Una caja de pandora

Para mi gusto, la única aplicación esencial de Internet es el correo electrónico, en particular mi cuenta de Gmail que vengo usando desde el año 2006. El email es mi conexión con el mundo, a través de el me llegan las tesis que me son asignadas y los avances que corrijo en un rato y los mando de vuelta, recibo los comentarios de este Templo del Ocio, consultas de gente que viaja a Arica, invitaciones a tomar con los amigos y hasta la solicitud de ayuda para una cobranza de 1.2 millones de dólares. La bandeja de entrada es una caja de sorpresas que cada día me sorprende.

Antes del 2006 usaba correo Pop3 , empecé con Outlook a fines de los noventa y rápidamente pasé a The Bat, un cliente de correo buenísimo, de los primeros en traer incorporado el PGP, no recuerdo por que vendí mi alma a Google y me cambié a un cliente web, consciente que con eso me tenía que despedir de la privacidad, la cosa es que desde el 2006 hasta hace uno días mi bandeja de entrada lleva acumulados 34.797 mail ocupando 7.47 Gb, son como 11 mail por día, lo suficientemente relevantes como para que no los borrara como hago con buena parte de lo que me llega.

Pensé entonces que ya era hora de limpiar mi bandeja de entrada y encontré el programa Gmail Backup que baja todos los mail al disco duro y ahora los tengo a la mano en una enorme carpeta, cuando se me pase la flojera haré unas micro aplicaciones en Python para sacar algunas analíticas que me interesan.

Revisar esos mail al azar fue un viaje en el tiempo, desde agradables como uno que partía con "Hola ¿me recuerdas?" (lamentablemente no llegamos a nada), con los interminables intercambios con John B. Mason durante más de un año, con quien me iba a hacer millonario y tampoco llegamos a nada, las conversaciones con cientos de amigos y el mail más gracioso de todos, que era larguísimo y solo copiaré un pequeño extracto:

"¿Cuanto tiempo hay recibido $ sin hacer ni una webada? MESES, eso no lo podis desconocer!...que se te esta pidiendo ahora?...que trabajis, que apliques iniciativa, que te enfoques en los nuevos problemas, te estan dando la oportunidad (...) Yo espero que este email te sirva para recapacitar un poco, y entender que tampoco las cosas pueden alargarse eternamente. Piensalo bien y dime si estas o no de acuerdo o interesado...solo ponle un poco de empeño......con un 1% del mismo empeño que le ponis a miles de webadas ociosas y petardos al aire que hacis, te ganai sin problema el salario, pero házlo!".

Por supuesto que no le puse ni un milígramo de empeño y fue una decisión increíblemente visionaria porque al año siguiente estaba cesante y nos habrían echado igual aunque le hubiese puesto toneladas de empeño. En fin, fue divertido mientras duró. Creo que ese mail debería ponerlo en mi currículum, por si a alguien se le ocurre la absurda idea de ofrecerme un trabajo, para que sepa con lo que se va a encontrar.