Un año extraordinario

Que año más increíble, no voy a esperar a diciembre para hacer el recuento, lo hago ahora mismo porque estaba pensando en la tremenda buena suerte que he tenido el 2012. No he ganado ni un peso, pero todos los problemas que se me arrastraban por años se han ido solucionando en sucesión contínua: chao a la deuda de la casa y la amenaza de embargo; la casa rodante la tengo maltrecha, pero estacionada frente a mi casa, a la vista y ya no me preocupo que me la puedan robar

Para redondear el año, acabo de renegociar mi antigua deuda de crédito universitario, deposité US$ 340 como pago inicial y mi deuda que era de unos US$ 14,146.- quedará extendida a 10 años y si pago las cuotas anuales -bajísimas- a tiempo, bajará a US$ 3,359.- O sea, si por alguna jugarreta gano unos US$ 3,000 pago la deuda completa y me olvido del maldito asunto. Viva Piñera y el ministro de educación, por fin hicieron algo cuerdo.

Me acuerdo de mi amigo Ivan Seisdedos cuando me contaba que se sentía tan felíz y le estaba yendo tán bien que le daba miedo, a las pocas semanas que me dijo eso se murió. Lo mismo mi amigo Nelson que murió justo después de hacer su gran negocio minero. ¿Debería asustarme? Para nada, las cosas buenas y malas son inevitables, nada es importante y si estiro la pata, como he sido tan bueno y libre de pecados en mi vida, no me quepa duda que me iré a sentar a la diestra del Dios Padre. O si tengo más suerte me voy al paraíso musulman con 70 vírgenes, quien sabe. Morirse es lo más normal, a todos nos pasa.

Mil pequeñas alegrías llegan cuando, después de mucho tiempo sin plata, se empieza a encontrar algo en el bolsillo. Tal vez me compre una caja de puros para celebrar, o una de cervezas, quien sabe, la cosa es que tiene que ser algún vicio porque llevo demasiado tiempo alejado de los vicios.

Las cosas inútiles que he hecho todos estos años me empiezan a dar beneficios, tal como -supuestamente- dijo Chuang Tzu: nada es completamente inútil, Bueno, también dijo que nada realmente interesa, así es el Tao, armado sobre puras contradicciones. A eso tipos no hay como pillarlos.

A propósito, les dejo este video con un largo cometario de Allan Watts acerca de Carl Jung. Allan Watts grande entre los grandes. "be like Allan Watts" me dice Tom Wilke, eso trato, al menos me gustaría llegar a ser casi tan ebrio como él, que hacía sus clases completamente borracho y murió de cirrosis.