Trivialidades

El perfil
Cada cierto tiempo voy cambiando las fotos de perfil del blog y de Facebook, en parte para que vaya quedando registrado el paso del tiempo y también para que no sea aburrido ver siempre lo mismo. Adicionalmente mis amigos y amigas -los que me tienen buena- me dicen que me veo bien y que no me pasan los años. Eso me pone muy contento, al menos por un rato.

Eso de que no pasan los años es mentira obviamente, claro que pasan y dejan huella, cada día estoy más viejo y eso se nota. Antes solo me tomaba cualquier foto y la subía, no importaba lo mal que saliera, pero cuando empecé a salir feo y viejo de manera consistente tuve que cambiar la técnica.

Me acordé de lo que conversaba con mi amigo Rodrigo Nuñez, que es un maestro de la fotografía y el retrato -uno de los realmente buenos fotógrafos nacionales- que me decía algo así como que las fotos siempre venden algún producto, así es que los retratos tenían que reflejar bien qué es lo que queremos vender. 

Por ejemplo me decía que los actores fotografían muy bien porque no necesitan posar, el problema es que cuando posamos generalmente las fotos salen forzadas y medio ridículas.

Pensando en eso se me ocurrió que cuando necesitara una foto de perfil no me haría una foto sino que un video, encendería la cámara y trataría de hacer lo de siempre: ecarme para atrás, leer, mirar a la cámara, hacer alguna morisqueta, pensar en el ridículo que estaba haciendo y cosas así, después ver el video y elegir los fotogramas que me gustaran.

Por eso en los videos salgo mucho más feo -o sea como soy- que en las fotos de perfil que son fotogramas escogidos. Así es que ya saben, si necesitan una foto para su perfil, un currículum o algo así, esa es la receta infalible para no salir con cara de pavo mirando la cámara.

Baby face
Siempre, desde niño, he aparentado menos edad de la que tengo realmente. Eso fue muy desagradable hasta que cumpli unos 50 años. Cuando tenía 15 años todos me estimaban 12, cuando tenía 27 me estimaban 18 y así nadie me tomaba en serio, era el eterno pendejo chico que no merece ser tomado en cuenta para nada.

A partir de los 50 el "sindrome de Pedro Messone" me empezó a jugar a favor porque me veía un poco menos viejo que los amigos de mi generación, claro que ahora que ando a las puertas de los 70 las arrugas, canas y manchas ya no mienten. Igual pensé que sería interesante hacer un experimento tonto con esas aplicaciones de inteligencia artificial que estiman la edad a partir de las fotos.

Coloqué varias fotos que había hecho para mi nuevo perfil y agregué algunas donde objetivamente me veo muy viejo, en mi opinión con los 70 que tengo y tal vez más. La cosa es que le gané a la inteligencia artificial, incluso en las que aparezco más viejo me dio menos de 70 años como pueden ver el video.

Claro que esto es por fotos solamente, hace años un amigo de Internet que igual es fotógrafo vino a Arica y quedamos de juntarnos. Cuando nos estábamos tomando un tecito en el Café del Mar me dijo "oye, por las fotos me hice otra impresión de como eras, ahora que te veo pareces más chico y más viejo". Menos mal que no mencionó la pelada. En fin, mejor vamos a otro tema.

Una citroneta eléctrica
Se que pocos compartirán mi opinión, pero yo creo que el auto eléctrico ya está muerto. Los problemas de tiempo de carga, autonomía limitada, infraestructura para la carga, peligrosidad y el peso de las baterías -a mi modo de ver- no tienen ni tendrán solución desde el punto de vista de la ingeniería, porque se relacionan con problemas de física que están muy lejos de ser resueltos.

No quiero decir con esto que todos los vehículos eléctricos van a desaparecer y que en el futuro nadie los va a fabricar. Cuando digo que el auto eléctrico está muerto me refiero a esa pretensión ridícula que vayan a masificarse y reemplazar a los vehículos de combustión en todos los segmentos como dicen los políticos. Para mi es claro que eso no va a pasar en 2030, 2050 ni nunca.

Los que creen que la ingeniería encontrará solución a todos los problemas, no se acuerdan que en los años sesenta se pensaba que en el Siglo XXI ya no habrían vehículos terrestres y todos andaríamos en vehículos voladores como los jetsons, hay cosas que nunca ocurren simplemente porque no resultan prácticas: ese es el verdadero factor que filtra que cosas triunfan y cuales fracasan.

Sin embargo el vehículo eléctrico, cuando deje de usarse el ion litio y encuentren algo de similar densidad de carga pero menos peligroso, tendrán -creo yo- un importante nicho en motos y vehículos pequeños, algo así como sub-city cars.

No es un nicho masivo porque serían como segundo vehículo, junto con el de motor convencional. Tal como las personas tienen hoy un auto y una moto en casa. podrían tener un sub city car para moverse por la ciudad e ir de la casa al trabajo con bajo costo. Es un nicho hoy desatendido y que podría ser un golazo en términos comerciales.

Estaba pensando en eso, un autito pequeño con una batería de 30 Kwh o menos, capaz de cargarse en casa por la noche en pocas horas. Tendría que ser extremadamente liviano, con velocidad máxima no mayor de 80 por hora y sin ninguno de los artificios eléctricos que hoy son norma: con alzavidrios manuales, luces led de bajo consumo, sin calefacción y mínimo equipamiento.

Imaginando un auto así me acordé de la Citroneta, el venerable Citroen 2CV que se creó en una situación parecida a la que estamos hoy, en esos años era el auto económico que necesitaba el campesino, hoy es el auto económico que necesita el oficinista.

En esos años había un nicho de mercado desatendido y se llenó usando tecnología minimalista, la Citroneta inauguró la categoría de los autos para cuatro personas con motor de 500 cc, incluso el original tenía apenas 375cc y funcionaba perfecto.

Creo que esa nueva categoría de autos, que hoy no existe, debería ser diseñada en Europa. La citroneta fue posible porque su motor y suspensión introdujeron innovaciones técnicas maravillosas, esas cosas no se diseñan en los Estados Unidos pese a sus masivos recursos ni menos en China pese a las gigantescas fábricas.

Son los europeos los que desarrollan productos geniales, desde los laboratorios de empresas como Phillips o Siemens han salido los productos más extraordinarios e innovadores, la mayoría de los grandes inventos en artículos de consumo han salido de Europa.

Si yo fuera un pez gordo de Citroen, pondría a trabajar de cabeza a un equipo para diseñar un auto completamente nuevo: el Citroen 2CV-e, Creo que ese si que sería un golazo.