La verdadera ventaja comparativa de Arica

Conversaba con mi amigo Gonzalo, regular de este Templo del Ocio, sobre los problemas de la microempresa y su diferente naturaleza respecto de las empresas medianas  o grandes. Es algo que he colocado acá mismo otras veces. A estas alturas suelo repetirme en los temas, pero siempre se nos puede ocurrir alguna cosa nueva que antes no habíamos notado.

El asunto es que una microempresa trabaja con enormes márgenes de ganancia, que le permiten funcionar bien sin preocuparse de los costos ni de llevar controles de nada, en cambio tiene ventas minúsculas. En la medida que logra vender más los costos, el control y la planificación -que al principio no significaban nada- empiezan a tomar importancia porque el control del flujo de caja se hace mucho más difícil. Las microempresas quiebran por falta de ventas mientras que las medianas y grandes quiebran por falta de planificación y control. El paso de una microempresa a pequeña o mediana es sumamente difícil y muchas no soportan el cambio porque los modelos son diametralmente opuestos.

Por eso la mayoría de las capacitaciones que se le dan a los microempresario son inútiles y normalmente dañinas. Son las recetas estandar que se enseñan en las escuelas de negocios, que sirven para administradores de grandes empresas, pero contraproducentes para el microempresario. Cuando le dicen "tiene que ordenarse", "planifique, haga estudios de mercado", "controle los costos" le están dando la receta para que fracase porque las microempresas no deben minimizar los riesgos, todo lo contrario, deben maximizarlos, porque tienen muy poco que perder y con un negocio de bajo riesgo jamás se llega a acumular capital.

Bueno, eso es sabido, o por lo menos lo he escrito muchas veces antes. La cosa es que la conversación se fue para otro lado. Estábamos en el café a la hora de almuerzo en la calle 21 de Mayo y ante el acostumbrado desfile de gente mi amigo me hace la pregunta que intriga a todo santiaguino que llega a esta rarísima ciudad ¿A que hora trabaja acá la gente? ¿En que diablos trabajan? Porque los restaurantes están repletos y también el paseo, por donde pasan despreocupadamente los ariqueños de un lado para otro. Y se encuentran, se saludan, intercambian algún chiste ¿Pero donde diablos trabajan, de que viven?.

Ese es un misterio incomprensible para cualquier santiaguino. Bueno, le expliqué que algo he investigado de eso. Sin tener los números en la uña pero a grandes rasgos le expliqué que Arica tiene el record nacional de microempresas por cada mil habitantes y que los que pasean o se toman un café toda la mañana en el centro en realidad están trabajando, hablando con socios y clientes, escuchando el pulso de la ciudad. Aparte de los empleados públicos no existe ni una sola empresa importante en la ciudad, ni una. Las que se instalan en grande -como lo hizo alguna vez Ariztia- se van contrayendo a medida que el "virus de Arica" hace presa de ellas, hasta que al final se extinguen.

Arica no es un buen lugar para tener grandes empresas de nada. ¿De que vive la gente entonces? Los que no son empleados públicos -por no decir zánganos- viven de los varios miles de personas que cruzan todos los días las fronteras de Chacalluta y Chungara. Aunque los verdaderos turistas vacacionales son muy pocos, cada peruano o boliviano que llega gasta plata acá, es un gasto hormiga, pero son tantos que basta para sostener innumerables actividades económicas que son también hormigas.

Pequeñas residenciales -informales- que albergan a decenas de peruanos por muy poca plata. Cocinerías y sandwicherías porque los peruanos también almuerzan. Como vienen de un país desregulado y mucho más competitivo que el nuestro, son buenos para trabajar informalmente y ganan bastante plata. Una parte de esa plata se queda en microscópicos negocios ariqueños, como son tantos, eso mantiene parte importante de nuestra economía. Es la integración de casi infinitos dx de negocio.

¿Cuantos de los pasajeros que diariamente mueven los taxis, colectivos y buses son peruanos? ¿cuantos carritos callejeros que venden sandwiches tienen clientela peruana o boliviana?. En el Sur de Chile, acostumbrados a las apariencias, piensan que solo puede haber bienestar donde hay grandes empresas con trabajos fijos, contratos, horarios. Pero en Arica no hay nada de eso, los sectores comercio, hotelería, turismo, servicios y transportes -todos ligados a la gente que llega a Arica- son la locomotora que arrastra la economía de la ciudad.

En el año 2013 ingresaron a Arica por las distintas fronteras 442.153 extranjeros, es decir un promedio diario de 1.200 personas. Hasta el más pobre de los pobres que llega a nuestra ciudad gasta algún dinero. El otro día Tom McDonnell necesitaba mover una lavadora así es que fuimos al lado del terminal encontramos a dos peruanos que se ganaron casi 15 dólaes en menos de una hora. Me contaban que hacen su buena plata porque además de trabajar comercian en la pasada, nunca les falta trabajo y solo un chileno se para en ese lugar ofreciendo trabajar entre decenas de peruanos. Parte de la plata que ganan la gastan en Arica, puede ser muy poco, pero 1.200 personas nuevas cada día son un mercado enorme. Como dijo mi sabio amigo el arquituerto "cien monos cagan más que un elefante".

Nuestra condición de fromtera es buena parte de la explicación de por que las estadísticas económicas de Arica son buenas pese a que el resto del país se está yendo a pique. En Arica el desempleo es alrederor del 6%, cerca del pleno empleo pese a que en el país ha subido, la pobreza extrema y la delincuencia también son bajas. Creo que esas estadísticas son correctas, en Arica no existe miseria como en Valparaíso, Araucanía y otros lugares pese a que no tenemos -aparentemente- ninguna actividad productiva importante.

Y volviendo a lo de la microempresa versus empresas medianas, Arica está en la misma situación que los microempresarios que no necesitan orden, planificación ni mucho menos legalizarse. Por eso todas las recetas y políticas que han intentado los gobiernos terminan falladas, fracasadas. Tratan de aplicar políticas de desarrollo que son buenas para Santiago en Arica, donde reultan desastrosas.

Lo quemenos necesitamos son más leyes, al revés, necesitamos menos leyes, menos regulación en todo porque somos microempresas. Cuando el gobierno trata de regular y formalizar empresas en Arica hace doble daño, primero hace quebrar a los microempresarios con regulaciones de todo tipo, eso es lo que menos necesitamos y segundo porque quebrados los empresarios no recauda nada.

¿Saben que haría despegar realmente a Arica? Lo único que podría hacer el estado por el bien de la ciudad es establecer completo libre transito entre Arica y Tacna, que solo se revisen aspectos sanitarios y de drogas. Ni un solo papel para moverse entre ambas ciudades, los papeles deben establecerse en Cuya (Chile) y en Tomasiri (Perú) que están en la salida de las respectivas ciudades. Eso multiplicaría la cantidad de personas que se moverían entre las ciudades y sería un impulso económico enorme, en el que muy pocos han pensado.

Cualquier otra política que haga el gobierno en la ciudad será inútil, solo servirá para engordar los bolsillos de los amigos del gobierno y de los funcionarios vía coimas. Arica es como una microempresa a la que le tratan de aplicar soluciones de mepresa grande. Con eso solo consiguen perjudicar su verdadera ventaja comparativa.

P.D. la foto es gracias a la involuntaria cortesía de El Morrocotudo