Sin amigos ni cerveza

Hoy andaba con flojera y pensé en no escribir nada, sin embargo me llegó un mail preguntando por qué no había actualizado y -en cierta medida- enrostrando mi irresponsabilidad. Aquí estoy entonces cumpliendo con mis obligaciones y haciendo a un lado por un momento mi creciente flojera.

Como no me ha pasado nada particularmente interesante, ni tampoco quiero revolver el baul de los recuerdos con alguna vieja y repetida historia de mi pasado, creo que no me queda otra alternativa que escribir sobre el clima. Hoy amaneció nublado pero al correr el día comenzó a despejar, me imagino que más tarde irá a aparecer el frio maldito que me tiene con dolor en la garganta. Bueno, parece que no es mucho lo que podría escribir al respecto.

No he hecho nada interesante y perdí la cuenta de la última vez que me junté con mis amigos a tomar una cerveza. De hecho no tomo alcohol desde hace mucho tiempo y seguramente eso me tiene medio atontado, creo que una cierta cantidad de cerveza en mi torrente sanguíneo es absolutamente necesaria para mi salud física y mental, pero como he estado yendo al bar y no quiero que me de sueño, me he mantenido abstemio con todas las desagradables consecuencias que esto acarrea.

Mejor ni les cuento lo aburrido que ando, la rutina del bar me tiene enfermo y no sé como los demás pueden soportarlo, día tras día lo mismo. Como anoche me empezó a doler la garganta de nuevo hoy no iré y espero que nadie me extrañe mucho. Ayer una de las chicas me pedía consejo porque quiere entrar a estudiar a la universidad, tiene 20 años y ha visto que muchas de las otras niñas están estudiando y piensa por que ella no iba a intentarlo.

Yo la verdad es que no me explico como pueden hacerlo, la vida de noche consume un montón de energía y cuando todo termina, cerca de las 5 AM yo al menos lo único que quiero es ir a acostarme. No me explico como muchas llegan a la casa a vestir a sus niños, mandarlos al colegio y entrar ellas mismas a clases. Yo pensé que me había sacrificado cuando estudié, pero eso no fue nada comparado con lo que hacen muchas niñas y garzones.

Bueno, bueno, nada que contarles, sigue mi miserable vida sin amigos ni cerveza, si esto no se arregla luego me van a empezar a salir piojos de pura nostalgia. Nos vemos mañana.