Un enorme y costoso fracaso

¿Han visto cosa más desagradable que esos pdres que se ponen a hablar maravillas de sus hijos?, es algo que me pudre el alma, que sus hijos son inteligentes, que maravillosos, que la universidad, que no estudian nada y se sacan buenas notas ¡que tipos más pelmazos! hoy me tocó soportar a uno de esos y me mordía la lengua para no decirle que se dejara de hablar estupideces. Yo en cambio estoy convencido que soy MUY superior al Tomás Jr. en todos los aspectos, yo soy el único, genuino e irrepetible, no se deje engañar y desconfíe de las imitaciones baratas. Bah, igual me cae bien pero si algún día me escuchan babeando pueden refregarme este artículo en la cara, me tragaré mis palabras calladito.

Pasando a otro tema, algo que no he contado aquí: durante casi 10 años hice como que trabajaba en los tribunales, esto fué en los noventas, y en mis ratos de ocio me dedicaba a leer los expedientes con los crímenes, tráfico de droga, estafas y las historias más increíbles. Recuerdo que me entretenía mucho y gracias a eso ahora puedo redactar con facilidad casi cualquier escrito legal porque absorbí toda la jerga y no pocos conocimientos leyendo las sesudas sentencias y resoluciones de la Corte. También conocí a mucha gente interesante: jueces, abogados y no pocos delincuentes que eran como de la casa, porque pasaban a cada rato declarando.

Esto a propósito de la desastrosa Reforma Procesal Penal a la que el ingenio chileno ya le puso como sobrenombre la puerta giratoria: donde los delincuentes entran y salen enseguida. La verdad es que desde el principio todos los que entendían algo del asunto se dieron cuenta del desastre que esto iba a significar; la reforma fué diseñada por académicos llenos de resentimiento hacia los jueces y el sistema, como en muchas otras actividades los que enseñan en la universidad -generalmente- es porque no se atrevieron o fracasaron al trabajar en el mundo real y muchos viven mirando con sordo desprecio a los que hacen lo que ellos no pudieron. Estos ilustres jurisconsultos parece que no fueron la excepción.

Todos los jueces y abogados que conocí se tomaban de las mechas al ver la magnitud de los errores de fondo en la reforma. Luego vino un régimen del terror que se dedicó a amedrentar y descabezar sistemáticamente a los jueces que se atrevieran a poner en duda "la reforma del siglo". Bueno: los resultados están hoy a la vista, así nació la puerta giratoria. Hasta el momento algunos políticos -escurridizos como anguilas- han tenido éxito echándole la culpa a los jueces, pero esa es una explicación tan burda e ignorante que no la van a poder sostener por muncho tiempo. La reforma fue un enorme y tremendamente costoso fracaso, un diseño horrorosamente impráctico e injusto con las víctimas.

Y los jueces de garantía seguirán dejando libres a los imputados (mayoritariamente delincuentes) porque la ley así lo ordena. Y tengan algo por seguro, cualquier juez preferirá dejar libre a un psicópata asesino antes de exponense a una sanción disciplinaria y así debe ser porque su trabajo es aplicar la ley, mientras que el de los políticos es no hacer leyes absurdas. Esos son los que fallaron.