Su propina es mi sueldo

Y aquí estoy de nuevo, cada día se me ocurre una nueva tontería y aquí me tienen otra vez con mi filosofía barata de siempre. Vengo de donde "Don Floro" donde estuvimos comiendo una parrillada con mis amigos, ni tan barata ni tan abundante como en el Rancho San Antonio de Tacna, pero es lo que hay nomás. A falta de pan buenas son las tortas.

Mientras escribo esto Tomás Jr. ensaya una y otra vez los acordes de "Rapsodia Bohemia" en el teclado, la Pilar reclama porque es muy tarde y se tienen que levantar temparano, como yo no tengo ese problema me da lo mismo, pero sospecho que la mano que aprieta (Pilar) pronto lo hará callar definitivamente.

Las ventajas de ser joven es que tienen más entusiasmo y perseverancia cuando algo les interesa. El Tomás Jr. es extremadamente flojo -no se a quien habrá salido así- pero desde comienzos de año se interesó por el teclado y ya está en condiciones de tocar en un conjunto, ha hecho un par de presentaciones en el colegio, aprendió a construir acordes y a disociar la mano derecha e izquierda que son las cosas más difíciles de aprender para un aficionado. Ahora pasa todo el día ensayando. Con un 10% de ese interés en matemáticas y física estaría al otro lado, pero a mi que me importa, no es mi asunto.

Dice que quiere estudiar diseño gráfico, me imagino que sueña ganarse la vida dibujando comics o algo por el estilo. Seguro que se va a morir de hambre, en fin, eso es bueno porque el hambre es la mejor escuela. Una de las peores desventajas que tiene ahora es la relativa seguridad económica que le permite ser flojo y blando sin consecuencias inmediatas. Yo tuve la suerte de pasar hambre de chico y vivir en una gran inseguridad económica, gracias a eso pude sobrepasar mi tendencia natural al ocio durante los años de estudio. Tomás Jr. no tuvo esa suerte y seguramente va a ser un muerto de hambre cuando viejo, así es la vida.

También tuve la suerte de tener clara mi vocación desde chico, a los 14 años ya quería ser electrónico y unos 12 años después, cuando ya era técnico e ingeniero todo el maldito asunto dejó de interesarme. Pero al menos eso le dió una direción a mis esfuerzos durante todos esos años: al final me sirvió para pasar todos esos años ilusionado, algo es algo. Por otra parte la música es una buena cosa, yo siempre soñé con tocar profesionalmente en una orquesta de salsa o algo así y si algún día el Tomás Jr. no tiene para comer supongo que podrá conseguir un teclado y tocar en la calle o en las boites por una propina, "su propina es mi sueldo".

En fin, las copas de vino de la parrillada ahora me hacen divagar, dicen que todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, que sean profesionales, prósperos y todo eso. Yo no estoy tan seguro, mejor que haga lo que se le antoje con su vida, no es nada tan terrible ser pobre, lo que si debe ser horrible es ser un tonto frustrado y arrepentido de sus errores como tantos amigos que conozco. Con que aprenda a tolerar la frustración y se las arregle para vivir medianamente contento creo que no necesita nada más. Todo el resto es de regalo.