Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde

Y eso pasa con muchísimas cosas, la salud es el caso más típico, Todos decimos "menos mal que tenemos buena salud, eso es lo más importante", pero una cosa es decirlo y otra es creerlo. En realidad no creemos que la buena salud es lo más importante, pensamos que es lo lógico, natural y esperable, por eso cuando nos enfermamos nos ponemos furiosos y nos sorprende "como me pudo pasar esto a mi, por qué yo?" eso es lo primero en que penasmos. 

No vemos las enfermedades como algo natural, menos la muerte,, porque el progreso y la tecnokogía nos han creado la falsa sensación que las enfermedades y la muerte son algo anormal y extraordinario. Nada de eso, son lo más normal e inevitable, solo que no nos damos cuenta de eso hasta que nos llega la hora. Entonces nos aterrorizamos, como si fuera gran cosa.

¿Quien no ha ssabido de una persona diciendo "no me quiero morir doctor"? Creo que por eso, yo jamás habría podido trabajar en nada relacionado con la medicina, no soportaría ver un espectáculo de esos. Esta bien que tengan miedo de las enfermedades y sobre todo del dolor, yo mismo soy super gallina en ese sentido, pero ¿no querer morirse? Me parece absurdo, indigno y sobre todo inútil. No digo que las enfermedades sean algo estupendo, pero hay que aceptarlas sin ponerse a chillar cobardemente, hay que aguantar nomás, los choros mueren callados.

Pero no solo en la salud, hay muchas otras cosas que damos por "naturales" y cuando nos faltan nos damos cuenta de lo valiosas que eran. Cosas simples como tener agua, electricidad y comer todos los días, no son lo natural para todos. Yo  veo a muchos youtubers de Cuba que tienen que llevar baldes con agua para su casa en edificios de diez pisos, por la escalera, también veo que allá cortan la luz hasta ocho horas todos los días, no hay combustible ni para la locomoción pública así es que tienen que caminar kilómetros diariamente. Para que hablamos de lo que les cuesta consegir algo de comida. Yo recuerdo todas esas situaciones cuando era chico, pero tuve la suerte de pasar de pobre a próspero, el paso en sentido contrario debe ser muy duro.

Tampoco valorizamos la seguridad, personal y familiar. Cuando fuimos el país más seguro de América del Sur. los chilenos rara vez lo valoramos, lo veíamos como algo natural y muchos se dejaron engañar con el cuento de la policía abusadora y los derechos humanos de los criminales. Muchos siguen con esas ideas absurdas. Es muy difícil de entender que un homo sapiens sapiens sea incapaz de darse cuenta de lo que ha ocurrido: pasamos de ser un país muy seguro a uno de los más violentos del mundo en solo un par de años. Y eso es consecuencia directaa quitarle atribuciones a la policía y empoderar a los criminales. Es difícil de entender que hay en la cabeza de esa gente, pero así ocurre, muchos siguen igual de brutos, pese a la evidente realidad.

Ahora que estamos en el punto más bajo de nuestro ciclo de decadencia, cuando se produce el festín de los audaces y de los demagogos mientras todo va en caída libre, es cuando nos empezamos a dar cuenta de todas esas cosas valiosas que antes tuvimos y hoy hemos perdido.

Pero igual que con las enfermedades y la muerte, lo único decente que podemos hacer es enfrentar lo malo con buena cara, agachar la cabeza y seguir para adelante convencidos que todo va a cambiar para mejor, y que está en nuestras manos hacer lo que podamos por que las cosas mejoren. No hay otra, ponerse a chillar por las cosas malas que están pasando es eunuco e inútil.