Los inmigrantes colombianos en Chile

La inmigración masiva es un fenómeno nuevo en Chile y las fricciones con inmigrantes colombianos en Antofagasta no deberían sorprendernos, eran cosa que se veía venir desde hace rato. Siempre existen conflictos cuando llega gente de otra cultura a ocupar un espacio y convivir -a veces a la fuerza- en una comunidad.

No ganamos nada con el discurso políticamente correcto de amor universal y contra la discriminación. Eso es hipocresía porque normalmente lo predican los que no conviven con el inmigrante y -como buenos chilenos-nos encanta acusar a los demás de las faltas y defectos que nosotros mismos tenemos. La Ley del Burro debería estar consagrada dentro de la constitución porque es la más vigente y aplicada en Chile.

 En Chile tenemos un caso reciente de inmigración muy exitosa con los miles de peruanos que llegaron en los años del terrorismo y que siguen llegando. Al comienzo eran considerados una plaga de ladrones, borrachos y violentos, luego pasaron a ser materia de burla -comedores de palomas les decían- pero en cuanto empezaron a ganar dinero adquirieron una respetabilidad instantánea. En Chile no somos racistas sino más bien clasistas, el pobre o el mal vestido puede ser muy bonito y rubio pero nadie da un peso por él, aunque venga de una rancia familia en este país sin nobleza. La nobleza en Chile es la de la plata en efectivo  y un senegalés, negro como el carbón, sera don senegalés si usa ropa cara y maneja un buen auto.

Ahora el problema es con los colombianos y parece un poco más complicado. Yo tengo excelentes amigos y amigas colombianos y son bellísimas personas, como no recordar a mi amiga Sonia, su hermana o Lorena entre otros. Pero no podemos cerrar los ojos, junto con ellos están llegando también delincuentes, lumpen violento e insolente dispuestos a depredar tal como lo hacían en su propio país.

Hay colombianos que son igual a nuestros flaites, pero potenciados y con turbo. Tienen la misma conciencia de clase de los flaites chilenos y se dedican a lo mismo: delincuencia, pandillaje, tráfico de drogas. Su conciencia de clase se refleja en la ropa, el corte de pelo y la actitud frente a los demás ¿discriminación? Claro que deben ser discriminados, y en lo posible impedidos de entrar porque con los flaites locales nos basta y nos sobra.

Colombia debe ser uno de los países más afines con Chile, somos sumamente parecidos en muchas cosas tanto en las virtudes como en los vicios ojalá que lleguen decenas de miles de colombianos, pero de los buenos, es necesario un filtro y discriminación en la frontera porque desgraciadamente nuestras leyes garantistas son el paraíso para los depredadores.

Que vengan más Sonias, Ibis y Lorenas, más Carlos y Pedritos que son gente buena y trabajadora, ojalá nos llenáramos de ellos, especialmente los morenos que nos trajeran algo de la alegría caribe a nuestro país plano y aburrido. Pero ojo, cuidado con esos discursos hipócritas de la no-discriminación que tratan de quedar bien con todos.

Los peruanos ya se ganaron su lugar en Chile, son una comunidad bien aceptada y respetada. Cuando un peruano comete un delito o un crimen en Santiago ya la gente no los ataca en masa, simplemente es un delincuente igual que la plaga de delincuentes chilenos que nos infesta gracias a muchas décadas de autoridades cobardes.

Para que voy a hablar de la comida peruana que ya está en todas partes en Chile, pero hay cosas más notables como la procesión del Señor de los Milagros y -para mi gusto lo más extraordinario- el club de futbol Incas del Sur que desde el próximo año comenzará a competir en nuestra tercera división.

Es tonto pensar que alguien merece respeto solo por existir, el respeto es algo que debe ganarse y esa es la tarea de los colombianos que están llegando a Chile, estan todavía como invitados y el invitado debe ser correcto y educado, cuando consigan eso y los malos elementos sean expulsados como procede ya no van a ser más invitados y jugarán de locales, seguramente tendremos al club de  los guajiros o algo por el estilo jugando en nuestro fútbol  y estarán completamente integrados con nosotros.

Xenofobos van a haber siempre y si alguien piensa así es también su derecho, existen en todos los países pero en Chile son muy pocos. Yo creo por el contrario que necesitamos muchos emigrantes, de todas partes del mundo y no importa que sean pobres a condición que sean honrados y trabajadores. Muchos colonos alemanes llegaron sin nada a Valdivia, Osorno y Puerto Varas el siglo pasado y miren lo que hicieron por esa zona. Yo estoy seguro que los inmigrantes de Perú, Ecuador, Colombia y todos los demás países pueden repetir y aumentar ese desarrollo, que vengan nomás, pero los buenos.