A pasear al animal

Hace tiempo que no escribo de alcoholismo, que es uno de mis temas favoritos, veamos:

Pasear al animal
El alcohol -como todos sabemos- altera la conciencia. Cuando uno se empieza a sentir mareado o maharishi, se siente diferente, más libre y espontáneo, en algunos casos más alegre, en otros más deprimido o furioso, pero casi siempre distinto de nuestro estado normal, la embriaguez elimina algunos frenos que nos impone la cultura, el entorno social y nos permite sacar a pasear -por un ratito- al animal que todos llevamos bien guardado en nuestro interior.

Yo creo que las personas guardan diferentes animales, que se manifiestan apenas se nos empiezan a pasar las copas, me gusta pensar que mi animal es un mono, ridículo, extrovertido y sociable, en contraste con mi estado normal que es tímido, solitario y con terror a hacer el ridículo. Tal vez -en algunos casos- nuestro animal sea exactamente opuesto a lo que mostramos todos los días, quizá desarrollamos una personalidad contraria para compensar las desventajas de nuestro yo verdadero.

Otros, que en la vida normal son amables y buenas personas, a veces esconden ratas, cocodrilos o serpientes, hay que evitar tomar con ellos. A mi en lo personal, no me gusta casi ningún trago, bueno, tal vez algo la cerveza, pero si me encanta quedar achispado de vez en cuando, creo que es un derecho humano inalienable, es bueno sacar a pasear al mono una que otra vez.

La biblia de los borrachos
Existe un revista que es la biblia de los verdaderos borrachos, se llama Drunkard Magazine y está dedicada a nosotros, los que somos o simpatizamos con los garganta de lata, la recomiendo. Lo que es yo, cualquier día de estos voy a sacar a pasear al animal, no es bueno tenerlo encerrado por tanto tiempo.

Drunkard es una fuente de sabiduría para todo aspirante a borracho, leyéndola he aprendido que caerse al suelo por efectos del alcohol es lo más vergonzoso que le puede pasar a alguien, es considerado deshonroso incluso entre los propios borrachos. A mi me parece que hay cosas peores y de hecho recuerdo haberme caído a lo menos dos veces: una vez en Iquique, para la primera reunión de ex compañeros de la universidad y la otra vez fue en Tacna, en un local muy pituco al que fuimos con un buen amigo, solo nos tomamos unos cuantos pisco sour, pero al levantarme una rodilla me falló y me fuí de bruces al piso. Shame on me.

Hace muchos años que no me emborracho de verdad, ya no recuerdo la última vez pero si unas cuantas veces al año quedo mareado en alguna farra: amigos y alcohol es una combinación perfecta para mi, se me olvidan todas las penas, se me suelta la lengua y me aparecen ideas que sano y bueno jamás se me habrían ocurrido, parece que hay cierta correlación entre el mareo y la creatividad.

"Nunca confíes en un abstemio", creo que he tenido dos o tres grandes amigos totalmente abstemios, los estimo mucho y en virtud de esa estima les perdono tan feo defecto. Creo muchos son abstemios porque tienen mucho que ocultar y no se atreven a sacar a pasear al animal, pero que diablos, cada uno con su gusto. Aunque hay gustos que merecen palos.

Los alcoholicos
El alcohol afecta de manera diferente a las persoanas y sin duda hay mucho riesgo genético para aquellos más propensos a sentir efectos más fuertes. A los borrachos los clasifican en cuatro grandes grupos:
Hemingway: son los que no cambian en absluto su comportamiento aunque estén borrachos como cuba
Mary Poppins: los que se ponen sociables, chistosos y amistosos. El borracho cariñoso
Profesor chiflado: son los introvertidos y tímidos que se convierten en charlatanes extrovertidos cuando están mamados (yo soy un caso típico)
Mr Hyde: los conocidos "borrachos odiosos", que se ponen agresivos, busca pleitos, desagradables, etc. ¿quien no ha visto a uno de esos?

Pero también existen algunos para quienes el alcohol es un problema, en mi experiencia deben ser más o menos un 10% de los tomadores que desarrollan una completa dependencia. A la fecha llevo tres amigos muertos de cirrosis y uno de sobredosis de cocaína, otros amigos en cambio que han tomado como esponjas toda su vida, nunca desarrollaron problemas con el alcohol, es muy raro, yo lo atribuyo a algo genético porque los alcoholicos suelen tener a otro de los mismos entre sus padres o abuelos. Creo que existe una especie de "personalidades adictivas" que una vez que empiezan con algo ya no pueden parar, es muy raro.

Recuerdo un amigo, viejo profesor de química que se tomaba todos los días en ayunas una onza de whisky puro, como medicina preventiva, tenía más años que Matusalén y ya debe estar muerto, hace años que no lo veo, si murió debe haber sido contento y medio escabechado. Yo creo que el alcohol es medicina para el cuerpo y alma, si no me tomo una cerveza todos los días es porque perdería todo el gusto, cuando un placer se convierte en hábito deja de producir placer.

El Chicho Allende, que era campeón para ponerle entre pera y bigote en uno de sus discursos dijo que se tomaba una botella de vino entre el almuerzo y la comida, se debe haber quedado corto pero igual debe haber sido el presidente que más combatió el alcoholismo crónico en sus discursos, no perdía oportunidad de hablar contra el:

“Compañeros, he oído de algunos dirigentes sindicales que el san Lunes se prolonga hasta el san Martes, para amanecer el san Miércoles con el cuerpo malo. En esas condiciones, compañeros, no hay progreso. No hay ninguna posibilidad” (...) "Una cosa es tomar en condiciones normales y otra cosa, compañeros, es pegarle a la chupeta hasta quedar poco menos que inconscientes… es de esperar que estas palabras no caigan en terreno estéril”.

Una de las pocas cosas cuerdas que dijo en su desastroso gobierno.

Pero la frase más llena de sabiduría que he escuchado en mi vida sobre el alcohol, la dijo un muy querida amiga hace muchos, muchos años atrás decía: "Es que curada no vale", eso si que es sabiduría pura. Respect.