Otro amargo aniversario
En los años noventa el 5 de octubre se celebraba con bombos y platillos, en cambio ayer prácticamente nadie recordó que hace 35 años, el pueblo de Chile rechazó la candidatura de general Pinochet en el Plebiscito Nacional de 1988 para que siguiera siendo presidente.
Eso marcó el fin de los 17 años de Gobierno Militar, la vuelta al poder de los políticos y -según yo- el comienzo del proceso de descomposición en Chile que al parecer ya está terminando en estos años.
Chile es país de poetas, así es que los campeones de la lírica bautizaron a este infausto acontecimiento como "el retorno de la democracia".
Creo que es innecesario escribir sobre cada gobierno -que desde Patricio Aylwin hasta Boric- fueron arruinando sistemáticamente nuestro futuro. Algunos ignorantes muestran números y afirman que fue la Concertación la que trajo el enriquecimiento que tuvimos hasta 1996.
Eso es mentira, claro que Chile creció muchísimo entre 1990 y 1996 pero los gobiernos de Aylwin y Frei no tuvieron participación en eso, el enriquecimiento se empezó a notar en 1986 cuando José Piñera diseñó la Reforma Previsional (AFP), rediseñó el Código Minero, Código del Trabajo y el Código de Aguas.
Las bases se asentaron incluso antes con la apertura de la economía, libertad de precios y fomento a la inversión extranjera. Fue un largo proceso que empezó a mostrar sus resultados en 1986.
Eso fue lo que causó la avalancha de inversiones que se concretaron en los gobiernos de Aylwin y Frei. Las inversiones mineras no se aparecen de un año para otro, toman mucho tiempo.
Y también cuando dejan de llegar -como ocurrió a partir del año 2000- sus efectos se empiezan a notar después de varios años. Eso es lo que estamos viendo recién hoy.
El populacho ignorante no entiende esto, que debería ser evidente para todos. Pero en fin, no creo que valga la pena dar más vueltas a esto que ya es historia.
Lo que si vale la pena reflexionar, creo yo, es la razón por qué Pinochet perdió el plebiscito. Yo que voté por el NO, pasados los años tengo mis ideas al respecto, claro que para eso hay que ver primero
Un poco de historia
En 1973 yo tenía 18 años y aunque nunca milité en nada mis ideas eran de izquierda por la sencilla razón que era pobre, y en esa época era impensable que alguien pobre fuera de derecha.
Hasta el año 1976 más o menos, cuando Jaime Guzmán empezó a agarrar impulso en las poblaciones la derecha era muy pequeña en Chile y se limitaba a terratenientes, industriales, grandes comerciantes y gente así, agrupados en el Partido Liberal o el Conservador, que después se juntaron en el Partido Nacional.
Claro que tenían cierta clientela entre la clase media conservadora, que en Chile siempre ha sido enorme. Igual un pobre no cabía en los partidos de derecha, quedaba fuera de lugar como si entrara a un restaurante super lujoso, la derecha era así hasta los setentas, una especie de pequeño club.
Los que éramos jóvenes en esos años, de barrios pobres y escuela pública éramos izquierdistas por defecto, no había alternativa a eso, además los partidos tenían muy segmentadas sus cuotas de mercado:
Obreros y artesanos eran socialistas, comunistas o anarquistas. Los de clase media eran radicales o demócrata cristianos y los de clase alta Nacionales o Fiducia. Claro, había un puñado de señoritos revolucionarios, adoctrinados por los jesuitas pero eran muy pocos.
Durante el gobierno de Allende la clase media se juntó con la derecha y el gobierno nunca consiguió remontar ese tercio con que fue precariamente elegido. Lo que le faltaba de apoyo popular lo reemplazaba con discursos, espectáculos y violencia en la calle.
Cómo nos pilló el golpe
El golpe fue bien recibido al principio incluso por mucha gente del centro, todos pensábamos que la dupla Pinochet-Merino iban a entregar el gobierno en bandeja a Eduardo Frei o a Alessandri.
Pero fue una gran sorpresa para todos cuando vimos que pasaba el tiempo y no lo hacían, mientras que el Capitán General hablaba que tenían "metas y no de plazos". Además el 73 y el 74 la represión a la izquierda fue fuerte y arbitraria, cualquier casa podía ser allanada y muchas veces lo hacían de noche y sin aviso, lo que no trajo precisamente simpatías al gobierno.
Normalización a partir de 1975
A partir de 1975 se empezaron a ver los efectos de prohibir los partidos y la actividad política, las medidas de shock económico también empezaron a mostrar frutos y poco a poco la situación económica de muchas personas se estabilizó y empezó a mejorar.
La situación seguía mala, pero la inflación poco a poco empezó a ceder. Con la libertad de precios pudimos ver atónitos que los precioas bajaban y el kilo de pan no costaba una fortuna como todos temíamos.
Empezaron a llegar inversiones y trabajo. El primer boom económico -si mal no recuerdo- fue de la agroindustria, luego vendrían más, las salmoneras revolucionaron muchas ciudades del sur.
Se formaron los grandes grupos económicos adquiriendo bancos y empresas, el dólar quedó fijo en 39 pesos por casi dos años.
Empezó a llegar a Chile una avalancha de artículos importados que nunca nadie había visto antes. En esos años el Capitán General dijo en un discurso que pronto cada trabajador chileno podría tener su propia bicicleta para movilizarse. Se quedó MUY corto.
Todo este crecimiento fue rápido y desordenado. Las empresas chilenas todavía seguían el antiguo modelo de empresa familiar, manejadas por olfato de manera muy poco técnica y junto con la crisis de los petrodólares llegó la primera hecatombe en 1982, El día que Chile se volvió loco.
Pero las bases de la economía eran sólidas así es que en apenas dos años ya estábamos de nuevo en plena recuperación, la economía empezó a crecer a partir de 1986 a tasas nunca antes vistas en nuestra historia: "vamos bien, mañana mejor" decía la tele.
El crecimiento vino de la mano de enormes inversiones mineras, que se decidieron esos años después de las leyes creadas por José Piñera, lo que abrió la puerta a la minería privada en Chile.
Eso explica los diez años de milagro económico, que no fue otra cosa que un milagro de confianza en el país e ingreso masivo de inversiones.
Las administradoras de fondos de pensiones cosecharon todo ese crecimiento para los propios trabajadores, la economía se disparó lo que permitió que en 1988 -año del plebiscito- el gobierno pudiese bajar el IVA -que era nuestro impuesto más gravoso- del 20% al 16%.
¿Qué podía salir mal? Resulta que Pinochet fue un gran estadista pero un pésimo político, prácticamente todas sus decisiones políticas resultaron mal y la guinda de la torta fue colocarse él mismo como candidato en el plebiscito,
No pudo controlar a Manuel Contreras, que manejó a la DINA como su feudo personal y tuvo una seguidilla de actuaciones estúpidas y vergonzosas.
Contreras se dejó infiltrar por la CIA como un niño chico y yo pienso que estuvo detrás del abominable asesinato de los empleados bancarios en Calama. No parar a tiempo a Contreras fue un grave error que perjudicó gravemente al Gobierno Militar.
Otro error, después del crash de 1982 el gobierno empezó a llenarse de oportunistas y rateros del mundo civil. El gremialismo de Jaime Guzmán ya había crecido mucho, especialmente en las poblaciones y no todos eran jóvenes idealistas ni limpias palomas como podrán imaginar.
Con el tiempo empezaron a aparecer muchos frutos podridos en las Secretarías de la Juventud, que de a poco se fueron ubicando en municipalidades, gobernaciones y el resto del aparato público.
Gran parte de la antipatía que teníamos muchos hacia el Gobierno Militar venían de estos milicos wannabe, civiles, donde habían ladronazos y prepotentes. Estos fueron los primeros en darse vuelta la chaqueta con el tiempo y hoy militan alegremente en la UDI y RN.
Finalmente el trato del capitán general con la gente no era muy simpático o cercano que digamos, daba pocas entrevistas, el gobierno no tenía idea de relaciones públicas y muchas autoridades militares trataban al país como si fuera un gran cuartel.
La máquina de propaganda
Todo esto lo fueron aprovechando poco a poco los políticos que estaban agazapados. esperando su minuto. Ese minuto llegó finalmente para el plebiscito de 1988.
La maquinaria de propaganda contra el Gobierno Militar fue enorme y muy bien aceitada. George Soros fue el primero en meterse la mano al bolsillo y le pasó un cheque por un millón de dólares a Juan Gabriel Valdés sin problemas. Siguieron muchos más.
La USAID, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, también puso sus millones. Para qué hablar de la fundación Fiedrich Ebert de la Denocracia Cristiana de Alemania y muchas más. Fue un chorro de plata y otros recursos que llegaron.
La mayoría de la plata se la robaron, hasta bien entrado el gobierno de Aylwin seguían apareciendo escándalos por esas platas, pero en parte la usaron para la campaña publicitaria más masiva y existosa de nuestra historia. Yo y mis amigos cantábanos el jingle ese que decía "Chile, la alegría ya vieneeee" y "vamos a decir que No"
La campaña del gobierno por su parte fue desastrosa, todavía tengo guardado en alguna parte un panfleto, muy burdo, basado en una campaña del terror que resultaba imposible de creer. Una total verguenza. Fue un milagro que con una campaña así Pinochet haya conseguido un 44%
Y llegó el día del plebiscito, yo y todos los que conocía votamos por el No y después salimos muy contentos a la marcha de celebración, parecida a la que estuve en Chiloé cuando Allende fue elegido.
La alegría nunca llegó. Eso es la parte de la historia de la que ni vale la pena acordarse.
Diría que hubo dos alegrías. La verdadera que todos querían pero como no llegó de parte de quienes se esperaba, nadie la apreció y la falsa alegría que fue más efímera que una borrachera nocturna, la cual si llegó por parte de quienes la prometieron.
ResponderBorrarFue una borrachera de entusiasmo muy ingenuo. Igual que cuando Allende ganó la presidencial, yo estuve en ambas ocasiones celebrando así es que conocí bien como fue la cosa.
BorrarChile, la alegría ya viene... 30 años y la alegría jamás llegó. Mucho menos la "dizhnidah"...
ResponderBorrarno recuerdo qué año era, pero iba todos los días sábado a las reuniones de la secretaría de la juventud allá en calle apoquindo frente al estadio italiano, íbamos a lo mismo que a la misa y a los pastorales, a agarrar minas, tendría unos 14 o 15, no recuerdo bien
ResponderBorraruna vez llegó esa rata melero, el dueño del boliche, y me hizo una pregunta, quedé como gil, no tenía idea de lo que me hablaba, haber sabido los objetivos que tenía, me avispaba y ahora sería tan millonario como todas esas culebras traidoras
Al terminar el GM, Chile estaba creciendo en torno al 10%. Después de eso, en los mejores años llegamos a un 5 ó 6%, ni comparado con el paupérrimo 1% que se proyecta al cierre de 2023. Una vez más, Portales tenía razón: por razones que los sociólogos podrán estudiar, Chile funciona en su óptimo sólo bajo gobiernos autoritarios (no necesariamente dictaduras, pero sí con clara verticalidad). Hasta JMS lo reconoció una vez: "nos gustan los caudillos". Si Pinochet hizo un buen gobierno -atrocidades aparte- fue justamente porque tuvo 1) una visión clara de hacia dónde quería llevarnos; 2) la autoridad suficiente (claramente) para hacer lo que se necesitaba para ir en esa dirección y 3) la confianza para poner a personas inteligentes a hacer su trabajo. Claro que nadie se atreve a decir eso en público, pero me consta que muchos lo piensan.
ResponderBorrarRecuerdo una vez a Guillier hablando del plebiscito de 1988, diciendo "para qué se molestan en hacer eso, teniendo un gobierno autoritario y brutal, con censura y restricciones a las libertades es obvio que no pueden ganar". Pero, pese a todo eso, y tras 15 años de ese supuesto "infierno en la tierra", el 44% de la gente votó por que continuara; por mucho que traten de desvirtuar ese resultado, fue una altísima votación. Y lo otro que poco se menciona es que el itinerario para el retorno a la democracia fue establecido en la propia constitución de 1980: no por "presiones externas" como dicen los opositores a Pin8, sino mucho antes y desde el momento mismo de la entrada en vigencia de la malévola C80, que en sus artículos transitorios 13 y 14, y 27 y siguientes, dispuso precisamente eso.
PD: los crímenes de Calama fueron en 1980, cuando la DINA ya no existía como tal y Contreras ya no estaba al mando. Si tuvo algo que ver, entonces fue una operación para... ¿financiarlo a él, u operaciones "para-clandestinas"???
Saludos,
El Triministro.
Si Triministro, en una entrada que escribí hace años dobre la estrategia del Gobierno Militar decía eso del objetivo estratégico, que era "Hacer de Chile una gran nación", un objetivo vago, amplio y que cualquier político lo hubiese tomado como una bandera retórica.
ResponderBorrarSin embargo en el caso de los militares tenía un sentido real , que traducido al cristiano era "vamos a priorizar el crecimiento económico y la creación de riqueza ante todo".
Es interesante cómo entienden de manera diferente los objetivos los políticos y los militares, para los primeros son retórica, narrativa, banderas de lucha, para los militares son una meta que se tiene que cumplir con acciones tácticas específicas, dirigidas a conseguirlo.
Contreras conservó mucho poder después que se eliminó la DINA, recuerda que hasta hubo tiroteos dentro de la CNI entre gente de Contreras que seguían trabajando en la CNI y los nuevos a cargo que eran gente de Odlanier Mena.
No se trató de un solo asalto de banco, fueron varios perfectamente coordinados y organizados, el de Calama fue el que pillaron. Tan seguros estaban de su poder que dejron un reguero de pistas que permitieron hacerle el seguimiento a Villanueva cuando llevaba los billetes a cambiarlos a Tacna.
Si, yo creo que estaban armando un aparato paralelo de "inteligencia" financiado con robos a bancos. Hay muchos hechos que llevan a pensar eso.