Arica, la de las vías elevadas

Volvió la locura por la pavimentación en las calles de Arica. Cuando las calles no están cortadas por el carnaval andino, entonces las repavimentan, que diablos. Recuerdo hace algunos años que el acceso al aeropuerto tenía su pavimento en perfecto estado, pero lo rompieron con máquinas y lo volvieron a repavimentar, nadie se explicaba por qué lo habían hecho y salieron varios reclamando por los medios. Igual nuestras ilustres autoridades se hicieron los locos, con ese olímpico desprecio que suelen ostentar hacia la plebe.

Y nos tuvimos que comer el sapo, nadie dió una sola explicación. Tal como no la dieron por las fallidas -y multimillonarias- remodelaciones del Parque Ibañez y de calle Maipú, que después de varios meses de incomodidades y muchos millones para las constructoras, quedaron igual o peor que antes. "Construya padre" es el consejo que daba el Papa a los sacristanes que llegaban a quejarse porque no ganaban plata, un consejo tan antiguo como la Basílica de San Pedro.

Es cierto que habían calles que necesitaban repavimentación urgente y otras -como Las Codornices, donde está mi casa- que parecen superficie lunar por los cráteres y no nos tocó reparación. Pero varias otras estaban en perfecto estado ¿para qué pavimentarlas de nuevo? Tal vez un programa de reparación de carpetas hubiese tenido más impacto social que repavimentar calles completas.

Vi que las máquinas que hacían los trabajos llevaban el logo de "Constructora Aguas Claras", la busqué por Internet y solo encontré que el año 2012, la empresa apeló a una baja calificación que había recibido por su trabajo, la que no le permitía subir a primera categoría en el rubro obras viales para el estado. Mediante resolución Excenta Nº 042/9 del 22 de agosto de 2012, les subieron el puntaje de 78.3 puntos a 95 sin mayores explicaciones.  Me llamó la atención lo fácil que resulta pasar por encima de una comisión técnica vía decreto. En fin, puede que no haya nada raro en esto y yo peque de mal pensado, pero igual creo que es algo que vale la pena conocer.

Ojalá queden bien los trabajos, aunque por lo que ví se trataba de una carpeta asfáltica en frio -tal vez me equivoque- que es lo recomendado para caminos secundarios de bajo tránsito. Probablemente en un año más o dos estarán repavimentando de nuevo. "Construya padre, construya". En fin, si me equivoco en algo corríjanme, porque no soy especialista en el tema y solo opino desde lo que veo como lo entiendo.

Lo más divertido es que la calle Baquedano la han repavimentado tantas veces que las veredas están empezando a quedar hundidas, un amigo regular de este Templo del Ocio que es ingeniero civil, me lo hizo notar y hoy que pasé por esa calle me di cuenta que efectivamente ¡las veredas y las casas aparecen hundidas respecto de la vía! Construya padre, construya. a ese paso en un par de años tendremos puras vías elevadas en Arica, o nos vamos a convertir en la ciudad de las casas hundidas, lo que podría ser fuente interesante de atractivo turístico.

La inversión pública es una chacra
Supongo que esta fiebre pavimentadora puede tener algo que ver con los "fondos espejo" del Transantiago, tal vez me equivoque pero es posible que tengan un montón de millones y los estén gastando a destajo. O quizá tenga que ver con los mil millones de dólares que anunció la presidenta para invertir en la región, todo esto me recuerda al doctor Malito de Austin Powers



Y los grandiosos proyectos asociados: un mega-ultra-gigantesco museo de las momias de Chinchorro, un enorme parque en la cima árida del Morro, una desaladora para que nuestra agua potable sea asquerosa mientras usan el agua dulce para regar narco tomates, cientos de casas gratis para los falsos pobres, en fin... Hay que quemar mil millones de dólares de alguna manera para "cambiarle el pelo a la ciudad" según una desafortunada expresión de cierta ex ministra de Subdere, cuando se refirió al Parque Acuático. En lo de inversión pública si que entiendo y aquí si que no hablo desde la ignorancia, como podría ser con los pavimentos.

Me estaba empezando a deprimir, pero me acordé que en el primer gobierno de Bachelet, yo y unos amigos teníamos un proyecto para colocar Wifi en unos pocos puntos turísticos: playa, centro, aeropuerto y cosas así, conseguimos una entrevista con el -entonces senador- Fernando Flores. Pese a su reputación me recibió muy bien, tuvo la paciencia de escucharme un rato, guardó mi proyecto y me dijo algo así como "es buena la idea, pero sabes, yo tengo un proyecto igual pero mucho más grande. Vamos a colocar Wifi gratis en todo Arica, es un proyecto que va a costar... ¡un millón de dólares!".

Estuve tentado de decirle que eso era un fracaso seguro, que iba a hacer el ridículo porque no es técnicamente factible, pero como el hombre me cayó bien me mordí la lengua y me quedé callado, nos despedimos muy amables.

Esa vez me quedé pensando como se deciden las inversiones públicas: aparece alguien con poder político que no sabe donde está parado y pone una cifra: un millón, mil millones o lo que sea, es un símbolo para que suene bonito en las campañas electorales, luego dice "¡Gastenlos!".Y el ejército de técnicos, que son amigos o parientes de los políticos y no tenían chamba hasta que el tío o el compadre llegó a la intendencia, se dan vueltas en círculos tratando de hacer proyectos viables que cuadren con esa cantidad de plata.

Gracias a Dios por la incapacidad de los técnicos, los técnicos mediocres nos han salvado. Gracias a ellos el famoso proyecto de "Arica Wifi" nunca llegó a implementarse. Probablemente muchos de los proyectos anunciados no llegarán a ver la luz porque, tal como escribían e El Mercurio Peruano el año 1791, son en su mayoría: producciones que faltando á las leyes de la urbanidad y la modestia han merecido justamente el destino de entregarse á las llamas, y ser sepultadas en el mar del profundo olvido.

Mientras todo se reduzca a repavimentar calles que están buenas, no es tanto problema. Solo son pequeñas jugarretas. Cuando empiecen las represas, desaladoras, mega museos o parques enormes, entonces si que la cosa pinta fea. 

P.D. Me está llegando propaganda sobre "cenas para el día de San Valentín". Cualquiera que me conozca un poquito no osaría mandarme esas cosas. Váyanse al diablo, malditos.