Nunca se termina de arreglar un auto

Por módicas 20 lucas
Ni una casa, son esas cosas que uno empieza y sabe que nunca terminará. Después de meses intentando encontrar desocupado a mi mecánico, finalmente lo pillé, así es que vino temprano en la mañana para arreglar mi problema con el sensor de velocidad del Vitz.

De un día para otro el auto empezó a sonar muy mal y me trajo a la memoria un problema que tuve muchos años atrás con el sensor de velocidad, donde el velocímetro se volvió loco y el auto sonaba igual.

El Vitz trae dos sensores de velocidad, uno que va en la rueda y controla los frenos ABS y el velocímetro, el otro va sobre la caja automática de cambios y controla el odómetro, ambos sensores influyen en la pasada de los cambios.

Llevaba tiempo con ese problema y aposté por el sensor de la rueda que compré muy barato en Aliexpress -unos 11 dólares- lo cambié yo mismo pero el maldito ruido seguía y el auto aún andaba pesado.

Finalmente en el Car Scanner me empezó a aparecer de manera intermitente el código P0500, que es falla de este sensor, aparecía y desaparecía. 

Me puse a buscar el sensor de la caja en Aliexpress y me encuentro que costaba una friolera: casi 70 dólares.

Eso estaba fuera de mi presupuesto, así es que esperé pacientemente que se alinearan los astros y el mecánico tuviera una mañana libre -tiene muchos clientes- finalmente lo conseguí para hoy en la mañana.

Salimos a probarlo y enseguida me dijo que no estaban pasando los cambios, le pregunté que podíamos hacer y me dice que el sensor que va sobre la caja normalmente no se echa a perder, lo que pasa es que tiene un vástago con un resorte y ese se tiende a pegar, o bien se sulfatan los conectores.

Así es que "pusimos" -vamos arando dijo la mosca, sentada en el cacho del buey-  manos a la obra, sacó el sensor lo limpió bien lo mismo que los contactos.

Aprovechando el impulso el auto estaba perdiendo aceite y se veía feo todo manchado, con una inspección visual el mecánico ubicó que se estaba filtrando por la tapa de válvulas.

Además encontró que la válvula PCV quedaba suelta y eso causa un montón de problemas en el motor, así es que la encamisó con harto teflón y problema arreglado. Es increíble como mejora el motor haciendo servicio a esa válvula, junto con el sensor MAF son fundamentales de mantener en buenas condiciones.

Y como se dijo se hizo, abrimos por primera vez en la vida del auto -25 años- la tapa de válvulas para lavar el árbol de levas, la tapa y ver en qué estado estaba la empaquetadura.

Quedé maravillado de ver como estaban las levas, impecables, como si el auto viniera saliendo de la fábrica. En el pasado he desarmado enteros los motores del Colt, del CRX y de la camioneta Chevy 1500, jamás antes había visto esos metales en tan buen estado.

Y las levas sufren mucho porque están golpeando de manera contínua mientras el motor está encendido. Algo notable es el color café-bronce que toman los metales críticos de  todos los autos Toyota, me decía el mecánico que ese color es característico de la marca, por la aleación que usan para el acero.

La cosa es que el motor quedó impecable, listo para la revisión técnica que me toca en abril, todo por módicos 20 dólares. Por eso el mecánico tiene tanto trabajo: cobra demasiado barato, pero bueno, acá en Arica es común la mano de obra muy barata.

Vuelve la pesadilla del exámen
Y a propósito de eso, al auto de la Pilar se le venció la revisión y ella tiene fobia a llevarlo, así es que soy yo el tonto que tiene que hacer el trámite.

No se si les pasa a todos, pero yo también tengo una fobia a sacar la revisión técnica, me pone super ansioso mirar por una ventana como los tipos le miden los gases, inspeccionan el auto, se consultan entre ellos.

En fin, alguna vez les he hablado de la pesadilla del exámen, han pasado muchos años desde que dejé de rendir exámenes, pero esa pesadilla me sigue apareciendo de vez en cuando.

Resulta que ir a la revisón técnica es como tener la pesadilla pero en la vida real. Especialmente porque casi siempre tengo autos viejos y mal mantenidos.

Afortunadamente esta vez, después de un buen rato de ansiedad apareció el mecánico y me dijo "aquí tiene el auto, está aprobado sin problemas", volví a respirar tranquilo después de una media hora o más imaginando que iba a hacer si lo rechazaban. Me preocupé por nada, que idiota más grande.

Estamos como en el Viejo Oeste
Otro problema que tenía era que el vidrio del lado del conductor no bajaba, se quedó atascado. Siempre he maldecido eso de los alzavidrios eléctricos ¡si no cuesta nada subirlos y bajarlos con una manivela! Creo que un último modelo de Toyota Hilux viene con manivela nuevamente, bien.

Y me puse a buscar un taller de cremalleras eléctricas, así es que me fui a uno que está por donde vive la polola del Tomás Jr. un barrio tranquilo y muy central.

Me bajé para entrar al taller y escucho una furiosa pelea a gritos y antes que pudiera entrar, sale un tipo corriendo -caribeño obviamente- entra a un auto que estaba estacionado en la puerta y vuelve con una pistola en la mano.

Su mujer que estaba manejando salió detrás de él tal vez para guardarle las espaldas. Así es que prudentemente emprendí una rápida retirada. No fuera a ser cosa que me llegara una bala loca. Soldado que arranca sirve para otra guerra.

Finalmente encontré el taller El Caluga, donde un tipo de manera fácil y rápida arregló el problema, que estaba en lña botonera. Este Caluga no era barato y cobró otras 20 lucas por una media hora de trabajo.

En fin, por lo menos no me balearon. Mañana chequeare nuestro pasquín "La Estrella de Arica" a ver si corrieron los tiros y hubo algún finado, ojalá que no y todo haya quedado en puras amenazas.