País bipolar

Toda esta discusión sobre la reforma tributaria me recuerda la bipolaridad de los chilenos, si se necesita una prueba de que somos iguales a los demás países de Sudamérica aquí la tienen, clarita. La gente que sabe en el gobierno tiene claro que subir o reorganizar la estructura tributaria no traerá más crecimiento, mucho menos más equidad. El guru de todos estos buenos para nada, Eduardo Engel, junto con Galetovic y Radatz, escribieron un enjundioso paper hace años mostrando como la desigualdad no se afecta con cambios o subidas de impuestos.

El paper era innecesario, porque la experiencia práctica ha mostrado por muchos años y de manera consistente que tratar de recaudar más impuestos es inútil para redistribuir los ingresos. Además de la experiencia tenemos el sentido común: la recaudación de impuestos significa que el estado recoge más billetes de la economía, pero ¿para que los necesita si tiene una máquina que imprime cuantos billetes quieran? la dupla Allende-Vuskovic ingenuamente creyeron haber encontrado la piedra filosofal de la creación de riqueza el año 1970 imprimiendo billetes. Bueno, les tomó menos de dos años darse cuenta del error, en 1972 ya existía una catástrofe similar a la de Venezuela actual.

Resulta que subir los impuestos es igual de inútil que imprimir billetes, porque es la creación de nueva riqueza lo que interesa para todos los efectos prácticos, no el aumento de la masa de billetes (imprimiéndolos) ni el retiro de billetes de la economía (subiendo impuestos), el fisco siempre ha sido generador de gastos, nunca de desarrollo ni menos creador de riqueza. Al contrario, se gastan la riqueza.

¿Que pasará con la reforma tributaria si se aprueban todas las alzas de impuestos que se proponen? puedo decir casi con seguridad que no pasará nada, aparte de un corrimiento de actividades desde el sector formal al informal. Nuestra economía se va a correr a negro tal como en Bolivia, Argentina o Perú, por dar solo tres ejemplos. La gente va a evadir mucho más y el fisco a recaudar mucho menos. Esta reforma tendrá -yo pienso- un efecto muy positivo porque nos incentiva a convertirnos en informales. Y en economía los incentivos -no las leyes- son lo que importa.

Eso lo saben perfectamente en el gobierno porque no son analfabetos ¿por que lo hacen entonces? por la bipolaridad, necesitan diferenciarse haciendo todo lo contrario a lo que hizo el gobierno de Piñera, que terminó con muy buenos números. Entonces dicen que le quitarán a los ricos para darle a los pobres. Sueñen, tal como se dijo durante el Gobierno Militar los ricos se cuidan solos y lo hacen lo más bien, por algo tienen plata.

Lo que pasa es que la nueva mayoría es una coalición gobernada por la imagen, su concepción de la política es manipular a la opinión pública para consolidar una imagen y ganar elecciones, instalar un "relato" como inventó siuticamente Tironi o alguno de esos pajarracos. Para ellos la manipulación de imagen es lo fundamental y les dió resultado por 20 años, hasta que colapsaron el 2010 abrumados por la corrupción e incompetencia.

Piñera tuvo una oportunidad de oro para reinstalar un gobierno de derecha orientado al crecimiento por varios años, pero no tenía las condiciones, es inescrupuloso, antipático, desleal y cobarde, nadie lo quiere y pese a los excelentes números de su gobierno no se de nadie que quisiera ser su amigo, es un trepador clásico que consagró la mediocridad en Chile.

Creo que el gobierno actual va dando tumbos y  terminará mal, lo eligieron con una mayoría precaria, tiene menos adherentes que los que tuvo el propio Allende en su tiempo y lo único que lo cohesiona es la multitud de gente que fuera del servicio público nadie les daría un trabajo. La reforma tributaria y cualquier otra que hagan será un fracaso porque responden a la lógica de la propaganda, la manipulación de imagen, la "épica" como ellos le llaman, eso solos se sostiene en muy corto plazo. En cuatro años estarán fritos.

No me preocupa nada las leyes o reglamentos que impongan, menos la presencia de "comunistas", que en rigor deberían haber cambiado el nombre al partido hace rato, es un gobierno comprometido hasta el cuello con oligarquías y nunca hará algo que en realidad las moleste, todos estos cambios revolucionarios son pura cosmética para el populacho ignorante, la nueva mayoría está haciendo un gobierno de derecha.

Lo que en realidad me preocupa en que en cuatro años más el país va a estar hastiado de ellos y volverán sus ojos hacia Sebastian Piñera, tengo la misma preocupación que mi amigo Cardenaldo cuando ecribió: "Si Chile termina oscilando entre Piñera y Bachelet es señal clara de que la mediocridad ha vuelto para quedarse hasta restaurar la miseria".

El verdadero peligro no es lo que puedan hacer estos tipos que -aunque incapaces y oportunistas- están comprometidos con los ricos y no le van a hacer gran daño a la economía real, aparte de correrla a negro y reinstalar la corrupción. El peligro real es que Sebastian Piñera ya está mandando a sus empleados -a falta de amigos- para que lo reinstalen como el mesías, eso podría tener pésimos efectos y de muy largo plazo para Chile.