En Bolivia, el peligro está a la izquierda

Hace unos días los pobladores del Comité Cívico de Camiri en Bolivia, se tomaron las insatalaciones de la empresa petrolera Transredes y bloquearon los caminos hacia Argentina durante 15 horas. El mundo ya está acostumbrado a las crisis sociales en ese país y el asunto no llamó demasiado la atención, pero esta vez fue mucho más serio de lo que parece.

Desde el enfrentamiento de los mineros en Huanuni y la marcha campesina que sitió a Cochabamba, quedó claro que el gobierno no tiene voluntad -o capacidad- para controlar a las multitudes enardecidas, uno de los peores problemas del gobierno boliviano es la caja de pandora que abrieron ellos mismos, cuando su llegada al poder se hizo posible en base a bloqueos de caminos y protestas violentas, los mismos que ahora no pueden controlar. Al legitimar la protesta violenta en su origen, se hace muy difícil reprimirla cuando se les vuelve en contra.

Pero la toma de los oleoductos es otra cosa, son la yugular de la economía boliviana y cortarlo fue lo suficientemente grave como para que el gobierno decidiera enviar al ejército y policía a desalojar el lugar, con el resultado de 11 heridos, nada más típico de la historia que ver a los revolucionarios adoptar los mismos métodos contra los cuales lucharon, en este caso la represión policial.

Hoy mismo hay una gran marcha de los mineros cooperativistas que protestan por la subida de los impuestos a la minería, ellos obviamente dicen "que paguen los ricos, las grandes empresas", pero en Bolivia como en cualquier otra parte del mundo los ricos son los que tienen las mejores armas para protegerse contra los impuestos, el arma más potente consiste en llevarse la plata para otro lado y eso es lo que explica por qué hoy Bolivia es uno de los países más pobres de Sudamérica. Los impuestos al final los pagan siempre los pobres, de una u otra manera.

Lo peor de todo es que esta vez no se trata de protestas de los oligarcas por la pérdida de sus privilegios, en Camiri lo que se pide es simplemente que se expropien los bienes de las empresas que están explotando los pozos y oleoductos. Peor todavía, muchos opositores de dercha al gobierno de Evo Morales, con la lógica de el enemigo de mi enemigo es mi amigo, ahora los apoyan, sabiendo que la expropiación sellaría el suicidio económico de la industria petrolera en el país. Una vez más la derecha boliviana actua con visión miope contra los intereses permanentes del país. Al sumarse a las demandas de la ultraizquierda terminarán disparándose en el pié, otra vez.

Esto lo vimos en Chile durante la Unidad Popular, la ultraizquierda fue la que dió el golpe de gracia al gobierno de Allende, en cuanto no pudo controlarlos todo comenzó a caer como castillo de naipes. Los verseros, los poetas de barba, bufanda y lentes, esos que hablan bonito y escriben canciones, los buenos para discursear, gritar y enfurecer a las masas, esos mismos que cuando empiezan a correr balas se asilan en la embajada más cercana y cuando desaparece el peligro vuelven haciéndose pasar por héroes.

En fin, hasta el momento el gobierno de Morales se ha mantenido dentro de la racionalidad y ha hecho muchas cosas buenas: han cometido multiud de errores, más que nada por ignorancia, pero difícilmente se les podrá acusar de corruptos o de mal intencionados. Lástima que el camino del infierno esté empedrado de buenas intenciones, ojalá que puedan contener a la ultraizquierda, y que se den cuenta que ahí es donde está el verdadero enemigo, esos son mucho más peligrosos que los oligarcas.

En fin, creo que tendré que añadir "cosas del Perú y Bolivia" a la descripción del blog, lo que pasa es que son procesos interesantes y que tienen facetas poco conocidas y mal entendidas en otros países, creo que en Arica somos espectadores privilegiados por nuestra diaria convivencia con ciudadanos bolivianos además de la distancia que nos da ser de otro país, sin interés directo en el asunto.

Bueno, creo que para mañana colocaré algo más local, estaba pensando (gracias a Ari) sobre las ayudas del gobierno al "emprendimiento" la manera eufemística en que el newspeak políticamente correcto se refiere a los empresarios muy chistoso, algo así como los norteamericanos que dicen "coloured people" en lugar de "black people".