Que viva la Madre Patria

Dicen que este fue el primer bossa nova, así como el tango se camina, el bossa nova se conversa y esta versión de Chega de saudade (algo así como basta de nostalgias) con Joao Gilberto y su hija Bebel,, es un ejemplo lindísimo de eso. Creo que tendré que poner más seguido música brasileira en este Templo de Ociosos. Saludinhos a mis primos Cecilia y Jandro que viven desde hace tanto tiempo en el país onde tudo é grande. El portugués y el italiano son dos idiomas especiales la música, el castellano en cambio es seco, puro hueso.

Pero no olvidemos que tuvo su Siglo de Oro. Creo que fue el siglo XVI en España, cuando Isabel de Castilla se casó con Fernando de Aragón y, entre otras gracias, financiaron a Colón para el descubrimiento de América, una de las aventuras más espectaculares de la historia.

Hoy estamos de fiestas patrias y celebramos que una Junta de Gobierno (ah, que buenas han sido las juntas de gobierno) hizo el primer intento de botar a los odiosos españoles. Bueno, yo nunca he tenido mucha simpatía por nuestros padres de la patria, pese a que los hermanos Carrera son mis tíos trastatarabuelos cuartos. Igual creo que fueron una pandilla de marulleros ambiciosos, para que hablar de Ohiggins y todos esos. No les tengo nada de simpatía, en esos años seguro que yo habría sido Realista, aunque el afeminado Marcó del Pont tampoco era de los que bien bailan.

Prefiero recordar a España y el Siglo de Oro,sobre todo a Quevedo, tal vez el más grande escritor de la lengua castellana

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.

La agriculktura de la muerte llamaba Neruda a la poesía de Quevedo, pero estaba bien vivo cuando escribio su sublime

Poema al Pedo
Alguien me pregunto un día
¿Qué es un pedo?
y yo le conteste muy quedo:
el pedo es un pedo,
con cuerpo de aire y corazón de viento
el pedo es como un alma en pena
que a veces sopla, que a veces truena
es como el agua que se desliza
con mucha fuerza, con mucha prisa.

El pedo es como la nube que va volando
y por donde pasa va fumigando,
el pedo es vida, el pedo es muerte
y tiene algo que nos divierte;
el pedo gime, el pedo llora
el pedo es aire, el pedo es ruido
y a veces sale por un descuido
el pedo es fuerte, es imponente
pues se los tira toda la gente.

En este mundo un pedo es vida
porque hasta el Papa bien se lo tira
hay pedos cultos e ignorantes
los hay adultos, también infantes,
hay pedos gordos, hay pedos flacos,
según el diámetro de los tacos
hay pedos tristes, los hay risueños
según el gusto que tiene el dueño

Si un día algún pedo toca tu puerta
no se la cierres, déjala abierta
deja que sople, deja que gire
a ver si hay alguien que lo respire.

También los pedos son educados
pues se los tiran los licenciados,
el pedo tiene algo monstruoso
pues si lo aguantas te lleva al pozo
este poema se ha terminado
con tanto pedo que me he tirado.

En fin, en estas fiestas de la patria quería dejar un saluda a la Madre Patria España, la hostia ¡que viva España y el Siglo de Oro!, que vivan los Reyes Católicos y Felipe II, que diseñó -de su propia mano- el Escudo de Armas de Arica, y que después de dar paliza a los otomanos en Lepanto dijo que en su imperio no se ponía el sol, que viva Juana la Loca, que le gustaba más que comer pan, pero le pusieron así por celosa (quien le manda a casarse con Felipe El Hermoso); que viva el Mio Cid Campeador, que le ganó la batalla a los godos después de muerto. Algún día puede que vaya a conocer España, a ver si es tan buena como decía Hemingway.