16 abril 2018

El SIDA la inmigración y la política

En Chile, hay una serie de temas que no le importan a casi nadie, pero que tienen un gran peso en la discusión política, le llaman "agenda valorica" y ocupa horas en los medios de comunicación,  provocando airadas discusiones, marchas y discusiones bizantinas de todo tipo. ¿Cuando empieza la vida? ¿Pueden las parejas homosexuales tener los mismos beneficios legales que las heterosexuales? ¿Debe ser prohibido el aborto desde el momento mismo de la concepción? ¿Debería estar prohibida la venta y consumo de toda clase de drogas? ¿Como combatir las enfermedades de transmisión sexual? Muy pocos de estos asuntos deberían tener importancia, porque conciernen a intereses, problemas y preferencias personales de porciones muy pequeñas de la población.

El SIDA es un ejemplo perfecto de como los intereses políticos distorsionan las discusiones y enmascaran realidades que -a mi modo de ver- resultan evidentes. La prevalencia es baja en Chile, alrededor del 0.3% de la población, pero en los últimos 10 años la tasa de contagios casi se ha duplicado.

El aumento no ha sido constante, como sería de esperar de un sistema cerrado donde no entran nuevos portadores de infección, sino que se ha disparado de manera exponencial, en especial a partir del año 2013.
El año 2016 se advertía que los contagios habían aumentado un 68.7% en los últimos 10 años. Ahora en 2018 sonaron las alarmas con un aumento de 90% en 10 años, es decir, en poco más de un año la tasa subió unos 20 puntos. Es un hecho claro que estamos frente a un aumento anormal en la tasa de infecciones.

Cuando ocurre un cambio así de anormal, lo obvio es buscar que otros cambios anormales han pasado, que podrían ser su causa. 

No es nada lógico pensar que se produjo un cambio repentino, masivo y coordinado de conductas sexuales en la población, sin embargo esa es la explicación estándar de muchas autoridades, incluso de epidemiólogos, que atribuyen la aceleración repentina de la tasa de contagios, en muy pocos años, a dos factores: (i) la gente habría "perdido el miedo" a la enfermedad, por la aparición de nuevos tratamientos y (ii) los contagiados han tenido una "inadecuada" o "insuficiente" educación sexual.

A mi me parecen explicaciones pobres, no creo posible un cambio de comportamientos tan masivo y coordinado en menos de cinco años (2015-2018), esas cosas toman tiempo. Sobre todo me parece inverosímil que exista gente que le haya "perdido el miedo" a contraer el SIDA, claro que puede haber uno que otro bruto, pero nadie en su sano juicio le perdería el miedo a la enfermedad. Lo mismo sobre una supuesta "mala" educación sexual. Mi generación jamás tuvo educación sexual de ninguna clase, yo me eduqué -y mantengo mis conocimientos al día- gracias a la pornografía, tal como la mayoría de la gente de bien, los que no somos tan brutos como para incurrir en conductas de riesgo.

Lo que pasa es que un asunto de salud pública se transformó en una ridícula batalla política. Si no existiese la cruzada por "defender el legado de Bachelet", habríamos reconocido hace tiempo que la entrada indiscriminada de inmigrantes, sin el más elemental requisito sanitario, como exigir un examen a los que vienen de países de riesgo, es lo que está disparando las tasas de enfermedades contagiosas en el país.

Esto se le podría ocurrir hasta a un niño, es algo que se pide en la mayoría de los países del mundo a gente que viene -por ejemplo- desde Haití, África u otras regiones con infecciones endémicas. En los últimos tres años Chile ha recibido más de 170.000 haitianos, en Haití está la mayor prevalencia de SIDA de toda América con un 2% de su población infectada -el numero real pueden ser muchos más- ¿No podría ser esa una explicación mucho más razonable del aumento de la tasa?.

En el mes de enero de este año, más del 30% de los casos de VIH confirmados fueron detectados en inmigrantes, entre estos hay un 31.4% venezolanos, 27.1 % haitianos y 18.1% colombianos. ¿Por qué entonces solo hablo de los haitianos? La razón es muy simple: la población de venezolanos y colombianos es mucho mayor, por lo que no es raro encontrar más casos. 

Lo que interesa aquí es el factor de riesgo que representa la inmigración haitiana con un 2% de prevalencia de SIDA en su país, mientras que en Colombia es 0.6%, igual que en Perú, en Venezuela no se tienen datos. 

Hay otro dato que soporta la hipótesis que el crecimiento del SIDA en Chile es principalmente importado: desde hace varios años las regiones de Arica Parinacota y Tarapacá tienen las mayores tasas de crecimiento de la infección en el país, como sabemos, ambas regiones son por donde llega (Arica) y se establece (Tarapacá) buena parte de la inmigración que recibimos, si bien no es el caso de los haitianos, que llegan principalmente por avión a Santiago, si lo es de Perú, Colombia y Venezuela. 

Si este asunto no estuviese teñido por connotaciones políticas y religiosas, no sería difícil de controlar. Primero que nada un examen obligatorio a toda persona que ingrese desde Haití, Venezuela y Colombia, creo que es la medida más efectiva y real de control que existe, para asegurarnos de que no llegue nuevos portadores infectados. Luego lo obvio: repartición masiva de condones, con una red de expendedores automáticos a precio subsidiado, digamos a 3 por un dólar, para poner un ejemplo. 

Finalmente las conductas de riesgo son cosa personal, cada quien sabe a lo que se expone y obviamente el contagio a sabiendas debería ser penalmente castigado, existe información más que suficiente y las charlatanescas "clases de educación sexual" suelen ser plata botada, que no pone ni quita un gramo al problema.

12 comentarios:

  1. Los condones y que el examen de pinchazo en los dedos se venda en las farmacias.

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  2. Los condones deberían estar en todas las máquinas expendedoras, especialmente en los supermercados, hay gente que le da lata o vergüenza comprarlos en la farmacia. Ningún inmigrante debería entrar si el test de elisa

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  3. sobre el examen obligatorio, estas a favor de rechazar la entrada o solo para efectos de generar el dato e informarle a la persona contagiada?


    Creo que podrían cambiar las clases de educación sexual tal como se hacen hasta ahora, presenciales, a la producción y promoción de videos online orientados a los distintos grupos de riesgo. Online, por los mismos motivos que has señalado para el caso de colegios rurales, y que sería un medio más acordé a los patrones de consumo actuales. Pero videos que de verdad enseñen a usar condones y basados en hechos y recomendaciones privadas que funcionen (lo de la abstinencia y pareja única no funciona en poblaciones más amplias)

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  4. No solo sida, tambien se han multiplicado la antes escasa tuberculosis, y hasta hemos tenido 3 casos de lepra el 2017, que fue erradicada a fines del siglo pasado los ultimos casos en isla de Pascua. Uno de los contagiados haitiano; por supuesto se produjo el esperable chillerio jesuita, de cordinadoras e incluso un grupo de esa nacionalidad, alegando por que se dio esa informacion.
    Tenemos muchos mas peruanos que haitianos, pero ellos llegaron durante todo este siglo, repartidos en 18 años y se distribuyeron en casi toda la sociedad y pronto seran indistinguibles, salvo que pronuncian mejor. Los haitianos llegaron a 200 mil en un par de años, no existe capacidad de absorcion para esa magnitud, y menos por su baja calificacion sumado a dificultades con el idioma. EL sistema de visa debiera limitar esa inmigracion a solo casos seleccionados, persecuciones politicas o algo asi. Veremos si Tatan se atreve a disputar con los bacheletianos y los Berrios.
    Disculpen la cita, pero tardaremos un par de decadas, solo si tenemos mucha suerte, en arreglar los desastres dejados por la Dama.

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  5. Javier, en mi opinión NADA funciona en "educación sexual", son un derroche de recursos, tiempo y dinero y siempre se terminan transformando en intentos pueriles de "enseñar" alguna clase de ideología, en especial el puritanismo progre (disfrazado de "moderno", "inclusovo2, etc.) o el puritanismo tracicional (basado en las religiones). Ambos son completas ridiculeces y si alguien quiere perder el tiempo y enseñarlo en la casa bien por él, pero es una estupidez y un abuso enseñarlo en los colegios.

    No es necesario ir a ninguna maldita clase para ponerse un condón, es algo auto totalmente explicativo y si hay alguien tan bruto que no sepa se puede poner la instrucción en la caja. Nada más ridículo que esos libros progres que "enseñan" que la mariconería es normal o esos religiosos que dicen que hay que "abstenerse" y llegar virgen al matrimonio, esas son todas cosas de cada cual, en las que el colegio no debe ni asomar sus narices. Si alguien tiene una duda sobre el sexo para eso está Google, Xvideos, XHamster, XNXX y miles de otros sitios repletos de la mejor información disponible. Si le interesa el SIDA basta googlear un poco y sabrá más que cualquier ridículo profesor.

    No existe nada más patético, inútil y mal intencionado que la llamada "educación sexual"

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  6. Wilson, la inmigración haitiana es una bomba de tiempo, a medida que transcurra el tiempo irán apareciendo las consecuencias de la estupidez y el negociado que están haciendo con la beneficencia, es uno de los peores daños.

    También hay problemas con los delincuentes que han llegado de cierta zona de Colombia, es otra clase de peste que igual se seguirá desarrollando.

    Lindos regalos nos dejó la vieja

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  7. ... no tiene relación de comparación, pero a cierta escala... aquí donde yo vivo, se conoce como "el litoral", pero es un litoral fluvial, a la vera de grandes ríos.
    Cuando hay grandes inundaciones - y cada tanto hay - se evacuan y desplazan personas. Luego vuelven... los que tienen algo a qué volver. Los que ya tenían una existencia marginal suelen quedarse en albergues del gobierno.
    Para evitar concentraciones de eso una vez el gobierno provincial repartió de a puñados de familias entre los pueblos de tierras altas. A cambio daba financiación y planes de vivienda para esa gente y para varias familias más. Algunos jefes comunales aceptaron, sobre todo para repartir viviendas entre sus votantes (y confiarían que los recién llegados pasarían a ser votos cautivos también).
    Excepcionalmente, nuestro alcalde los rechazó. Debió ser un día que los dioses lo iluminaron.
    A los meses todas las localidades cercanas se quejaban del alza en la delincuencia, producto de los marginales que les habían distribuido.

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  8. Ah Ulschmidt, me acordé de Huaypetue, en la zona del oro de la Amazonia Peruana, me decían que el pueblo desaparecía inundado cada cierto tiempo cuando se desbordaba el lecho de río sobre el cual estaba construida, luego la gente volvía a armar todo el pueblo de nuevo, pero felices porue los desbordes traían el oro.

    Acá durante los militares, a un grupo de personas que vivía en campamentos de Santiago (de muy mala fama) se les ocurrió moverlos acá al Valle de Azapa y eso fue lo que potenció al pueblito de San Miguel, que antes era diminuto. De manera sorprendente eso resultó, bueno, estaban los militares, la cosa es que la gente se estableció, en su mayoría prosperaron y hoy tienen sus casitas que han ganadobastante valor.

    Claro que rara vez pasa eso, especialmente en democracia lo normal es que, como cuentas, lo que llegan se dediquen a vivir eternamente del fisco, cuando no a robar propagar enfermedades. Eso muestra que más que la "clase" de gente, son los incentivos, que pueden crear comunidades prósperas o focos de miseria.

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  9. Me ha asombrado que en dos artículos de 'EL Mercurio de Santiago' sobre el mismo, luego de consultar a los expertos, sostenga que es debido a un cambio de un comportamiento de la población nativa. Para nada los inmigrantes, cuando 'El Mostrador' y otros decían que el aumento del Sida es por inmigrantes haitianos y venezolanos.

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  10. En pocas palabras, logros de la corrección política.

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  11. Es un asunto político, se nota a la legua

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  12. Marcos Cisternas Sandy18 abril, 2018 00:38

    A la autoridad que permitió este desastre sanitario en Chile, se le debiera acusar y condenar por delito de lesa patria, aunque se esconda en la ONU, cómplice principal del "turismo epidemiológico" que hoy sufre Chile. ¿A quien le caería sobre sus hombros este ponchito?

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