La negación

Una pésima noticia para la Universidad de Tarapacá porque no logró acreditar la carrera de Medicina que apenas lleva un año de vida. Yo fui crítico de ese proyecto y escribí una moderada crítica en este mismo Templo del Ocio pero que diablos, la carrera ya está funcionando y hay alumnos que llevan un año estudiando, tengo inscrito como "me gusta" al Centro de Alumnos de la carrera y les deseo lo mejor, ojalá que ninguna de mis predicciones pesimistas se cumpla. Pero no aprobar la acreditación después de todos los millones que se han movido en echar a andar el asunto me parece una muestra de improvisación espantosa.

Diablos, yo escribí un proyecto para acreditar un postgrado, eran como dos libracos uno de 300 páginas y otro de 200 así es que conozco como se hace ese trámite y cuales son los criterios que si mal no recuerdo, para el pregrado son:

1-Propósitos e institucionalidad de la carrera
2-Condiciones de operación
3-Resultados y capacidad de auto regulación

Las dimensiones 1 y 3 son meramente formales y se trata de copiar decretos y colocar abundante palabrería sobre los buenos propósitos del proyecto, un detallado plan de control y cosas por el estilo. El punto 2 es el complicado porque allí resulta mucho más difícil mentir o improvisar, tiene que ver con los antecedentes académicos del cuerpo docente, la infraestructura, el aparato administrativo de apoyo y un punto complicado que es la producción de investigación de los docentes, es decir las publicaciones Isis y Scielo que les han aceptado o los proyectos Fondecyt en que han participado.

Leo en La Estrella de Arica razones del rechazo
-"La carrera cuenta con un plan de estudios tradicional, rígido, no integrado y con una alta carga de actividades presenciales; no incorpora aspectos específicos de educación médica en metodología, evaluación y construcción curricular y existirían inconsistencias en el plan de estudios". Traducido al cristiano el plan de estudios se hizo de manera improvisada. Cuando se diseña el plan de estudios para una carrera nueva hay dos alternativas (i) copiar lo más fielmente posible el plan de otra universidad ya acreditada o bien (ii) hacer un plan novedoso, pero que se pueda defender de ataques como los que hace la comisión. En este caso parece claro que el plan se hizo de manera improvisada, ¡hacer un buen plan de estudios no cuesta nada, no se necesita un Einstein para eso!

-"Se criticó la escasa experiencia docente y capacitación formal de los equipos docentes. No se visualiza en el corto plazo la capacitación formal en educación médica de los actuales y futuros docentes de la carrera". Lapidario, traducido al castellano dicen que el equipo docente no cumple los requisitos mínimos. Parece que pensaron que para tener una Escuela de Medicina bastaba con hacer un gran edifico y los médicos locales podrían hacer clases part-time de lo que se requiera, lamentablemente no es así, la acreditación exige un equipo de profesores full time que no sean solo médicos sino además docentes y con historial demostrable en investigación, eso cuesta mucha más plata que los edificios y parece que a los expertos se les olvidó considerar en el presupuesto.

-"no existen comodidades para los alumnos en el Campus Velásquez, lugar donde se efectúan las clases mientras termina la construcción del edificio en Saucache" bueno, al menos esa es una observación trivial y fácil de solucionar.

Pero aún hay patria
Bueno, ahora la universidad está apelando ante la Comisión Nacional de Acreditación, ojala se produzca el milagro y si no, tendrán que ponerse de cabeza a reescribir el proyecto y solucionar las deficiencias, especialmente las del cuerpo docente que son las más difíciles. Todo lo demás es solucionable y el rechazo es fruto de la improvisación, no costará mucho subsanarlo..Espero sinceramente que en el próximo intento logren acreditarla.

Un problema más de fondo
No tengo dudas que al final todo esto se va a arreglar, pero mi impresión es que hay un problema de fondo del que esta improvisación es solo un síntoma. El problema se manifiesta en esa especie de petulancia con que hablan algunos al referirse a la universidad, cuando en los discursos oficiales aparecen muy pomposos felicitándose a si mismos, afirmando que son lo máximo y que la UTA está poco menos que en camino de alcanzar a Princeton, o tal vez superarla. Cuando los elogios mutuos son tan exagerados y cuando nadie dice una palabra de los problemas y las culpas uno no puede dejar de pensar que algo anda mal en alguna parte.