Till death do us part

Estuve conversando antenoche con Uno de mis mejores amigos, que tiene siete hijos de tres matrimonios, y me contaba que acaba de llegar a acuerdo para divorciarse de nuevo, no solo eso, además estaba muy contento porque había conocido -"ahora si"- a una mujer buena que realmente lo comprendía. En fin, me limité a guardar mi opinión y felicitarlos por su buena suerte, que más podía hacer.

Y justo ayer había leído en el Blog de Froddi un artículo sobre las parejas que duran muchos años juntos, hasta dejé mi opinión en un comentario, después de todo esto me pareció un buen momento para dictar cátedra sobre el tema, con la barsúa arrogancia que me caracteriza. Que diablos, yo llevo más de 20 años con la Pilar así es que algo puedo opinar. Y aquí vamos:

Las personas normalmente se juntan y se separan por razones equivocadas, o mejor dicho por una multitud de autoengaños y encubrimientos que usamos a cada rato para justificar nuestros actos. Por eso no hay que hacerle mucho caso a lo que dice la gente, todos mentimos habitual e inconscientemente para esconder nuestras verdaderas razones. Cuando un tipo te habla mucho sobre su honradez y sus principios es buen momento para chequear si todavía conservas tu billetera, cuando una mujer pone mucho énfasis sobre el valor de la lealtad y la fidelidad es bien probable que esté engañando al marido, es curioso pero cierto, la gente suele atribuir mucho valor a las virtudes que no tienen.

Pero no nos desviemos ¿por que se separan las parejas? yo diría que es siempre por una cadena de engaños y autoengaños como los que comentaba antes. Primero que nada revisemos por un minuto la realidad:

Relación ideal para la mayoría los hombres: tener una familia, adonde llegar y que le sirvan comida, tener hijos que lo admiren como un ídolo y mujer que le haga las mil pequeñas tareas que a él le fastidian. Pero sobre todo poder ir a la cama con cualquier otra mujer que le apetezca, o más bien dicho con cualquiera que le de la oportunidad. En lo posible conservar una reputación de Don Juan junto con tener todas las pequeñas ventajas del matrimonio.

Relación ideal para la mayoría de las mujeres: tener un marido que la mantenga o, por lo menos, que se haga cargo en casos de emergencia, un responsable económico para ella y la familia, sentir que secretamente lo maneja, que depende y que el tipo no sería nada sin ella, poder ostentar que no es "solterona" y eventualmente tener un romance con algún o algunos tipos que le gusten que bien pueden terminar en la cama siempre y cuando nadie jamás lo sepa.

Igual que en tantas otras cosas (como el sexo ciertamente) los ideales del hombre y la mujer tienen algunas cosas que coinciden y muchas otras que se contraponen. La relación de pareja está siempre formada por unos pocos intereses comunes más una serie de puntos en conflicto y los conflictos se solucionan de varias maneras, algunas civilizadas como cediendo, llegando a acuerdos, haciéndose el leso y otras no tanto como las discusiones, violencia o la separación.

Y aquí llegamos a la bottom line: las parejas que duran son las que se las arreglan para resolver los conflictos civilizadamente, así de sencillo. Toda la cháchara sobre la felicidad, el altruísmo, el amor y estupideces similares es mentira, pura propaganda, una pareja puede permanecer junta muchos años sin tener nada de ese bullshit, basta con que encuentren la manera de resolver sus intereses contrapuestos sin picarse ni mandarse a cambiar y habrán encontrado el secreto del amor eterno.

El gran autoengaño consiste en creer que al tener pareja alguien va a encontrar la felicidad o va a vivir sin problemas, esa es la idea que venden charlatanes varios, pero la verdad es que solo con la muerte se terminan los problemas. Mis amigos multi-casados me dicen "si lo único que pido es vivir tranquilo", malas noticias amigo, recién cuando te mueras vas a vivir tranquilo, no antes.

Pero vamos por un momento a la psicología del (o la) multi-pareja: algo que todos tienen en común es el alto concepto que tienen sobre si mismos, claro, se reconocen defectos, pero jamás culparán a su propia egolatría de sus fracasos, curiosamente siempre encuentran que es su ex-pareja quien tenía esos feos defectos, ellos(as) no, su defecto es haber sido tontos, confiados en exceso bondadosos y linduras por el estilo. Todos dicen sentir amor -que digo- devoción hacia sus hijos, sin embargo no les tirita la pera para separarse y arruinarles la cabeza por varios años, total "ellos tienen que comprender".

Tal como decía al principio, se trata de idealistas que se jactan de los sentimientos que carecen y son completamente ciegos a sus propios defectos, esperan cosas imposibles del matrimonio (la felicidad, ni más ni menos) y van por la vida pisoteando a sus hijos e incautas parejas que son muchas veces igualito que ellos, la estupidez en estos casos tiende a atraerse.

En fin ¿se me habrá pasado la mano?, ¿me fui en volada y se me arrancaron los pavos?, no se, pero cada vez que me toca escuchar a alguno de estos amigos y amigas que me cuentan como adoran a sus hijos y todo los buenos que son, sin explicarse el motivo de su mala suerte, me tengo que morder la lengua. Siete veces siete.