La importancia del bufon de la corte

Aprovecho que es fin de semana -y me leen mucho menos- para opinar de un asunto sobre el cual tal vez debería morir pollo, pero que diablos, lo encuentro muy interesante así es que aquí voy.

Introducción: como murió Infoarica

En el año 2004 yo estaba a cargo de la web de la Municipalidad de Arica, vivía feliz en la playa y todo andaba a las mil maravillas. Entonces me contactaron de uno de esos diarios locales que no los lee nadie, parece que era financiado por Fernando Flores, para pedirme una entrevista. Me encantó la idea, además el reportero había sido alumno mío así es que nos juntamos en el Tuto Beach donde le conversé mis acostumbradas tonteras ya por todos conocidas. Cuando salió el reportaje apareció una frase que me llamó la atención:

"-¿Como está la ciudad en el tema turístico? - Yo creo que mucho se le puede criticar al Alcalde, pero en dos años el asunto turístico ha ido de menos a más (...)"

Lo que en realidad había dicho es "yo creo que pueden criticar mucho al Alcalde" lo que cambiaba completamente el sentido de la frase. Cuento corto: por esa frase hubo una reunión de furiosos asesores de Valcarce y me tuve que ir para la casa con mi famosa web. Esa fue la triste historia de la web infoarica.

Una entrevista capciosa

Me acordaba de eso al leer la polémica entrevista de Andrés Hernando, que motivó una reunión urgente entre el presidente y el ministro Lavin y un festín para los opositores, partiendo por Velasco el wanabe-candidato que había empezado a vender la idea que el gobierno estaba "falseando" los resultados de la encuesta CASEN.

Hernando fue uno de los regulares de CSP así es que estuvimos discutiendo todo el tiempo por más de 10 años, otra razón por la que lo aprecio es que nunca lo vi echar sus títulos encima en una discusión -es PhD en Economía de la U de Harvard- y bueno, la cosa es que por eso y otras razones lo cuento entre los que me caen bien.

Cuando nombraron a Felipe Kast ministro de MIDEPLAN se llevó a Andrés para allá como jefe de estudios, luego cambiaron al jefe y llegó como ministro Joaquín Lavín, un político en decadencia, en una especie de premio para que pudiera lucirse con el ministerio que hace el "gasto social". En ese contexto dió la entrevista. Lo hicieron pisar el palito porque el artículo arma un contexto para insinuar que el gobierno falseó los datos de la encuesta. Eso es lo que entiende cualquier ignorante que lo lea.

La gente que está metida en política se divide en dos grupos: los que arman las mentiras y los que las creen. Los primeros viven -o aspiran a- vivir de la chequera fiscal, los segundos son los tontos útiles, que necesitan seguir a un rebaño de manera parecida a como los hinchas necesitan de un equipo de futbol, es bien parecido.

Lo más probable es que Andrés quiso -ingenuamente- abrir un debate para perfeccionar la encuesta CASEN, pero lo hicieron caer redondito. Ahora mismo hay un coro de políticos que lo usarán como argumento de autoridad para desprestigiar el ministerio, otro coro de ignorantes que se colgarán de sus palabras para decir que el gobierno falsea los datos de la CASEN y otro coro de chupamedias incondicionales del gobierno que se quejarán por su "deslealtad" al haber "mordido la mano que le dio de comer".

Inadvertidamente creó una tormenta perfecta, lo que muestra como en política también existen las unintended consequences, especialmente cuando se da una entrevista creyendo ingenuamente que al medio le importaba exponer lo que el entrevistado piensa.

Los políticos y los técnicos (por qué los bufones son importantes)

Andrés Hernando es un técnico, le gusta cuestionar las ideas aunque sean las propias y lo he visto cambiar de opinión con el tiempo, cuando la evidencia razonable suguiere que está equivocado. El pensamiento crítico es muy valioso para técnicos o intelectuales, también para los líderes, pero es considerado pernicioso entre los políticos: nada más peligroso que alguien que piense por si mismo.

Porque los políticos trabajan con la ignorancia y el engaño, apelan a los gut feelings de los giles, ideas muy sencillas que colocan como verdades evidentes por el solo hecho de decirlas: "no al lucro"; "crecimiento con igualdad"; "Aysen sin represas"; "el gobierno miente". Pero si no hay pensamiento crítico nada funciona bien. Es lo que le pasó a Allende con sus "compañeros"; al General Pinochet con su corte de chupamedias y lo que enterró a la concertación, hasta que terminó convertida en una especie de asociación ilícita.

Para los seguidores es exigible una fidelidad perruna. Pero los líderes, sean políticos o intelectuales, sin pensamiento crítico no valen nada. Para los primeros es exigible la lealtad y para los segundos la integridad. No hay que olvidarse nunca del papel que tenían en la edad media los bufones. que eran los verdaderos consejeros de los reyes. Es cuestión de leer un poquito a Shakespeare nomás.

En cualquier caso en El Mercurio le dieron la oportunidad de explayarse, aunque ya no sirve mucho, le sacaron todo el provecho posible.