La pata de palo

Habíamos pensado con Rodrigo Nuñez hacer algún trabajo conjunto donde él pondría las fotografías y yo los textos. Pero al final las cosas no se dieron y ni alcanzamos a juntarnos para planificar algo antes de que volviera a Santiago. En fin, esto me dará más tiempo para pensar en algo.

Hace años escribí el Diccionario de Curiosidades de Arica, tal vez con eso podríamos hacer algo en conjunto porque Rodrigo además de la fotógrafía es excelente con las ilustraciones, me gustaría hacer un libro ilustrado con las curiosidades de Arica, una de las ciudades más raras y locas en este aburrido país llamado Chile.

Entre estas cosas raras de la ciudad se encuentra la falsa tumba del pirata Drake, ubicada en nuestro cementerio. Nunca he podido averiguar la verdadera historia del engaño, cuando se construyó, quienes la hicieron y por qué. Pero allí está, de color azul eléctrico ocupando un buen pedazo de terreno en nuestro cementerio.

Sir Francis Drake (AKA el azote de Dios) fue el primer corsario que llegó a América Latina, y una de sus aventuras memorables ocurrió en el puerto de Arica, el 6 de febrero de 1580, descrita en su bitácora de navegación de la siguiente manera:

"En el puerto de Arica encontramos dos barcos pequeños, uno de ellos cargado con mercancía española y doscientas botijas de vino, treinta arcabuces y treinta y siete Barras de plata pero su tripulación española se encontraba en el puerto de dicho pueblo (Arica) de franco emborrachándose en las cantinas locales, nuestro capitán (Sir Francis) aprovechó la situación y tomó por asalto al galeón español perteneciente al capitán don Felipe Corso tomando todo lo que existía a bordo y luego apoderándose del otro galeón perteneciente a don Jorge Díaz donde no encontraron nada, le prendimos fuego y tomamos el otro galeón, los habitantes de la villa de Arica alarmados empezaron a sonar todas las campanas existentes en sus Iglesias y armándose con su artillería nos dispararon sin dar en el blanco, nuestros buques (la flota de Sir Francis) les contesto con nuestra artillería destruyendo casas e incendiando pequeñas embarcaciones en el puerto local".

Así se inició la llegada de piratas y corsarios a Arica, después vendrían más, recuerden que en esos años era el puerto donde se embarcaba la plata de Potosí, el mineral más rico en la historia de la humanidad. Pasaron los años y a algún bromista o quien sabe quien, se le ocurrió hacer la tumba del pirata en el cementerio, en su cúspide una cruz con una placa de metal dice: "DCC. Sir Francis Drake, 1798, Q.E.P.D.". Me encantaría conocer la verdadera historia; quien construyó la tumba, cuando y por que razón, si alguien tiene noticias de esto bienvenido.

Otra cosa extraña es como yo conocí la tumba el año 1969; tenía entonces 14 años y estudiaba en primer año medio, me iba pésimo en el colegio y por primera vez en mi vida enfrentaba el riesgo de reprobar el año. Entonces un amigo, no recuerdo quien (tal vez Milton, el chino Wong o Lincoln que eran mis mejores amigos esos años) me llevó a visitar la tumba porque el pirata era milagroso: le pedías un favor y te lo cumplía, especialmente en las pruebas difíciles o para aprobar el año.

Era milagroso pero nunca tanto, de hecho ese año reprobé de curso para eterna deshonra de mi familia, que me creían una especie de cerebro electrónico, la ignominia fue tremenda, después de eso me fuí directo al exilio en Chiloé. También ese año probé por primera vez una piscola y otras sustancias peores que prefiero no mencionar por esta vez.

Años después volví a Arica y estudiaba en Inacap, ya era entonces un completo pervertido, tal como Juan Charrasqueado "que fué borracho, parrandero y jugador" con mi amigo el Chino Cadima y otros que no voy a nombrar porque ahora son serios ariqueños, nos aficionamos a la bohemia, el trago y a hacer de la noche día. Una noche muy tarde veníamos bajando por el costado del cementerio, cerca de la avenida Santa María y el viejo muro de adobes tenía un tramo completo derrumbado. Dentro de nuestra borrachera nos dió por entrar y así pasamos de madrugada a saludar al pirata Drake, que esta vez si se portó bien conmigo, porque terminé sin dificultades tanto en Inacap como en la universidad.

Muchos años después, a fines de los noventas, tuve la curiosidad de saber si todavía existía la tumba del pirata. Claro que existía y estaba llena de inscripciones y papelitos de escolares y estudiantes universitarios que iban a pedirle una ayudita. Ojalá que les haya ido mejor que a mi, de esa visita es la foto que muestra esta entrada. Averiguando la historia, Drake murio cientos de años antes que la fecha que se menciona en la tumba, y en el mar caribe, muy lejos de Arica: "El 28 de enero de 1596, Sir Francis Drake amaneció con fiebre y tras un agravamiento súbito falleció a las siete de la mañana del día siguiente. El 30 de enero, Sir Thomas Baskerville, último de los comandantes de la flota británica, levó anclas y se internó en las azules aguas del Golfo y allí dio sepultura a los restos del gran marino. Al morir, Drake contaba 56 años de edad y 40 en el mar. Lope de Vega , el insigne poeta español, dedicó un poema a sus hazañas: "La Dragontea"

Una curiosidad final -y esto tiene sustento histórico- es que la mayor parte del inmenso tesoro en barras de plata que capturó Drake no la pudo llevar de vuelta a Inglaterra por falta de espacio, aunque con lo que llevaron en su barco Golden Hind fue suficiente para dejarlos a todos millonarios de por vida, para hacerle un espléndido regalo a la reina Isabel, quien, práctica como buena británica, le confirió el título de Sir en una de las más inusuales ceremonias de la historia inglesa. ¿Que pasó con la gran cantidad de plata que no pudo embarcar? la dejó escondida en algún lado y la tradición habla de tres lugares en la costa de Chile: Coquimbo, la Isla Juan Fernandez y ¡Arica!.

Ahora si la última, pero la mejor de todas. En Arica hay una familia riquísima, los Benavides-Yanulaque que son dueños, entre otras cosas, del un bar llamado precisamente "Drake". El chiste común entre los ariqueños es que doña Eliana Yanulaque -a quien tengo el gusto de conocer, es muy simpática- sería la tátara-tátara nieta del pirata Drake y cada noche desenrolla el mapa del tesoro que tiene bien guardado y se va a la cueva del pirata, donde nada un buen rato entre miles de doblones igual que Rico Mc Pato, retira un par de barras de oro para sus gastos del día siguiente y vuelve muy contenta a su casa. Saludos doña Eliana y no se enoje, es un chiste nomás.

Y que alguien me discuta ahora que Arica es el lugar más raro de Chile. Algún día tendremos que hacer el libro, atento Rodrigo, seremos best-seller.