A sacarle el aire

Que cosa más rara, basta que coloque algo en el blog para que pase todo lo contrario de lo que digo. Justo después que coloqué que el verano estaba muy fome, que nadie iba a la playa y que no veía a ningún amigo, me encuentro con dos días con la playa repleta, con muchos turistas bolivianos y algunos argentinos.

Venía pensando justo en eso por la terraza del Laucho cuando una mina me empieza a hacer gestos y morisquetas, ya estaba pensando que había amanecido cargado de sex-appeal y que al fin las mujeres se daban cuenta de mi enorme atracctivo animal, pero nada de eso: era mi amiga Maritza, que la conozco desde que tenía 18 años y como yo soy muy, pero muy malo para las caras, simplemente no la había conocido. Fue tanta mi alegría que la invité -a regañadientes- a un agua mineral y estuvimos un buen rato conversando y poniéndonos al día sobre nuestros proyectos y la suerte de los amigos comunes.

Desde que dejé la casa rodante para vivir con la Pilar, mi vida social -si puede llamarse así a la sucesión de tomateras- se resintió muchísimo. Antes en La Lisera estaba la casa del pueblo y llegaban de madrugada a despertarme amigas o amigos con sed, o mejor todavía con botellas en la mano y nos íbamos a conversar a la playa hasta el otro día. Rediablos, no puedo negar que esa es una de las cosas que extraño de mis casi 4 años viviendo en la playa, pero como decía Saddam, ya vendrán tiempos mejores.

En la columna de este domingo del economista Fernando Cabrales, en La Estrella de Arica, comenta sobre las insólitas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, según ellos el desempleo está bajando en proporción asombrosa, al mismo tiempo que disminuye la cantidad de gente que entra a trabajar por primera vez. Las cifras insólitas del INE que reportan un incremento del 7% de la fuerza de trabajo en un mes , en una ciudad donde hace años que no se crea ninguna nueva fuente de trabajo de importancia, dieron el título a la columna "Más rarezas estadísticas".

Aunque yo he estado muchas veces en desacuerdo con planteamientos del Sr. Cabrales no puedo dejar pasar la honestidad intelectual para escribir estas cosas en el diario, siendo él un funcionario de gobierno (Director Regional de Corfo, uno de los puestos más suculentos de la administración pública local). Ojalá que todos los funcionarios de gobierno dijeran así de claro las cosas raras que pasan, pero es un caso excepcional, lo normal es tapar todo lo raro, explicar lo inexplicable y hacer cualquier cosa con tal de no caer en desgracia y conservar el sueldo. Yo conocí el INE hace varios años, cuando les preparé un par de proyectos de inversión y -en mi opinión- es uno de los dos peores servicios públicos de la Región, el otro es el Servicio de Salud, que se encarga de hacer los análisis de drogas. La administración pública -y especialmente las jefaturas- son malas casi por definición: la gente es nombrada a dedo por confianzas políticas, pero estos dos casos son -en mi opinión- los peores.

En fin, para que me hago mala sangre si estas cosas solo me van a traer antipatías de los aludidos, pero que diablos, es cierto y alguien tiene que decirlo, ya vendrán tiempos mejores, o por lo menos eso espero. Por mientras ojalá los señores del INE se pongan serios y hagan su trabajo como corresponde, ni se imaginan el mal que le están haciendo a la ciudad. Ya les vendrá su turno para estar cesantes y, capaz que en un gobierno de signo contrario, que les va a dar de su propia medicina arreglando igual las estadísticas, ahí los quiero ver.

Ya, demasiadas cosas de interés local cuando tal vez no me lee casi nadie en Arica, iba a escribir de otra cosa pero me puse con esto y lo demás se me olvidó, son los años hijitos, ñaca ñaca que se me cae la placa. Mejor me voy a preparar una cuba libre y después a dormir, hay que sacarle el aire al Flor de Caña, a ver si mañana amanezco idem.