ni los matasen, no sabían ladrar; algunos gañen o gimen bajo cuando les hacen mal.

Los primeros en traer perros para la defensa fueron los curas, y por el éxito que tuvieron llegaron de manera regular junto con los conquistadores, principalmente mastines, galgos y sabuesos, perros que eran capaces de matar y despedazar a un toro bravo o a un indio, sin dejar de ser el mejor amigo de su amo.. El perro puede ser un animal extremadamente peligroso si no está domesticado o si lo entrenan para ataque o pelea, en África se usaron perros para cazar leones cebados y otros grandes animales, con mucho éxito.

Los perros de guerra iban siempre en primera línea en las batallas, causando el pánico y la desbandada. además eran valiosos guardianes y rastreadores. Ya en esos años los perros tenían similares derechos que los soldados, desde luego tenían grado e iban ascendiendo de acuerdo a sus méritos y valor mostrado en combate. También recibían sueldo como todos, un buen perro de guerra recibía -equivalente en comida- igual sueldo que un ballestero humano. Uno de los perros más famosos de la conquista fue "Becerrillo" el perro del conquistador Juan Poncede León y Figueroa, que murió ya viejo, combatiendo, como cuenta Fernández de Oviedo:

“… le mataron los caribes, llevándolo el capitán Sancho de Aragón; el cual, por causa deste perro, escapó una vez de entre los indios herido e peleando todavía con ellos; y echóse el perro a nado tras un indio, e otro, desde fuera del agua le dio con una flecha herbolada, yendo el perro nadando tras el otro indio, e luego murió; pero fue causa que el dicho capitán Sancho de Aragón y otros cristianos se salvasen; e con cierto despojo, los indios se fueron”

El perro tiene bien ganada su fama de mejor amigo del hombre, pero también puede ser un animal muy peligroso para quien no es su amo. Esto no lo entienden los que tienen una idea idealizada de los animales y los asimilan a una especie de seres humanos menos desarrollados, "más puros", con "amor incondicional" y otras tonteras por el estilo. Mucha gente llena de egolatría, se hace esas ilusiones para suplir sus propias carencias emocionales, son los que "adoran" a los animales y desprecian a las personas, en realidad no adoran a los animales sino que se adoran a si mismos, al sentirse omnipotentes frente a un animal que no los cuestiona.

Los animales son maravillosos y pueden ser grandes compañeros para las personas psicológicamente equilibradas, no así para los flaites con pitbull o para la gente perversa, o los egoistas que se rodean de animales porque nadie los soporta. En fin, mientras escribo todas estas tonteras que se me ocurren me caliento los pies con Duke von Beppy, mi perro alemán a quien ya quiero mucho, pero nunca sería tan tonto para pensar que él me quiere de la misma manera, para decirlo de manera más clara, yo quiero al perro porque es mi compañero de juegos y de ratos de ocio, el perro me quiere a mi porque se acostumbró a mi olor a pata, a mi transpiración y eso le gusta. Además cuando hago ejercicio se echa al lado mío y me imita ¿qué más se puede pedir? Nada que decir, es un excelente perro alemán