Recién apareció la sentencia del Tribunal Constitucional que dice que las autoridades (en este caso el ministro Larroulet) no están obligadas a entregar el contenido de sus e-mail, si son requeridos por la Ley de Transparencia. Aunque me parece una medida correcta, porque en este caso es obvio que tratan de usar para provecho electoral cosas que se escribieron pensando que eran privadas, creo que a futuro la ley debiera ser cambiada.
Sería conveniente que los email si pudieran ser requeridos. Y no es porque piense que las autoridades no deben tener secretos -esa es una idea sumamente estúpida- sino porque las comunicaciones por e-mail son relativamente fáciles de obtener y presentan problemas muy serios en términos de seguridad: confidencialidad, integridad y no-repudiación. Son tan peligrosos y pueden ser igual de mal usados que las cámaras escondidas y otros procedimientos sucios de esa clase. Si los e-mail dejan de ser privados -técnicamente nunca lo han sido- todos tendríamos mucho más cuidado al enviar información en texto claro y el uso de métodos seguros se incrementaría. Pasando a otro tema, copiaré mi entrada de 20Q para dummies, es un tema que me pareció muy entretenido, veamos:
Wikipedia no fue el primer intento de enciclopedia cooperativa, hubo otros antes pero Wikipedia fue el primero exitoso. Estudiar el por que funcionó ayuda a comprender un concepto muy importante de la economía de redes que es la formación espontanea de concensos.
Desde el inicio fue una iniciativa muy cuestionada por el hecho que cualquiera podía publicar lo que hace que esté sujeta a tres problemas principales: desinformación, errores, información incompleta. Estos eran -en visión de los críticos- los problemas obvios de la falta de una autoridad y fuentes de conocimiento experto y reputable.
La idea de Wikipedia es formar un concenso básico sobre los temas a través de varias versiones diferentes que cualquiera puede aportar, en lugar de la "opinión autorizada" de expertos sobre los temas. Bueno, el mecanismo casi todos lo conocemos a grandes rasgos pero hay algunas partes menos conocidas y es como trabajan los editores para facilitar el concenso, es decir, tratar de impedir que una visión sesgada o maliciosa se imponga por sobre la visión del concenso. Para esto los editores usan -a veces- dos mecanismos: la negociación y la votación.
La negociación es una competencia entre dos o más actores contrapuestos que finalmente llegan a un acuerdo o punto de equilibrio. Hay dos visiones principales que son el equilibrio axiomatico de Nash y la oferta interactiva de Rubinstein. Podemos modelar esta última negociación con un ejemplo simple: imaginemos por ejemplo que A(lice) y B(ob) se disputan sobre como repartirse un dólar.
Digamos que A dice "repartamos así: 80% para mí y 20% para tí", entonces B podría contestar "no, mejor 10% para tí y 90% para mí", así comienza la negociación y el proceso sigue hasta que una parte dice "bueno, acepto tu oferta". Entonces A pretende, por ejemplo tener x para si y (1-x) para B. Se podría pensar que este proceso dura para siempre pero no es así, en un tiempo T alguna de las partes termina aceptando la oferta contraria, esto porque ambas partes quieren llegar a un concenso, el costo de no llegar a acuerdo es más alto que el de llegar a un acuerdo bajo sus expectativas. Matemáticamente la función de utilidad es :
Ui=xie^(-rikT)
Donde Ui es utilidad de cada negociante i, xi es lo que propone i, e es la constante de Napier, ri es el poder de negociación de i, k los intervalos de tiempo y T el tiempo total de la negociación. De esto se encuentran dos ecuaciones de equilibrio para cada uno de los negociadores con puntos de equilibrio x1* y x2* que son:
1-x2*=x1*e^-r1T
1-x1*=x2*e^-r2T
x1* es el punto donde A determina que le conviene aceptar la oferta de B y viceversa. Las soluciones para los puntos de equilibrio son:
x1*=(1-e^r2T)/(1-e^-(r1+r2)T) si T triende a cero r2/(r1+r2)
x2*=(1-e^r1T)/(1-e^-(r1+r2)T) si T tiende a cero r1/(r1+r2)
Lo que en buen cristiano significa que el óptimo para aceptar una oferta depende del poder de negociación de la parte contraria. Lo que es intuitivamente obvio por lo demás.
¿Y que es el poder de negociación? El poder de negociación que tiene la parte contraria es el que hace caer nuestra función de utilidad más o menos rápido en el tiempo. Si a medida que pasa el tiempo y se hacen más propuestas nuestra utilidad cae de manera relativamente lenta el poder de negociación de la otra parte es débil y viceversa.
Es decir que cuando podemos trazar como decae la curva de utilidad en una negociación podríamos calcular con esa simple fórmula el punto exacto donde nos conviene aceptar la otra oferta. En los problemas de la vida real rara vez podemos trazar esta curva pero siempre la tenemos presente de manera inconsciente, intuitiva, en cada negociación que hacemos, incluso cuando regateamos el precio de una mercadería en una feria callejera. Es algo que vale la pena tenerlo en cuenta al momento de negociar para tomar la decisión de manera -por lo menos- consciente.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
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Aprovecho de incluír una nota interesante sobre las propiedades del número e sacada de Wikipedia:
ResponderBorrar"El número e, conocido a veces como número de Euler o constante de Napier, fue reconocido y utilizado por primera vez por el matemático escocés John Napier, quien introdujo el concepto de logaritmo en el cálculo matemático.
Es considerado el número por excelencia del cálculo, así como Pi lo es de la geometría y el número i del análisis complejo. El simple hecho de que la función coincida con su derivada hace que la función exponencial se encuentre frecuentemente en el resultado de ecuaciones diferenciales sencillas. Como consecuencia de esto, describe el comportamiento de muchos acontecimientos físicos regidos por leyes sencillas, como pueden ser la velocidad de vaciado de un depósito de agua, el giro de una veleta frente a una ráfaga de viento, el movimiento del sistema de amortiguación de un automóvil o el cimbreo de un edificio metálico en caso de terremoto.
De la misma manera, aparece en muchos otros campos de la ciencia y la técnica, describiendo fenómenos eléctricos y electrónicos (descarga de un condensador, amplificación de corrientes en transistores BJT, etc.), biológicos (crecimiento de células, etc.), químicos (concentración de iones, periodos de semidesintegración, etc.), y muchos más.
El número e, al igual que el número Pi y el número áureo (φ), es un irracional, no expresable por la razón de dos enteros; o bien, no puede ser expresado con un número finito de cifras decimales o con decimales periódicos. Además, es un número trascendente, es decir, que no puede ser obtenido mediante la resolución de una ecuación algebraica con coeficientes racionales.
Su valor aproximado (truncado) es:
≈ 2,71828 18284 59045 23536 02874 71352 66249 77572 47093 69995..."
Que maravilloso planteo. ¿no tiene las gráficas de esa función de utilidad? Claro, a cada pérdida de tiempo todos pierden algo, pero se supone que el otro está dispuesto a ceder más que antes. Imaginemos una huelga, con el personal perdiendo salarios y el empresario perdiendo producción.
ResponderBorrarEs increíble un modelo tan sencillo y fácil de intiuir (a diferencia del de Nash que es enredadísimo).
ResponderBorrarJustamente eso es lo que dice: que la utilidad decrece en función del tiempo, nadie quiere estar un mes negociando y eso es lo que determina los estados de equilibrio.
Entonces la clave es conocer la curva de utilidad. Como es subjetiva me imagino que solo se puede hacer en base a datos experimentales donde, en distintas situaciones uno determina cual es el punto donde le conviene ceder.
Lo más bonito es que ese cálculo lo hacemos siempre que negociamos, aunque de manera inconsciente. Tal vez tomando los datos de tiempo de acuerdo en varias situaciones podríamos calcular nuestro poder de negociación ploteando nuestra función de utilidad. Al menos así lo entendí yo.
A mi me parece que lo más lindo de éste modelo no es tanto predecir como averiguar los valores de los r y los x. Digo, estudiar una negociación e inferir la curva.
ResponderBorrarComo esto es muy difícil de observar hay que elegir muy bien el caso.
Claro, es meter un asunto psicológico (como podría ser nuestra paciencia) en un modelo matemático. Sería interesante por ejemplo plotear como reaccionan los actores ante la misma situación en distintas negociaciones. Por ejemplo una negociación colectiva de sueldos que se repite todos los años entre un gobierno y los líderes sindicales (lo interesante en este caso sería si hay líderes eternos tanto en los sindicatos como en el gobierno) se podrían hacer las curvas para predecir en que punto van a converger.
ResponderBorrarLo interesante es que cada vez que negociamos algo estamos estimando estas curvas de utilidad de manera inconsciente, tanto la propia como la de la contraparte. Un buen negociador es simplemente el que hace la estimación intuitiva más certera de las curvas y la usa para maximizar su utilidad.