¿56 años? ¡bah!

Y no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, hace exactamente 10 años atrás, el 6 de enero de 2001 escribí un poco preocupado porque cumplía 46 años y me pareció que me estaba poniendo viejo. Entonces hice un pronóstico de como me vería en 10 años más (o sea ahora) y puse esto:

"Igual que ahora en lo fundamental, aunque físicamente más arruinado y con más plata en el bolsillo (espero). Solo me gustaría conservar la salud y a los amigos, el resto es todo de regalo".

Bueno, me equivoqué con lo de más plata en el bolsillo. De hecho tengo bastante menos que entonces aunque todavía no estoy en la ruina. En lo demás le apunté, estoy físicamente más arruinado, me estoy quedando pelado y de aquí a uno o dos años más seré un cabeza de rodilla, la salud todavía me acompaña y no he muerto alcoholizado como temía, tengo muchísimos más amigos que el 2001, en buena parte gracias a este Club de Ociosos y conservo a los viejos amigos de siempre, son mi mayor riqueza. No está tan mal después de todo.

Cuando administraba el Rapa Nui escuché una vez -sin querer- una conversación entre dos chicas que decían que yo "debí ser buenmozo cuando joven", snif, esos son los "elogios" que uno preferiría no escuchar pero que diablos, tengo que reconocerlo, ya estoy medio viejo. Pero pensándolo bien nunca fui demasiado mujeriego así es que no es mucho lo que pierdo.

Otra cosa importante: pasé los 40 y no se me dio vuelta el paraguas, tampoco a los 50 ni a los 56, parece que me estoy salvando, menos mal. A ver que otra cosa buena, a ver, a ver....

Bueno, older ¿wiser and better? no creo, parece que estoy igual de bruto que antes. A veces me pregunto que cosa he conseguido después de tantos años y si he hecho una sola cosa que valga la pena. Claro que no, nada vale la pena y no tengo de que sentirme orgulloso. Pero que diablos ¿sería mejor si tuviese plata y un trabajo "respetable"? no creo, si al final voy a estirar la pata igual que Bill Gates y que el loco Vadulli. Al final del juego el rey y el peon se guardan en la misma caja.

Por lo menos he vivido contento, he tenido muchos amigos e innumerables aventuras. No me podría quejar de una vida aburrida. Un regalo inesperado fue tener una familia, cosa que nunca estuvo en mis planes, llevo casi 30 años soportando estoicamente los almuerzos de mi querida suegra, a la Pilar que me hace la vida imposible y al Tomás Jr. que me ha costado un ojo de la cara. Bah, solo bromeo.

56 años, ayer nomás cumplía 20 y era el tipo más infeliz de la tierra, ahora estoy conforme. Algunos de mis amigos están muy enfermos, ya me irá a tocar a mi y tendré que aguantar nomás porque para sufrir nacimos. A menos que se cumpla mi sueño y una bala perdida me vuele inesperadamente la cabeza, o me cruce justo en el momento en que explota una bomba, quien sabe, a lo mejor tengo suerte hasta para estirar la pata.

Mientras escribo me fumo el resto del Romeo y Julieta que me regalaron, ah como divago. Me imagino a mi abuelo multimillonario, pensando que no lo había hecho nada de mal, o mi padre que se murió arruinado, amargado y medio loco ¿que me tocará a mi? Vamos tomasito, anímate hombre, todo pudo ser peor. Mi destino natural era ser un muerto de hambre, todavía no estoy muerto y no he pasado hambre últimamente. Dicen que hay que envejecer con gracia pero yo he envejecido con grasa, ayer me subí a una balanza y pesaba 81 kilos, mucho para solo 1.71 mts.

Hace un rato mi amigo Tom Wilke me invitó a tomar unos pitcher en el ShopDog, pasamos una tarde perfecta conversando y tomando cerveza en el centro, mirando pasar la gente, que maravilla. Si escribo muchas incoherencias es por culpa del alcohol, que diablos.

Otra cosa agradable fue haber estudiado el MBA, probablemente no me sirva para nada práctico, pero me dio muchas satisfacciones en cuanto a acumular nuevos conocimientos y alimentar mi curiosidad intelectual que ya estaba bastante atrofiada, el desafío de aprobar cursos y dar pruebas bastante difíciles en algunos casos fue espeluznante, pero también muy rico.

¿Que vendrá para adelante? la verdad ya ni me interesa hacer planes, solo vivo al minuto y voy tomando las oportunidades según se presentan, como dice Tom "la ambición es la semilla de la locura" y no quiero volverme más loco de lo que ya estoy. Voy suprimiendo las ambiciones, especialmente de plata y reconocimiento, a estas alturas me da lo mismo y solo veo esas cosas como una broma. Al final nada es en serio, todo es un chiste.

¡Saluti!