Por qué a Trump le va tan bien

Por supuesto el del video no es Donald Trump, pero le debe haber encantado, si no es que el mismo lo mandó a hacer. Para mi es inevitable la comparación de Donald Trump con Hugo Chávez. Recuerdo cuando Chavez habló en las Naciones Unidas al día siguiente de que George W. Bush ocupara el mismo podio y partió comentando "El diablo está en casa. Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre"

"Ayer desde esta misma tribuna el señor presidente de EE UU, a quien yo llamo el diablo, vino aquí hablando como dueño del mundo; un psiquiatra no estaría de mas para analizar el discurso de ayer, como vocero del imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominación y saqueo, para una película de Hitchcock estaría buena titularla receta del diablo"

No era habitual que un presidente trate de esa forma a otro colega. Mucho menos desde la testera de las Naciones Unidas, donde se hacen los discursos más almibarados, hipócritas y llenos de lugares comunes de la historia. Pero ese discurso le encantó al público, incluso a varios amigos americanos que no tenían ninguna simpatía por Chavez el asunto los hizo reir de buena gana.

Inventar un enemigo para insultarlo, ignorando todas las reglas de educación y buenas costumbres, es un arma efictiva en política.Trump también lo ha hecho contra los inmigrantes ilegales mexicanos, contra sus contendores repubicanos y le está resultando muy bien. 

"Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas", dijo. Según Trump, los inmigrantes mexicanos "traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas".

Trump trabajó en el espectáculo, en un reality show que es uno de los géneros más bajos que ha creado la televisión y conoce perfectamente la receta. En su show televisivo el creó un personaje y ahora lo está usando para llegar al poder en elecciones, tal como Hugo Chavez usó su propio personaje para llegar a ser caudillo en Venezuela.

Weimar y USA
Varios años atrás, mi amigo Tom Wilke, me comentó que los Estados Unidos estaban pasando por un momento muy parecido al de la República de Weimar y que se estaban creando todas las condiciones para el surgimiento de un caudillo tipo Hitler. Decía que había una furia entr la gente, mezclada con resentimientos sociales, arrogancia de los políticos y muchas otras cosas que estaban preparando este caldo de cultivo. Me decía Tom que la elección de Obama había sido lo peor por las expectativas que había levantado y la frustración de los que habían votado por él después de dos períodos de su gobierno.

Esto lo conversé con varios amigos norteamericanos y todos me lo confirmaron, acá mismo esribí hace tiempo sobre las similitides entre Estados Unidos hoy y la República de Weimar en Alemania, que preparó la llegada de hitler al poder.

Una de las formas en que podemos tratar de pronosticar el futuro es buscando similitudes, analogías con personas y cosas que han ocurrido en el pasado porque dentro de las diferencias, existen patrones y comportamientos que tienden a repetirse. Yo creo que hay similitudes entre la República de Weimar en los años veinte y los Estados Unidos de hoy, entre Hugo Chavez y Donald Trump, no digo que sean idénticos pero si creo que hay analogías importantes.

El problema no es Donald Trump
Aquí creo que existe un error inmenso, del que casi nadie paree haberse dado cuenta. Trump es solo un síntoma de cosas que están pasando en los Estados Unidos, donde hay problemas mucho más profundos y que parecen sin solución así es que nadie quiere hablar de eso. Creen que hablando de otra cosa, o buscando un culpabe los problemas van a desaprecer.

Aquí de nuevo aparece la analogía con la República de Weimar y el nazismo. En Alemania de los años veinte existía una presión subterránea enorme por un intento de estado de bienestar. donde los políticos ofrecían cada vez más derechos y beneficios sociales, mientras que en la práctica apenas les alcanzaba para que los dirigente políticos robaran su parte y se llenaran de beneficios, en sociedad con los grandes financistas e industriales.

En los Estados Unidos hoy pasa lo mismo. La gente lleva muchos años de furia, porque se han acostumbrado a exigir que el estado les resuelva sus problemas de salud, educación, vivienda, jubilaciones y casi todo. Es una población crecientemente empoderada por la retórica de los políticos, que vienen usando esas promesas desde hace décadas para hacerse elegir.

Los villanos de moda en Estados Unidos se llaman Big Farma, Wall Street, America Inc, banqueros. No he conocido a un solo americano que no esté convencido que su país es gobernado por las grandes corporaciones y bancos que mueven como títeres a sus gobernantes. Las teorías de conspiración florecen en épocas de agitación social y hoy Internet está repleto de videos -supuestamente documentales- contra los bancos, el sistema financiero, los Rotschild, los iluminatis los reptilianos y contra cualquier clase de enemigo oculto que maneja al mundo desde las tinieblas.

La gente bruta necesita enemigos fáciles de identificar, en la Segunda Guerra Mundial eran los japoneses, hoy Trump colocó a los inmigrantes mexicanos y de América Central. Fue una buena eleción, porque el problema de la inmigración ilegal a una sociedad que cada día entrega a sus habitantes más derechos, subsidios y regalos -al menos en teoría- ha hecho que este problema sea grave e insostenible. Aunque parezca increíble Trump tiene un gran apoyo entre los hispanos, descendientes e mexicanos, cubanos, etc. porque ellos ven claramente la amenaza que representa los ilegales, ellos, que alguna vez fueron ilegales, saben la amenaza que representan la llegada de ilegales para la sociedad americana y su sistema de vida.

El problema de la inmigración ilegal ha sido tapado por décadas. Es cubierto con la hipocresía de lo políticamente correcto, que dicen que los inmigrantes ilegales son valiosos para el país y alegan por permanentes perdonazos, que no hacen otra cosa que aumentar el flujo. Es pura hipocresía. La única forma en que la inmigración ilegal sea beneficiosa para los Estados Unidos sería que los inmigrantes no tuviesen ni un solo beneficio social pagado por el gobierno, partiendo por los carísimos beneficios de educación y salud pública. Habría que volver a los tiempos de la ciudadanía romana, pero eso es políticamente imposible en la actualidad.

Mientras no se controle a los inmigrantes ilegales y no se pongn leyes duras para los inmigrantes que cometen otros crímenes, Estados Unidos seguirá importado desde Mexico a pandilleros, ladrones, violadores y traficantes de drogas. Es el mercado ideal para ellos y los latinos que viven legalmente en Estados Unidos lo tienen claro, por eso muchos apoyan a Trump.

Las soluciones que propone donald Trump son ridículas. Se trata de un payaso con menos cerebro que un gato, ni siquiera tiene un buen equipo que lo respalde. ¿Y que con eso? Hitler o Chavez también fueron unos simios y se convirtieron en caudillos de sus respectivos países. No hay que ser ningún genio para ser presidente, solo miren acá en Chile nomás.

Donald Trump no es el problema y dará exactamente lo mismo si gana o si pierde la nominación, incluso si llega o no a la presidencia. El problema es otro mucho más profundo y seguirá presente pase lo que pase. Es la decadencia del Imperio Americano; la frustración de mucha gente; la odiosidad que sienten hacia las grandes corporaciones que antes eran su orgullo (la marca Coca-Cola, que alguna vez fue parte de los sentimientos de patriotismo).

Mucha gente ha empezado a odiar la idea de America y miran con burla el Sueño Americano que movilizó a tantas generaciones. En cierto modo, en Estados Unidos hay demasiados perdedores y ese es el verdadero problema, similar al de muchos alemanes durante la República de Weimar. Las cucrachas, cuando se expnden los suficiente, eligen a un rey cucaracha y se toman el poder.

Tal vez Donald Trum no sea presidente esta vez, pero el problema de fondo sigue allí, un país que se está llenando de perdedores, envidiosos y resentidos, que fueron creados y son arrastrados de la pera por políticos ambiciosos. En Chile hoy pasa algo muy parecido, mal de muchos es consuelo de tontos en todo caso.