Trivialidades del miércoles 29 de noviembre de 2023

La tumba de McDonnell y otros muertos
El domingo pasado por fin me puse las pilas y conseguí que dos de los maestros que trabajaron en mi casa fueran a instalar la lápida del McDonnell en el Cementerio de San Miguel de Azapa, Me demoré la friolera de tres años en cumplir con este trámite que mi amigo me dejó especialmente encargado.

Cuando lo conversamos yo le dije -medio en broma medio en serio- que los muertos y cementerios me importan un comino y que no pensaba ir a verlo. Parece que la cosa no le hizo mucha gracia y me dijo "oye, pero por lo menos colócame una lápida" y me pasó una foto de la tumba de su padre como modelo. 

El asunto fue todo un parto, primero conseguir el mármol, uno de los maestros me regaló una piedra de 50x50 cm y de unos 4 o 5 cm de espesor que pesa una brutalidad, fácil unos 50 kilos o más. Luego conseguí alguien que la puliera y la grabara con el diseño que yo había escogido, con una cruz celta.  

Luego me conseguí con otro maestro que me hiciera un marco con costaneras "C" soldadas y lo pinté con varias capas de antioxido y finalmente un negro opaco. Así es que nos fuimos al cementerio para instalarla. 

Uno de los empleados que trabajan allí me había cobrado una cantidad escandalosa por colocar la placa y yo lo mandé al diablo, así es que lo tuvimos allí trolleando mientras los maestros trabajaban. Ellos tienen una especie de monopolio y no les hace maldita gracia que alguien de afuera haga esos trabajos.

Como contrapartida otro trabajador fue super amable y me ayudó a encontrar la tumba en el verdadero laberinto que es ese cementerio, al irme le ofrecí unas lucas y me dijo educadamente "no, por ningún motivo, yo solo hice mi trabajo". Me dejó admirado: una de cal y otra de arena.

Para que les cuento el drama de subir como 60 metros de cerro con la famosa lápida, los fierros, arena, ripio y cemento, no se de donde sacaron fuerza los maestros que son bastante veteranos, yo jamás habría podido subir todas esas cosas, preparar la mezcla y todo eso.

Pero nos faltó material, así es que lo dejamos a medias hasta la semana siguiente. Me sacaré un gran peso de encima cuando termine con eso. No se por qué sospecho que las pesadillas que tengo a veces me las manda mi compadre reprochando mi flojera. Por lo menos no se me ha aparecido a penarme, así es que hasta el momento, todo bien.

Hablando de tumbas y muertes estaba pensando que estas serán las primeras fiestas que pasaremos sin mi querida suegra. Yo no siento nada de pena ni tampoco la extraño, pero en la pascua y el año nuevo creo que "algo" voy a extrañar a la veterana. Ya no tendré a quien tomarle el pelo con mis pachotadas. todavía queda la Pilar y el Tomás Jr. para ejercer mi humor negro pero no es lo mismo.

Un último detalle para esta sección fúnebre: uno de los maestros me comentó que la Escuela de Medicina de la Universidad de Tarapacá está aceptando muertitos así es que apenas pueda iré a anotarme para dejar lo que quede de mi "a la ciencia".. 

Me alegra mucho pensar que las presas de este umirde ex alumno y pseudo profesor serán examinadas y estudiadas con lujo de detalles por los futuros matasanos de mi alma mater. Espero que esta voluntad se cumpla sin problemas, además esto le ahorra un montón de gastos y trámites a los que me sobrevivan, maldita sea.

El jardinero frustrado
Creo que ya les había contado que a mi hasta los cactus se me secan. Esta vez quise ir a la segura y para la jardinera que armé en el tercer nivel fui a un vivero y compré un montón de plantas, contraté a un buen jardinero que preparó la tierra, las plantó y me dejó las instrucciones para mantenerlas, mismas que se me olvidaron al día siguiente.

Bueno, ahora las plantas -bastante caras- están casi todas muertas o en proceso de extinción, al parecer por exceso de agua. Y para colmo la jardinera no quedó hermética, ahora está empezando a filtrar. En un terreno salino como el mío eso es gravísimo.  

Así es que apenas se me termine de sanar el dedo (ya está casi listo) tendré que sacar las plantas que quedan vivas, pasarlas a maceteros, sacar toda la tierra de los 6 metros de jardinera, ver como diablos la impermeabilizo y colocarle un buen drenaje.

Hasta tenía un sistema de riego por goteo funcionando, con regulador y todo eso. Como dije, hasta los cactus se me secan, todo mal. Cuando arregle la jardinera la llenaré de cardenales que son carne de perro, si esos se me secan, renuncio.

Por qué no somos felices
Estuve viendo una conferencia en Youtube sobre ese asunto, una basura llena de lugares comunes así es que ni siquiera ponré el link. Sin embargo el tema es interesante.

¿Saben por qué no somos felices? Porque no nos damos cuenta de todo lo bueno que tenemos. Creemos tontamente que lo normal es que nos pasen puras cosas buenas y cuando se nos infecta un dedo nos deprimimos.

Nada de eso "amigues", lo más normal es que nos pasen cosas malas. Lo normal es el sufrimiento, el cáncer, las malformaciones, los dedos infestados, los cuernos, la muerte de los seres más queridos, la ruina financiera, ser víctimas de envidia y de injusticias, ser mirado en menos, que nuestro sacrificio no de frutos. Eso y mucho más es la normalidad.

Para que nos pase una sola cosa buena se deben producir cientos de casualidades para llegar a ese efecto, lo bueno siempre será improbable porque es resultado de cierto orden, lo malo es lo más probable porque ocurre con cualquier tipo de desorden. La principal expresión de desorden -la inevitable- es la enfermedad y la muerte, a todos nos va a llegar, hasta donde yo se nadie se ha escapado de eso.

Por eso, mientras estemos vivos y razonablemente sanos deberíamos estar saltando en una pata, eufóricos de agradecimiento por la tremenda suerte que tenemos. Y cuando estemos irremediablemente enfermos debemos darnos cuenta que es lo normal nada más, el destino de la vida es siempre morirse. Si entendemos eso podremos ser razonablemente felices, o por lo menos un poco más tranquilos que los mariquitas que se desesperan por cosas "malas" que les pasan siendo cosas perfectamente normales y corrientes.