Por fin

Y pasó todo el desagradable trámite navideño, menos mal. Yo recibí mis regalos: una colonia, un desodorante y un chocolate, decepcionado como siempre porque me merezco muchísimo más, pero que le vamos a hacer si son unos desagradecidos. Como siempre no le regalé absolutamente nada a nadie.

Parece que al Tomás Jr. también se le acabaron los regalos ostentosos. Por lo que yo vi, solo le regalaron una camiseta del Club de Deportes Arica. Que se vaya acostumbrando porque el próximo año seguro que recibirá una colonia o un par de calcetines. Tal como le pasó a Gonzalez que me escribió furioso pasadas las doce porque le habían regalado unos calcetines con rayas. Al Tomás Jr. lo llamaron los amigos avisando que en la taberna de Krusti iban a vender cerveza a 24 pesos el vaso (US$ 0.005) pero había que llevar las monedas justas, en Chile nadie guarda las monedas de un peso por su escaso valor pero no contaban con mi avaricia, yo tenía un jarro lleno así es que pasada medianoche pudo tomar cerveza hasta que le dio hipo.

Mi amigo el Rucha me había invitado a que nos juntáramos a tomar después de las doce pero yo andaba con dolor de estómago y a pata así es que mejor me fui a acostar tranquilo, me imagino como deben tener la caña hoy. En fin, son las tontas historias de navidad 2010 jo-jo-Jo.

Leo en las Cartas al Director de El Mercurio:

Señor Director:
Si el valor de venta de las empresas sanitarias es de US$ 1.600 millones y producen un retorno anual de 150 millones, sin duda que el mejor negocio para el estado chileno es venderlas; simplemente basta calcular la Tasa Interna de Retorno o el Valor Presente Neto. Actualmente, el negocio no tiene para nada una rentabilidad aceptable. Opinar lo contrario es no saber matemáticas.
Ricardo Leiva L.
Ingeniero comercial

Obviamente apareció un montón de descalificaciones más o menos esperables: que el recurso estratégico, que las externalidades, que la inversión ya estaba hecha y etc. Puras estupideces de los años sesenta, el agua no es más estratégica que el vino tinto y lo que corresponde es hacer su uso lo más eficiente posible. ¿Por que el estado mantiene una participación minoritaria de acciones en las sanitarias? Si la misión del estado fuese tener utilidades basta con que suban los impuestos, es una manera mucho más transparente de conseguir recursos que ponerse a hacer negocios en los que -por regla general- se pierde o se roba nuestra plata.

Muy bien que se vendan las acciones de las sanitarias y mal que se ocupe la plata en reforzar otras empresas del estado. Existe desde hace años el concepto que el estado no debe emprender empresas comerciales, las empresas estatales siguen siendo ineficientes y perdiendo plata de los impuestos mientras nadie dice nada. Deberían venderse todas las empresas estatales, partiendo ciertamente por Codelco, la empresa del cobre menos eficiente del país.

El gobierno ahora empezó con una nueva e inútil tradición: la cuenta pública, que no es otra cosa que un ejercicio publicitario tan absurdo como los mensajes presidenciales del 21 de mayo, puro autobombo: ahora cada ministro y cada intendente nos darán la lata todos los años tratando de convencernos que lo hicieron muy bien y que vivimos en el país de las maravillas. Es una estupidez, una pésima idea y los que creen que las personas son tan brutas como para impresionarse con los discursos oficiales se equivocan. La gente común puede ser estúpida, pero nunca a ese extremo. Todos sabemos que los discursos valen hongo.

Y basta por hoy, ya es hora de descansar porque he pasado muchos malos ratos con toda esta jo-jo-jo estupidez. Mejor me pongo a leer, hasta mañana.