Vamos bien, mañana mejor

Un desastre sorpresivo
El rechazo a la idea de legislar una reforma tributaria me tomó por sorpresa. Me equivoqué cuando hace pocos días escribí acá mismo que de los cuatro frentes que tendría que acometer el gobierno, la reforma tributaria era donde tenían más posibilidades de ganar.

Y es que los chilenos amamos las subidas de impuestos, es impresionante. Desde el año 1920 nos vienen repitiendo que los mayores impuestos solo los pagarán los más ricos y se usarán para beneficiar a los más pobres ¡103 años cayendo repetidamente en el mismo engaño!

La verdad obvia es que los mayores impuestos los pagan los más pobres y se usan para beneficiar al selecto club de los señores políticos. Ellos son los beneficiarios directos y reales, aparte de las pocas migajas que le tiran al populacho para mantenerlos engañados. 

Eso es lo que se ha comprobado siempre, sin ninguna excepción en cada reforma tributaria.

Algo nunca visto antes
Pero en fin, la verdad es que no recuerdo un solo caso en mi vida en que un proyecto importante de reforma tributaria haya sido rechazado en el congreso, esta es la primera vez que veo algo así y muestra la extrema debilidad en que se encuentra el gobierno.

Es cierto que se rechazó por pequeño margen y por venganzas mezquinas en un parlamento fragmentado, lleno de rifleros y oportunistas, pero da lo mismo, nunca antes un gobierno había tenido una derrota tan estrepitosa con un proyecto de ley, jamás que yo recuerde.

La seguidilla de impuestazos
El Gobierno Militar entregó la economía a tope, con las enormes inversiones mineras que dieron los 10 años de crecimiento y terminó con un gesto grandioso: bajando los impuestos. 

En 1988 se bajó la carga de impuestos personales, la tasa máxima marginal del impuesto a la renta y se bajó el IVA desde 20% a 16%

No duró mucho, apenas llegaron los señores políticos en 1990, pensaron que necesitaban más plata, revirtieron las reducciones al impuesto a la renta, las utilidades reinvertidas volvieron a pagar impuestos y la tasa subió del 10% al 15%

En 2014 ya la economía venía a la baja y se volvieron a subir las tasas, subiendo otra vez los impuestos de primera categoría de 20% a 27% mientras que la tasa marginal máxima volvió a bajar, esta vez a 36%, con lo que muchos que antes estaban exentos empezaron a pagar.

Esta vez los poetas de la economía volvieron a adornar con lindas frases una propuesta que significaba un nuevo garrotazo, esta vez masivo. 

Muchas figuras perfectamente legales para bajar el pago de impuestos fueron calificadas de "elusivas" con lo que proponían inventar nuevos delitos, asim9smo proponían la creación de nuevos y mayores impuestos al capital, a las rentas de capital e incluso a la formación de capital humano.

Creí que era una guerra perdida
Mis buenos amigos de la revista Economía y Sociedad me habían mandado estos cuatro artículos donde detallaban con buenas razones por qué la reforma tributaria era una pésima idea:

No al impuestazo 1
No al impuestazo 2
No al impuestazo 3
No al impuestazo 4

Francamente no comenté nada de eso pensando que era una discusión inútil. Los argumentos estaban muy bien pero no se puede discutir de literatura con un analfabeto ni de física con alguien que solo sabe de poesía  o de fútbol. Simplemente no entienden el idioma en que uno les habla, tampoco son capaces de entenderlo, aunque trataran

¿Para qué discutir entonces? Mejor dejar que operen otros mecanismos, más burdos y emocionales, que la chusma parlamentaria pueda entender.  

Y operaron, fue un milagro porque muchos votaron en contra, por las razones equivocadas y a veces mezquinas pero votaron en contra, rompiendo con una larga tradición de los chilenos de caer siempre en el mismo engaño.

Eso no quiere decir que esté mal elaborar análisis técnicamente sólidos, argumentarlos y defenderlos. Pero también hay que entender que los que cortan el queque al final -los parlamentarios- son un montón de palurdos incapaces de entender los razonamientos más simples.

No solo eso, la mayoría son sinverguenzas y ladrones carcomidos por una ambición sin freno. Para ellos "inteligencia" significa la capacidad de manipular situaciones y personas para maximizar su beneficio personal, la inteligencia Jiles por ejemplo.

De lo malo salió algo bueno
Pero en fin, ese fue el milagro porque de lo malo salió algo bueno. 

Desde hace años yo veo y vengo hablando de una tendencia a la vuelta de los valores tradicionales de la derecha en Chile. Todos me dicen que estoy loco, porque viven cegados con la pelea chica y contando los goles como hinchas de alguna barra brava.

Pero en el largo plazo esa es una tendencia sostenida y firme, por eso el Partido Republicano sigue tomando posiciones, lento porque no ha caído en la trampita de meter goles de corto plazo para agradar al populacho, eso nos hace avanzar más lento pero no importa, el avance es seguro, inexorable.

Todavía la mayoría de los que votan son en su mayoría palurdos, ignorantes y tontos pillos, que piensan con la parte baja de los intestinos al momento de votar. Eso ocurre en todo el espectro político e incluye mucha gente del partido en que yo milito. 

Pero finalmente -aunque sea por motivos equivocados y torpes- han terminado decidiendo bien, la tendencia es firme y el gobierno de Boric, a quienes siempre les he deseado el fracaso más estrepitoso, no ha dejado de caer desde el momento en que se instaló

Vamos bien, mañana mejor.