Al diablo con los animalistas

Hoy fue la primera fiesta de la cerveza en Arica y el Tomás Jr. me llamó desde la Soho avisándome que mi buen amigo Victor, Maestro Cervecero de Tacna, estaba allí para juntarnos. También estaba el ariqueño Luis Ardiles con su cerveza Chungara. Pero los dioses dijeron otra cosa y no pude ir. Maldita sea mi mala suerte, el Dios Baco me tendrá que esperar hasta la próxima:

No tengo suerte, soy fatal
todo lo que hago me sale mal

Leo que en Santiago hay más de 80.000 perros callejeros sin dueño. En Arica buena parte del problema de la basura se debe a la cantidad de perros callejeros que escarban y desparraman la basura que deja la gente en bolsas enfrente de su casa, sin contar la caca que dejan por todos lados. Un amigo gringo me decía que los perros callejeros en Chile tienen un status muy parecido a las vacas sagradas en India, nadie los toca, pero tampoco nadie los cuida. Un perro se puede acostar a dormir en medio de la calle y los autos darán un rodeo para no atropellarlo, igual que las vacas sagradas.

El cariño de los chilenos hacia los perros es un cariño hipócrita, de esa hipocresía casi genética en Chile. Todos dicen adorar a los animales pero muy pocos se meten la mano al bolsillo para alimentarlos y cuidarlos. A mi me importan un pepino los malditos perros, creo que como animales de trabajo están bien, pero si tengo algunos (hay tres en la casa ahora) por lo menos les damos de comer, ese es su sueldo por cuidar la casa.

Creo que los perros vagos se podrían matar perfectamente, tal como matamos a muchos otros animales cuando nos conviene, desde pollos hasta ratones y cucarachas. Un ratón puede ser tan inteligente como un perro y sin embargo nadie se preocupa porque los envenenan. Y si alguien quiere salvar a un perro vago de la tumba fria, que se lo lleve para su casa, lo cuide y alimente de su propio bolsillo.

Pero que no venga con el cuento de que todos los demás tienen la obligación de mantener a los animales para no dañar su sentimentalismo barato. Me enfurece ver a los "animalistas" cuando se quejan porque los demás son indiferentes al sufrimiento animal, es el moralismo hipócrita que trata de imponer a otros sus propias creencias y traspasar a otros lo que ellos mismos no son capaces de hacer.

Al fin y al cabo buena parte del asunto me es indiferente, me da lo mismo que las calles estén llenas de perros callejeros y que desparramen la basura, la basura nunca me ha molestado mucho, creo que es más que nada un problema estético que de salud. Tampoco me importaría si a los perros los mataran sin causarles sufrimiento innecesario, una inyección bien potente y chao, al paraíso de los perros.

Lo que me molesta en realidad es la hipocresía. Mucha gente necesita sentirse moralmente superior a los demás, porque son pobres diablos sin autoestima, llenos de resentimiento y envidia ¿como lo hacen si no tienen forma de mostrar que son mejores? Adoptando una postura de superioridad moral.

Entonces se meten a alguna religión farisea, se hacen canutos para creerse más puros, o revolucionarios para creerse más justos y solidarios o animalistas para creerse con mejores sentimientos. Todo eso es basura, hipocresía, mecanismo psicológico de defensa de los que se sienten menos para compensar su sentimiento de inferioridad.

Por si no se nota ando de malas pulgas hoy día, debe ser por que no pude ir a tomar cerveza, mejor me voy a dormir antes de seguir despotricando.