Falsedad ideológica, un gran disparo en el pié

Empiezan los dramas, el auto suena como esos catres antiguos, cada vez que freno hace unos ruidos que alguna amiga mal pensada podría relacionar con actividades eróticas. Lo llevé donde Pato Rojas, excelente mecánico y desarmamos la masa para revisarla, encontramos los problemas, ví cuanta plata tenía, miré para el cielo y me rasqué la cabeza. Bah, un ruidito no mata a nadie. Igual hice este video para mi sección Automanía, que puede ayudar a alguien que quiera aprender a hacer el servicio de ruedas y frenos, claro que el tren delantero de este auto es muy sencillo, hay otros que son una pesadilla. En fin, vamos a lo nuestro.

Falsedad ideológica

Hoy en la mañana mi querida suegra me avisó muy agitada que fuera a ver la tele porque estaban "metiendo preso al grupo Penta". Bueno, la señora pasó hace rato los ochenta y no entiende nada de política pero le noté un entusiamo morboso parecido a la gente que iba a mirar las ejecuciones en la Edad Media, me hizo reir un rato.

Recordemos que el gobierno ideó hace un tiempo esta operación tipo STASI que supuestamente iba a herir de muerte a la UDI, la receta era usar al Servicio de Impuestos Internos para mostrar que los empresarios UDI eran corruptos evasores y que los parlamentarios habían sido financiados con plata de esa evasión. Para esto el SII y el Consejo de Defensa del Estado presentaron una querella muy específica en el tiempo y en los involucrados, basada en que se habían usado documentos con falsedad ideológica, de allí pasa a acusarlos de asociación ilícita, evasión de impuestos y lavado de activos.

¿Que es la falsedad ideológica?
“La falsedad ideológica en documentos se presenta cuando en un escrito genuino se insertan declaraciones contrarias a la verdad, es decir, cuando siendo el documento verdadero en su forma y origen (auténtico), contiene afirmaciones falsas sobre la existencia histórica de un acto o un hecho, o sus modalidades, bien porque se los hace aparecer como verdaderos no habiendo ocurrido, o cuando habiendo acontecido de determinada manera, son presentados de una diferente".

Por ejemplo hubo muchos casos de falsedad ideológica en el pasado reciente, como los políticos socialistas que cobraron grandes sumas a gendarmería por asesorías que nunca existieron, ese es un ejemplo típico de por que puede ser un delito colocar algo falso en un documento legítimo. Todas esas facturas que hicieron, tal como otras miles que se han hecho todos estos años, contenían falsedad ideológica cobrando por un trabajo que no habían hecho.

El invento del SII esta vez, fue acusar que se habían hecho facturas por trabajos no realizados para simular gastos y bajar la base imponible, de allí se ampliaron al lavado de activos (ocultar ganancias obtenidas de manera ilícita) y a la asociación ilícita para delinquir. El problema de esta tesis es que todo el mundo tendría que demostrar ante el SII que se realizaron trabajos a cambio de las facturas -algo sumamente complejo porque si el trabajo se realizó o no en el ámbito privado solo depende de quien paga por el. Con esto se invierte el peso de la prueba y el contribuyente debe demostrar que es inocente, lo que es contrario a la letra y el espíritu de nuestro sistema legal.

Por eso nunca antes se planteó la falsedad ideológica en asuntos tributarios, siempre se consideró como elusión y por lo mismo legítima. El problema de la falsedad ideológica es serio en el caso que se esté robando plata del fisco por trabajos ficticios, pero no en transacciones y servicios privados.

Lo que no se dieron cuenta estos genios es que practicamente todos -políticos y no políticos- han incurrido en falsedad ideológica de documentos privados, por distintas razones. Y aquí viene lo mejor: la propia presidenta Michele Bachelet aceptó y presentó como gasto de su campaña tres facturas que (para decirlo en lenguaje de tinterillo) son "a todas luces" ideológicamente falsas.

Es evidente que los trabajos que dicen esas facturas son ficticios y si existe estado de derecho e igualdad ante la ley -cosa de la que se presume mucho en Chile- la presidenta debería estar en estos momentos imputada y ser obigada a demostrar en detalle y con pruebas cuales fueron los trabajos que se hicieron a cambio de esas facturas por unos cientos de millones de pesos. En verdad debería estar en la misma situación que Délano, Lavin y los demás imputados en el caso Penta.

Los estúpidos que iniciaron esta operación, no se dieron cuenta de la caja de Pandora que están abriendo, en el corto plazo han podido parar la extensión de las investigaciones con diversos pretextos: que son montos muy bajos, asegurando que los trabajos se hicieron, pero una vez que queda instalado un nuevo delito cualquiera puede activar juicios y si condenan a alguien por eso todos los demás, desde la presidenta hacia abajo, están vulnerables a ser condenados por lo mismo.

Ahora recordemos que aparte del aspecto jurídico está el político y a medida que vayan apareciendo más documentos ideológicamente falsos (está repleto) el desprestigio se hará incontrolable. Como puse en otra parte, son tan incapaces que ni para armar cambullones sirven. Jorrat es el más tonto de todos, por lo estúpido de la idea no me extrañaría que a él se le haya ocurrido. Recuerden que él fue quien invento el ·"fin del FUT"