Rarezas chilenas 2: la búsqueda del Gran Culpable

Esto si que es raro y muy chileno. En casi todo el mundo ocurren cosas malas: incendios de bosques, sequías, terremotos, tornados, huracanes, inundaciones, en fin, toda clase de desastres naturales. En ciertas regiones de los Estados Unidos cada año se produce una temporada de huracanes, mientras que en otras regiones son tornados. Las inundaciones causadas por las lluvias son lo más común que existe y todos los años en el Hemisferio Norte vemos por la tele como lor ríos se salen y se inundan las calles, o como las olas polares a veces y otras  de calor terminan con muchos muertos.

En cierto modo, acá en Chie somos privilegiados. Aparte de los grandes terremotos, espaciados por décadas y que rara vez causan muchas muertes por la profundidad, calidad del suelo y la solidez de las construcciones, tenemos muchas menos catástrofes que en otros países.

Buscando al Gran Culpable
Tal vez por eso tenemos esa pésima costumbre de entrar en pánico -no durante la catástrofe sino después- para buscar al Gran Culpable. Mientras en otros países todos gastan sus energías en reconstruirse, en Chile las gastamos en una búsqueda frenética de los culpables. Claro que existe negligencia, pero lo razonable en estos casos es concentrarse en afrontar la situación más que inventar villanos solo para desahogarse.

Muchos políticos conocen  explotan esta manía nacional, sabedores que después de cada catástrofe se producirá un estado de histeria colectiva buscando culpables, tratan de aprovecharse de esta rareza para su propio beneficio. Entoncen inventan un culpable y lo arrojan de alimento a esa jauría que llamamos "opinión pública", es una manera fácil y económica de ganar votos.

Esos es lo que está pasando en Chiloé ahora mismo. Resulta que este año tenemos un fenómeno de El Niño muy poderoso: la NASA lo apodó Godzilla y ha declarado pomposamente que es el myor de toda la historia. La verdad es que en 1997 tuvimos un fenómeno parecido, violentísimo, que diezmó la población marina en todo el Litoral Sudamericano -la más rica del mundo- y dejó nuestra Playa Las Machas sin machas.

Bueno como resultado de este calentamiento del agua de mar, un montón de microalgas se reproducen a altas tasas de crecimiento. Esto provoca mortalidad de peces y moluscos: los peces mueren ahogados pr las algas que les obstruyen las agallas y los moluscos mueren envenenados por las algas tóxicas como las que producen la "Marea Roja".Nada nuevo, el fenómeno de El Niño se conoce desde tiempos precolombinos y probablemente hizo desaparecer civilizaciones en la costa peruana en tiempos remotos.

Pero la gente hoy no se conforma con eso, buscan a alguien a quien culpar y si no lo encuentran lo inventan, en este caso fue el vertimiento de 9.000 toneladas de salmones muertos al mar, que supuestamente habrían "envenenado" las aguas. Eso es ridículo ¿nunca han pensado cuantas toneladas de fecas (léase caca) son arrojadas al mar por los emisarios? A escala humana el mar es un  repositorio enorme, el mejor lugar donde se puede arrojar material tóxico o en descompocisión, porque su capacidad para diluir, en esa escala, es prácticamente infinita. "Es como echar una cucharada de caca al mar" como dijo acertadamente una bióloga.

¿Cual es la idea de salir a protestar y buscar culpables frente a catástrofes naturales? Creo que es una actitud eunuca que no lleva a nada, mejor que usen su energía para tratar de adaptarse a las nuevas condiciones porque chillando y prendiendo neumáticos solo se causan más daño a si mismos.