Confieso que he pecado

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

He estado dedicado al pecado nefando, a la actividad innoble propia de esclavos, me arrepiento y pido disculpas públicas por mi vil proceder: estaba trabajando.

Resulta que un amigo, que es mi contador y le debo diez mil favores, me pidió que hiciera clases de un curso de alfabetización digital, digamos que no es tan trabajo porque a mi me encantan esos cursos de Fosis, en parte fue entretención.

La guía que entrega Fosis con contenidos es un chiste, algo completamente absurdo para enseñar en cuatro horas a señoras que jamás han tomado un mouse, que apenas pueden ver la pantalla poque se les olvidaron los lentes, etc. Estas componían más o menos la mitad del curso. Traté de seguir la guía las primeras dos horas pero vi que no llegaría a nada así es que les hice un Blog de Alfabetización Digital para que sigan practicando en su casa.

Lo que más me gusta es la gente que conozco en esos cursos, es la más variada y entretenida que uno se pueda imaginar. En un grupo llegó una señora de unos ochenta años, que la habían operado de cáncer y tenía las manos incontrolables con una especie de parkinson, conversé con ella y antes que me contara la historia completa de su operación la acomodé en un sillón y le dije que no se preocupara, que solo tenía que poner atención a lo que yo decía. Parece que funcionó, porque los dos días se fue más sonriente que como llegó, al menos se divirtió un rato y se le olvidaron las penas. 

Al final de la clase se me acercó una señora boliviana y me dijo "no aprendí mucho pero Dios lo bendiga profesor, voy a practicar en la casa" después de esa introducción pasó a los temas más importantes "sabe que yo hago alfajores y los vendo en el paseo Thompson, son muy buenos y cuando pase por allá váya a comprarme", me encantó esa picardía tan aimara, buscando siempre la oportunidad de negocio, un rato después apareció con un gran Tupperware lleno de alfajores para vender. Cuando baje por el centro seguro la paso a ver y le compro. Otra señora de mediana edad llegó con una hija, una chiquita preciosa que le hacía todos los ejercicios, o sea tuve una alumna de unos 10 años.

Varias participantes tenían alguna clase de enfermedad (debe haber sido por el cupo de discapacitados) una llegó en silla de ruedas de esas con las ruedas inclinadas, me decía que era semi deportiva, más rápida y estable, pero también se necesita más fuerza para moverse, personas con muletas y una señora muy gordita que me dijo que pesaba más de 100 kilos "no me va a creer pero cuando jóven yo pesaba 50" le creo, debe haber sido bonita también porque conservaba las facciones.

También había de todos los grupos sociales, algunas chicas bien bonitas, claramente eran de clase media acomodada, un chofer de maquinaria pesada que tampoco sabía como usar un mouse y le tuve que ayudar a contestar un correo (habían como 4 hombres, me imagino que también por cuestiónd e cupo), una señora que era peluquera, me contaba que se arrendó una casa grande y en el primer piso puso su peluquería, depilaciones y todo lo demás, ella con sus tres hijos y nietos en el segundo piso: mujer jefa de hogar, la mayoría eran jefas de hogar, ya había sacado a dos de sus hijos profesionales, ahora iba para el tercero.

Alumnas muy entusiasmadas que quedaron con gusto a poco, otras no estaban ni ahí pero igual pasamos un buen rato chacoteando ¿que se puede enseñar en esas condiciones? Nada, pero al menos les dí algunos datos útiles que les servirán en su momento. No soy Jesucristo ni hago milagros.

Como dije, me encantan esos cursos. Siempre me pongo muy nervioso antes de empezar y planifico hasta el último detalle, preparo Power Point, blog y al final hago cualquier cosa según lo que esté pasando, ninguna clase de planificación resulta en esas condiciones. Me gusta mucho más hacer clases de Fosis que en la universidad porque conozco gente con más historia. Con cada curso se podría escribir una gran novela. No aprendieron nada pero que hacer, así es el sistema: un completo absurdo,  pero me gusta la gente que conozco, especialmente los de la pobla, que son de los míos.