Verano, verano

Los que leen más o menos regularmente mis ociosas ocurrencias, habrán notado cuanto me gusta lo raro, el dato curioso, el detalle poco conocido que a veces salta a propósito de algo que me acuerdo o que leo en alguna parte.

La verdad es que,sin darnos cuenta, estamos rodeados de cosas raras, la casi olvidada historia de Volpone y el juicio por 517 millones de dólares de el Clarin es una de esas historias descabelladas que pocos conocen y que más parece novela o invento que el asunto serio y real que es. Tal vez por eso le tengo tanto cariño a Arica que es una fuente inagotable de rarezas.

Ahora mismo, bajo mi ventana está pasando un peruano que compra "baterías malas", el mismo que me quería pagar mil pesos por una batería hace unos días atrás, hasta que se la hice sonar para que viera que estaba cargadita de ácido sulfúrico, ese que se llevan a Tacna para procesar el clorhidrato de cocaína. Al negrito se le partió la cara en una tremenda sonrisa y cerramos el trato por tres mil quinientos pesos. Es lo que ellos llaman agua afirulada, especial para procesar de la buena. Cuando se empiezan a ver muy seguido a esos compradores o cuando suben las ventas de pañales desechables (los usan para secar los bolones de coca en el campo) es señal que se estableció un nuevo laboratorio y pronto comenzarán a aparecer negocios y U.S dollars en Tacna y Arica. En fin, si vivieramos en un mundo regido por la lógica y las drogas fuesen legales todos estos negocios se irían al tacho de la basura.

Estoy escribiendo esto en la tarde, más rato me daré mi acostumbrada vuelta a la playa a ver si la máquina del tiempo sigue funcionando correctamente y si encuentro a la misma gente que he visto todos los sábados desde hace más de 15 años, sentados en los mismos lugares y hablando de las mismas cosas. ¡Verano, verano...! cuento mis años en veranos, estamos entrando en la mitad de uno de los veranos más aburridos que recuerde la ciudad: nadie limpia las playas y hay basura en todas partes, llegaron muy pocos turistas este año y en general, todo ha estado extraordinariamente fome, en fin, mucho mejor así, recuerden que Arica es fomilandia, ese es parte de su atractivo.

Y fuí a la playa que, contra mis pronósticos, hoy estuvo repleta. Había un campeonato de rugby o algo así, pero como a mi me aburre ver deportes y no me encontré con ningún amigo, me dí un par de vueltas y me vine para la casa, así es la vida del pobre, puras vueltas para acá y para allá, las vueltas son las que dejan dicen los taxistas, pero no es mi caso. A veces me pilla la impaciencia; puros proyectos y pasa el tiempo sin que nada se concrete, pero que le vamos a hacer: si Dios quiere darme, ya sabe donde vivo.

Verano... verano, eres inspirador de los poemas más cursis de Pablo Neruda, como el número 4:

Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.

No te termines nunca verano, mira que yo soy friolento.