Budismo y Cochabamba

Me escribió Diego que es un ariqueño que vive en Santiago, y me cuenta que junto con unos amigos está gestionando la visita del Lama Gendun Jarphal, guía del Centro Budista Tibetano Choe Kor Ling de Santiago y discípulo del Dalai Lama.

Para los que quieran ir a la conferencia (yo haré todo lo posible) será en el Centro de Suboficiales de Carabineros, a las 18 horas, Esmeralda 851. Los que les interese saber más acerca del budismo hay un buen libro introductorio escrito por Jorge Luis Borges y Alicia Jurado, se llama Que es el Budismo y lo pueden ver siguiendo el link.

Tenía otro ensayo muy bueno llamado Meditación Sobre la Vacuidad, pero se me perdió en algún lugar del disco duro, quien sabe donde diablos lo tengo guardado. La meditación es una de las ventajas prácticas más o menos inmediatas del budismo, me decía una vez el cura Valdez que el budismo nació en la India en una época de muchos sufrimientos y por eso hace el énfasis en encontrar la felicidad -o algo por el estilo- dentro de uno mismo, independiente de lo externo. A mi me parece una muy buena idea no estar dependiendo de las cosas que pasan. Aunque no soy religioso simpatizo mucho con esas ideas y algunas me parecen muy prácticas.

Y de la paz budista volvamos al conflicto de todos los días. Estaba viendo la televisión estatal boliviana donde televisaban en vivo el "cabildo" de los cocaleros y estudiantes en Cochabamba, muchos discursos enfurecidos contra el Prefecto y gritos más furiosos de la multitud, pero finalmente a la hora de las conclusiones los dirigentes fueron sumamente moderados, lo que causó que la turba se enfureciera. Leyendo las noticias más tarde veo que dieron un nuevo vuelco y se tomaron a la fuerza la prefectura instalando un "gobierno popular".

En cualquier parte del mundo levantarse contra las autoridades legalmente constituídas se llama sedición y se aplican las leyes de seguridad interior del estado, que suelen ser expeditas y draconianas. El primer deber de todo gobierno es defender el mandato popular contra las asonadas violentas, es lo mismo que el concepto de defensa propia, uno puede matar a otro en defensa de su propia vida, el gobierno debe también defenderse por sobre cualquier otra consideración. Y gobierno no es solo el ejecutivo sino todo el aparato del estado, ciertamente cada uno de los representantes elegidos por voto popular.

¿Que hace diferente a Bolivia? me imagino que hay leyes para contener estos casos pero el ejecutivo no se atreve a aplicarlas, mal que mal han estado alentando el conflicto hasta que se les fue de las manos, ahora ni siquiera los dirigentes de los sindicatos pueden encauzar a la turba de campesinos y estudiantes frenéticos. En cualquier otro lugar del mundo el presidente estaría encabezando el control de daños, Evo Morales no puede porque es presidente del sindicato de cocaleros.

Por eso no aparece por ningún lado, ni una sola declaración presidencial, parece que los ministros tuvieran el control del país cada vez que hay problemas. ¿Que vendrá después? ¿que harán los campesinos luego que se queden afónicos de tanto gritar y se paseen por los salones de la prefectura sin saber que hacer?. Ese es el problema, tal como ocurrió durante la revolución francesa cuando la turba se dió el gusto de destrozar Versalles, en un tiempo más tendrán que volver a su miserable vida, todavía más miserable porque el gustito que se dieron tiene su costo y como todos sabemos los costos los pagan siempre los más pobres, no con plata sino con más miseria si cabe.