Escandalitos y escandalones

Un mini-escándalo ayuda a romper el aburrimiento en nuestra soñolienta región, específicamente en la ciudad de Iquique donde arovechando la fiebre moralizante que nos arrasa alguien descubrió que cuando nombraron a la intendenta Patricia Perez, sus colegas del hospital de Iquique, donde trabajaba hasta entonces, le organizaron una fiesta en el conocido bar Barracuda. La cosa es que la cuenta salió unos US$ 200+ y al jefe no se le ocurrió mejor idea que pagar con plata del hospital haciendo una facura por una falsa "capacitación".

Que mala suerte para él, quedó como rey con la intendenta durante unos días, pero como el asunto se descubrió ahora es un villano corrupto, tuvo que reponer las lucas de su bolsillo y ahora todos lo odian, partiendo por la propia homenajeada.

¿Cuantas veces yo he comido y tomado en un buen restaurant con los gastos de representación de algún jefe de servicio amigo? muchas. El Barracuda es un lugar de moda en Iquique y creo que la cuenta salió bien poco. En fin, otro episodio chusco de los que tanto abundan en nuestra política. No seré yo el que reclame, es una práctica extendida y muy poca plata, pero igual quedaron todos como chaleco de mono ¡como tan tacaños!

Iquique es una ciudad surrealesta donde se ven las cosas más freak. Partiendo por el enjuiciado alcalde Jorge Soria, uno de los hijos más representativos de esa ciudad, odiado y amado por partes iguales.

Soria es el clásico político a la antigua, uno de los tipos más divertidos y simpáticos que he conocido en mi vida, extremadamente demagogo, con muy pocos escrúpulos, un poco matón y con el don de la palabra en grado superlativo.

Yo lo conocí poco más que de vista en los ochentas, cuando estaban los militares (dice la leyenda que el general Pinochet lo salvó de Pisagua porque era su ahijado, vaya uno a saber si fue cierto). Soria llegaba a conversar con mi jefe de entonces, Gabriel Abusleme y se ponía a leer el diario tirado sobre la alfombra del showroom,"llegó el loco" decíamos, nunca hablé con él más allá de un saludo pero lo encontrábamos simpático y accesible, siempre andaba de broma.

Pasaron muchos años, más de diez, y en el apogeo de su fama presentó a su mujer como candidata a senadora, contra el platudo e influyente Fernando Flores (casi le gana). La cosa es que yo andaba tranquilamente por 21 de Mayo en esos días y se para frente a mi un jeep descubierto, se baja un tipo y me saluda por mi nombre, como si fuéramos grandes amigos que no nos veíamos hace años. Era el loco, haciendo campaña para su señora. ¿Como sabía mi nombre? ¿como uno se puede enojar con un tipo así?.

A que quiero llegar: me cae bien el doctor que giró una factura por servicios falsos para pagar una fiesta para la amiga que iba a ser jefa, lo comprendo y yo he hecho cosas similares en circunstancuas parecidas, si tuvo algún delito es haber tenido mala suerte. Son cosas que se han hecho desde siempre y se seguirán haciendo, además era la nada misma de plata.

También tengo gran simpatia.por el alcalde Soria, no tengo dudas que casi siempre fue bien intencionado. Por lo demás es el único que conozco que fue capaz de parase frente a un ensobecido Ricardo Lagos y ponerlo en su lugar. Creo que Lagos jamás le perdonó esa humillación -porque no hay peor humillación para un ególatra con poder que alguien que considera inferior lo encare- no me extrañaría que haya algún ajuste de cuentas entremedio.

Conozco a cientos de tipos respetables, hipócritas y con poder que son mucho más corruptos que estos dos ejemplos iquiqueños, que se han manejado bien, que nunca los han tocado y probablemente nunca los tocarán: van a morir con funeral de estado y cubiertos de honores, con bandera chilena como nuevos padres de la patria.

Pero a que quiero llegar -y ahora si- es que lo importante son las formas. A estos dos los pillaron y simplemente tienen que pagar, aunque sea por tontos. Desgraciadamente mis dos ejemplos son de tipos que no tienen poder o se malquistaron con el poder ¿será casualidad?
parece que no, porque los que tienen poder se las han arreglado demasiado bien para sacarse los pillos a pesar de tener pruebas más abrumadoras y delitos mucho peores. Creo que no es casualidad. Igual de expeditas deberían ser las cosas cuando los rateros ostentan título de honorables o excelencias. Ley pareja no es dura.