Napoleón se fue al chancho

Insólito el asunto de los terroristas en Bolivia, al final los asesinaron por las puras intenciones porque todavía no han podido mostrar ni un solo atentado atribuible a ellos. Evo Morales me recuerda al chancho Napoleón de la Granja de los Animales, creo que ya se lo comió el poder y a ese paso puede terminar muy mal. Por mucho menos Fujimori está condenado a varios años de cárcel, si el concepto de justicia fuese parejo Evo Morales debería estar preso ahora mismo por ordenar esos asesinatos políticos.

Curioso que nadie en la izquierda ha dicho una sola palabra reclamando por los derechos humanos, bueno, es una figura retórica nomás porque no tiene nada de curioso, siempre han actuado igual, condenando a las penas del infierno ante la más pequeña mácula de sus enemigos y aplaudiendo a Fidel Castro tal como en su tiempo aplaudieron a Stalin. La hipocresía no tiene color político, especialmente cuando se arrogan alguna superioridad moral sobre sus adversarios, eso es lo peor. 

El caso es que ahora en Bolivia los revolucionarios echaron a andar la máquina de propaganda alertando sobre la seguridad del estado en peligro, se corrompieron y ya son iguales que cualquier Robespierre que llega al poder y cuando se siente amenazado no le tirita la mano para mandar a asesinar invocando la razón de estado. Creo que es un punto de quiebre en el gobierno de Evo Morales, por eso yo prefiero a los cínicos antes que los idealistas, los idealistas siempre terminan convertidos en hipócritas al punto que se convencen a si mismos de su propia virtud. Fidel Castro fue idealista, lo mismo Lenin, Hitler fue uno de los más grandes idealistas, al final terminan todos igual, descontrolados y medio locos.

Ando con acidez estomacal, como me pasa siempre cuando trabajo. La última vez que andaba así fue cuando trabajaba en Tacna, es una sensación de hambre muy extraña que se me pasa con unas pastillas de hidróxido de aluminio que siempre tengo a mano, pero ahora no se donde las dejé así es que ando dos días comiendo pan a cada rato para apaciguar al leon. Menos mal que ya estoy terminado, le estoy dando los toques finales al libro y a la presentación que harán en el ministerio en Santiago, después de eso ¡a gozar! nada como unas buenas vacaciones para recuperar la salud.

Creo que cuando tenía unos 15 años me empezó la alergia nerviosa que me acompañó durante un montón de años, me picaba y cuando me pasaba la mano o me rascaba aparecían unos verdugones como en carne viva, eso se llama somatizar los nervios, ahora me viene acidez, si no es una es otra pero el remedio es fácil: no hay que trabajar por ningún motivo, porque con la salud no se juega.

Bueno, mejor no me hago caso a mi mismo y sigo puliendo el maldito libro, mientras antes lo termine mejor. Hasta mañana.