Un día de m...ala suerte

Tal vez les ha pasado alguna vez, para mi el día de ayer fué una sucesión de desgracias. Todo partió muy temprano, como a las 5 AM cuando estaba soñando que había un incendio lo que me despertó. Me levanté, fuí al baño y me di cuenta que no había luz así es que seguí despierto hasta las 6 AM, hora de levantarse, bañarse y efeitarse con luz de emergencia para salir al taxi a eso de las 7 AM.

El día tená un cielo color gris ratón horrible, cuando finalmente escogí un taxi que me cobraba lo suficientemente barato, me dí cuenta que era un auto demasiado estrecho para 6 personas, pero ya estaba adentro, apretado como sardina así es que obligado a ir nomás.En el camino el día se puso cada vez peor y llegamos a la frontera con lluvia, puede que en Arica nunca llueva, pero se alejan unos pocos metros hasta la frontera y verán lo que es bueno. Y ahí estuvimos como pollos entumidos, esperando en la peor frontera de Chile, soberbiamente equipada de unos sombreaderos que no dan sombra y que cuando llueve mojan a chorros a los que nos toca esperar debajo de ellos. Las fotos de la frontera con lluvia pueden verlas AQUí.

Finalmente llegué a la oficina, donde esperaba cobrar mi cheque para darme a lo menos una pequeña borrachera que espantara mis males, pero nada, el cheque todavía da vueltas por contabilidad porque nunca antes habían contratado a un extranjero así es que no saben donde encasillarme. Maldición, al menos dos días más en la inopia. Era mi día de mala suerte.

Un par de reuniones y un par de problemas burocráticos con dos proyectos que estoy supervisando, me encuentro con que no solo tengo que ver las cosas técnicas sino que también las reglamentarias y los reglamentos andan de cabeza por estos lados. El Perú tiene algo más tradicional que el ceviche y el pisco sour: es la improvisación, las cosas funcionan y casi siempre terminan bien, pero de manera improvisada y constantemente al borde del desastre. Así pasa en muchs cosas, a mi me gusta el sistema peruano porque es muy flexible, he escuchado muchas veces eso de en Perú nada es imposible y parece que es cierto, pero a veces cansa un poco y siento nostalgia por la rígida y aburrida manera chilena de hacer las cosas.

Así como Arica es medio peruana, Tacna también es un poco chilena y nuestra influencia se ve en los detalles más inesperados. Por ejemplo en la comida, a la hora de almuerzo he encontrado que en muchos locales humildes, no turísticos, el plato estrella son los "porotos a la chilena", nuestros conocidos y tradicionales porotos con riendas que valen cinco soles el plato en lugar de los tres soles cincuenta que cuesta un completo almuerzo criollo. También allá les gusta la marraqueta chilena, la secretaria hoy me molestaba porque viniendo de Chile no le había traído ni siquiera un pancito de regalo, ya me pagarán y les llevaré a todas las niñas unos pastelitos de la Mila para que vean lo que es bueno.

Fue un lunes de sueño; todos andaban con sueño y como ustedes saben, los bostezos se contagian, lo que me ocurrió también a mí. Pasado el mediodía ya había quedado desocupado y habitualmente entonces me dedico a hacer algo en el computador, pero se me había olvidado llevar el cargador y lo usé hasta que se me terminó la batería, luego kapput. Como no tenía nada más que hacer preparé mi vuelta para Arica nuevamente. EL trabajo es bueno y la gente muy agradable, pero el viaje si que es matador, tal vez a futuro trabaje tres días seguidos para no tener que viajar tanto.

De vuelta a la peor frontera de Chile de nuevo, me tocó soportar en Chacalluta a un viejito, inspector del SAG, que parece tener problemas mentales, Disfruta retando a la gente y abusa especialmente de los peruanos, me da rabia y un poco de verguenza ajena, sabiendo lo bien que nos tratan a los chilenos en Perú ver a especímenes como ese abusando de su microscópica cuota de autoridad. El caso es que el veterano ese miente y maltrata descaradamente a la gente, algún día me va a encontrar atravesado y va a saber lo que es bueno. Más de 45 minutos de espera por el inútil software que usa la Policía de Investigaciones, peor aún cuando el empleado de la vetanilla, abusa de su posición y empieza a poner problemas a los peruanos que ingresan, es una verguenza.

Y en casa de nuevo, la luz todavía no llegaba de vuelta, con la llovizna de la noche anterior se había quemado un transformador local y a las seis de la tarde seguíamos a oscuras tal como cuando salí de madrugada. Sin electricidad no hay Internet, o sea no hay diversión para mí, me puse a aporrear la armónica hasta que volvió la luz un par de horas después. Mi querida suegra me sirvió un café al que le agregué una generosa porción de Cachaca, al poco rato me había quedado dormido, olvidando todo este día de perros y de mala suerte.

Ahora desperté nuevamente y me vine a revisar Internet, a escribir mi entrada diaria y después de eso vuelta a la cama. Ya pasaron las doce así es que terminó mi día de mala suerte, espero que mañana -o sea hoy- será mejor, eso espero, que cada día sea mejor. Ahora a dormir, hasta mañana mis amigos.